Sanidad estima que la dana duplicará los trastornos por ansiedad y depresión entre los afectados
La ministra Mónica García anuncia la implantación de nueve unidades de salud mental durante, como mínimo, un año
El Ministerio de Sanidad estima que la afección de la dana supondrá un aumento de los problemas de salud mental en los damnificados entre los que, previsiblemente, se duplicarán los casos de ansiedad y la depresión. Así lo ha expuesto este miércoles la ministra de Sanidad, Mónica García, que ha anunciado que para tratar estas consecuencias de la tragedia en la que han muerto 223 personas se implantarán, a principios del próximo año, nueve unidades de salud mental (Usme), con un total de 42 profesionales, para atender en los municipios devastados por las inundaciones.
Estas unidades estarán operativas durante un periodo mínimo de un año con la posibilidad de extenderse a 15 meses “o el tiempo necesario”, según ha explicado la ministra después de reunirse con el consejero valenciano de Sanidad, Marciano Gómez, la comisionada de Salud Mental, Belén González, y la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé. La ministra ha explicado que las catástrofes climáticas “no solo provocan daños físicos, sino un profundo impacto en la salud mental” y que los afectados se encuentran actualmente en un estado de shock. Más allá de este, los problemas mentales empiezan a aflorar de tres a seis meses después de la catástrofe, según ha señalado. La comisionada Salud Mental, Belén González, ha indicado que además de las ansiedades y depresiones, catástrofes como la de la dana pueden “producir trastornos postraumáticos”. El objetivo de las Usme, que estarán compuestas por equipos multidisciplinares de psicólogos, psicólogos clínicos, enfermeras, trabajadores sociales y cualquier otro personal sanitario y no sanitario, es, según han explicado, “prevenir la incidencia de las diferentes patologías”.
Mónica García ha hecho referencia a los distintos recursos que se precisan, desde el primer momento, para atender a los afectados con unos primeros auxilios psicológicos que cubran las necesidades básicas y que son atendidos por especialistas como bomberos o protección civil. A continuación, la ministra ha destacado el apoyo comunitario y familiar con una intervención dirigida a las familias con especial atención a niños y adolescentes. Tras esta ayuda, los afectados precisan de una atención más personalizada y que va destinado a la población más vulnerable o con experiencias difíciles. Tras estos, quedan por atender, por servicios especializados, quienes presentan traumas más graves.
Con estas unidades, el ministerio pretende sentar las bases de un plan estatal de ayuda psicosocial para respuesta ágil para las catástrofes, basado en una red que va desde los servicios básicos hasta la promoción de las redes comunitarias y de apoyo y los servicios profesionales más específicos sobre salud mental. Este modelo de intervención se podrá activar de forma urgente frente a cualquier catástrofe. “Lo importante es la coordinación, el trabajo en el terreno y ser capaces de anticipar a qué nos vamos a encontrar en problemas de salud mental”, ha subrayado García.
En su reunión con la ministra, el consejero Marciano Gómez ha destacado la rápida activación de la atención psicológica por parte de la Oficina Autonómica de Salud Mental y la puesta en marcha cuatro Unidades de Atención al Trauma Psicológico, destinadas a proporcionar atención integral a las personas afectadas por la dana. Estas unidades ya están en funcionamiento en los departamentos de salud de La Fe, Hospital General de València, Doctor Peset y La Ribera, y próximamente se sumarán las de Requena y Manises.
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