Feijóo pide priorizar a la industria si hay cortes de suministro y apoya la estrategia de agitar el anticatalanismo en Valencia
El líder del PP sostiene en Castellón que sin actividad aumentará el número de personas vulnerables y reclamará al Gobierno una tarifa especial energética para el sector cerámico
Alberto Núñez Feijóo viajó este viernes a la Comunidad Valenciana, en su segunda visita como presidente del PP, y se fue con los deberes a medio hacer. No se comprometió a nada respecto al sistema de financiación autonómica, si bien reconoció la necesidad de cambiarlo porque la valenciana es la autonomía peor financiada, y evitó posicionarse sobre el procesamiento de Eduardo Zaplana, José Luis Olivas y Francisco Camps, todos ellos presidentes de la Generalitat con el PP, por supuestos amaños en contratos públicos. “Por respeto, me debo a intentar mantener el respeto a la cerámica y el esmalte de Castellón y Valencia”, respondió a la pregunta de este periódico. Sí dio pábulo a la estrategia de sus correligionarios valencianos que acusan al Gobierno valenciano de pancatalanismo.
El líder de los populares sí fue concreto tras su encuentro, en Castellón, con la patronal azulejera, Ascer, y la de fritas y esmaltes, Anfecc, ante los que anunció la presentación de una proposición no de ley para exigir medidas que favorezcan al sector, uno de los más afectados por el incremento del precio del gas. En su propuesta, el PP reclamará una tarifa especial para la industria hiperintensiva en energía, como es la del azulejo; la activación de fondos europeos disponibles para ayudar a disminuir los costes energéticos; un paquete de ayudas excepcionales y temporales para paliar los costes del gas de forma inmediata, de forma directa o a través de créditos fiscales; y la activación de mecanismos de interrumpción para que, si hay que hacer cortes de suministros, que la industria sea prioritaria, es decir, que esté por delante de los ciudadanos.
Feijóo justificó su planteamiento alegando que “si dejamos de producir, dejamos de emplear y viene la tormenta perfecta”, tal como dijo. El candidato del PP a la presidencia del Gobierno enumeró los datos del sector, líder europeo en la producción y cerca de 100.000 empleos entre puestos directos e indirectos. “Si la industria de la cerámica se apaga, miles de personas pasarán a ser vulnerables, se convertirán en parados y el volumen de vulnerabilidad crecerá exponencialmente”, dijo. “Busquemos mantener los puestos de trabajo para que se mantengan los salarios”, añadió después de reprochar al Gobierno de Pedro Sánchez que adopte medidas “con fines electoralistas pensando que si ayuda a un colectivo, ese colectivo le va a ayudar”.
Pérdida de competitividad
Feijóo habló también de la perdida de competitividad. La Comisión Europea definió en marzo el marco temporal de ayudas que cada país puede destinar a sus empresas. En el caso de Italia, principal competidor del sector cerámico español, las empresas ya están el gobierno está bonificiando hasta el 40% de la diferencia del precio del gas de sus facturas respecto a 2019.
Unas horas antes, en un acto organizado por el diario Las Provincias en Valencia, sostuvo que es “absolutamente objetiva” la necesidad de ajustar el sistema de financiación y subir la cantidad que reciben la Comunidad Valenciana y Murcia. “La Comunidad Valenciana es, se mire como se mire, la peor financiada junto con Murcia”. Feijóo incidió en que el actual modelo es “el que aprobó el PSOE con el tripartito catalán en 2009, aunque admitió que el PP no lo cambió durante su mandato en el Gobierno entre 2011 y 2018. También señaló que si fuera valenciano ,”llevaría a la mesa de negociación” la deuda generada por la infrafinanciación.
El presidente del PP nacional echó un capote al valenciano, Carlos Mazón, en su estrategia de volver a sacar el espantajo del pancatalanismo, al igual que hizo una hora más tarde también en Valencia, el dirigente de Vox, Francisco Javier Ortega Smith, que sí lo mencionó expresamente. Feijóo insinuó que esta comunidad se dejar influir y es subsidiaria de otra, en alusión a Cataluña, pese a su cultura e identidad de siglos. La Comunidad Valenciana “ya no es lo que era”. “Yo como gallego no soy subsidiario de Castilla y León, tengo la mía. La Comunitat Valenciana que yo conocía tenía una identidad muy claras, una política lingüística, unas señas de identidad y una enorme autoestima”, agregó.
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