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Marie Claire sigue sin inversor y con la intención de presentar un ERE para sus 260 trabajadores el 30 de junio

Los sindicatos critican la decisión de la textil de ir a concurso a pesar de la prórroga de tres meses obtenida para renegociar su deuda

Manifestación Marie Claire
Manifestación celebrada hace dos semanas en Vilafranca (Castellón) contra el cierre de Marie Claire.C. Altabás

El plazo para buscar una alternativa viable para el futuro de la textil Marie Claire, con sede en el municipio castellonese de Vilafranca (1.200 habitantes), se agota sin demasiado optimismo en el horizonte. La dirección de la compañía ha trasladado este lunes al comité de empresa, en una reunión que se ha prolongado casi tres horas y que ha sido tensa -ha sido necesario un receso- su intención de liquidar la firma y proceder a un ERE total para sus 260 trabajadores, “ya que no se ha encontrado inversor”, recogen UGT y Comisiones Obreras en un comunicado conjunto. En este sentido, la dirección ha recordado que el 30 de junio “sería el ultimo día donde se podría encontrar inversor” por lo que si, llegada la fecha, no se logra el objetivo, se procederá al cierre de la fábrica de medias y lencería íntima y, con ello, al de la última gran industria de la comarca de Els Ports y Maestrat.

Los representantes de los trabajadores han mostrado su rechazo a la decisión y han reivindicado su apuesta por “seguir intentando buscar soluciones de viabilidad a la empresa, aunque sea con un 30% de la plantilla”. En este sentido, han puesto sobre la mesa que son conocedores de la prórroga de tres meses concedida a la textil para renegociar su deuda y tratar de sellar una nueva inyección de liquidez que mantenga, aunque sea bajo mínimos, su actividad.

Se refieren al edicto del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Castellón de 7 de junio publicado en el Registro Público Concursal. La resolución establece la comunicacion de la apertura de negociaciones en virtud del artículo 583 del Texto Refundido de la Ley Concursal y una prórroga de tres meses para la textil que le daría cierto oxígeno, aunque no sería el salvavidas definitivo tras años en la cuerda floja. “Seguimos pidiendo claridad y que responda el grupo empresarial; de esta prórroga nos hemos tenido que enterar por fuera, porque quienes se han reunido hoy con nosotros, que es personal de confianza de la directiva pero no la directiva, no nos lo han comentado; les hemos preguntado: si queréis ir a concurso, ¿para que pedís una prórroga?, y no han sabido ni contestar”, han incidido los representantes sindicales.

“Hemos hecho una propuesta de hacer un ERTE para una parte de la plantilla y un ERE de otro mes para el resto, para ver si mientras surge alguna oportunidad, pero no están de acuerdo. Quieren que firmemos el acuerdo de 20 horas por año trabajado y que pague el Fogasa, que nos vayamos sin hacer ruido y por la puerta de atrás, mientras se quedan con el género y la marca. Hoy ha sido un desastre”, señalan.

Si finalmente se opta por ir a concurso, la indemnización para la plantilla sería similar a la de Fogasa, “pero nos daría más tranquilidad porque todo quedaría claro, por ejemplo que los impagos están justificados; y además un concurso implica la venta de la maquinaria y de todo lo que hay en fábrica para el pago de nóminas, y da prioridad en el cobro al trabajador”, recuerdan.

Desde que el pasado 30 de mayo la dirección de Marie Claire trasladara al comité de empresa su intención de declarar el concurso de acreedores previo a su extinción si no lograba in extremis nueva financiación para relanzar la marca, dos eran los escenarios posibles en esta carrera contrarreloj de negociaciones y búsqueda, una vez más, de liquidez. Uno: aplicar un ERE para 190 empleados, abocados así al despido, y mantener la actividad de la empresa con una plantilla de mínimos: un total de 97 empleados, 57 de ellos en la planta de Vilafranca y el resto en oficinas y departamentos comerciales. O dos, bajar la persiana: ir a concurso de acreedores y liquidar la compañía este mismo mes.

Que prosperara la primera opción implicaba inexorablemte que la firma lograra financiación exterior y pudiera renegociar la deuda que, entre otras administraciones, mantiene con el Instituto Valenciano de Finanzas, que ha inyectado en la compañía más de 21 millones de euros en un plazo de dos años y no contempla la quita en caso de cierre, aunque ha anunciado que será laxo en los plazos de devolución.

Los sindicatos con representación en el comité de empresa, UGT y Comisiones Obreras, veían inviable esta alternativa por el grueso de deuda que arrastra la textil, cercana a los 50 millones de euros si se suman las pérdidas encadenadas en la última década. Pero aunque conscientes de que “ya no hay mucho margen para nada más” y de que “la gente está cansada”, defienden que “no vamos a firmar por firmar”.

Dirección y comité se han emplazado a una nueva reunión este miércoles, 21 de junio. “Salvo que ofrezcan algo interesante, que no creemos porque no están en condiciones de ofrecer mucho, iremos a concurso”, concluyen los representantes sindicales.

Marie Claire fue adquirida en abril de 2021 por la empresa Think Textil, que tiene a Inditex como principal cliente, en una operación avalada por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) a través de un plan de financiación de lucha contra la despoblación. El ajuste implicó el cierre de la planta logística ubicada en Borriol y la concentración de la actividad en las instalaciones de Vilafranca.

En junio de 2022, la compañía formalizó con la Generalitat una operación de financiación por valor de 12 millones de euros aprobada en el marco del Fondo Valenciano de Resiliencia para empresas estratégicas afectadas por la crisis.

La compañía ha apelado a los “factores externos que han dificultado aún más la recuperación” como la pandemia, que provocó una “reducción drástica del consumo de pantys a nivel mundial que, a día de hoy, no ha alcanzado el 50% de los niveles precovid”, o la crisis logística y de materias primas que ha incrementado los costes de fabricación, agravados por el aumento en los costes energéticos.

El pasado viernes, 9 de junio, alrededor de 3.500 personas clamaron en las calles de Vilafranca un plan industrial para la comarca de Els Ports ante la encrucijada que se abre para su futuro inmediato por el posible cierre de la textil Marie Claire, la única gran industria en esta zona rural del interior de Castellón.

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