Puig y Ribó pactan un nuevo ente gestor de la Marina de Valencia tras disolver el consorcio de la Copa
El Gobierno central consuma su salida del ente público creado con motivo de la Copa del América de 2007
El Consorcio Valencia 2007, organismo creado por el Gobierno español, la Generalitat y el Ayuntamiento para gestionar la Marina de Valencia con motivo de la celebración en 2007 de la Copa del América, ha empezado el proceso de liquidación después de que el Ejecutivo estatal haya saldado la millonaria deuda que arrastraba la entidad y haya dicho adiós al ente público. Mientras se culmina la liquidación —que puede durar entre seis meses y un año—, la Generalitat y el Ayuntamiento buscan, en una negociación no exenta de tensiones, la fórmula para cogestionar este espacio de la ciudad, visitado, antes de la pandemia, por más de siete millones de personas cada año.
El propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, sorprendía el pasado domingo con un anuncio relacionado con la gestión de la Marina de Valencia: el Gobierno trabajará para que este espacio portuario se convierta en puerto autonómico y pase a formar parte de la red de puertos que ya gestiona la comunidad autónoma.
El anuncio del presidente autonómico era un aval a la reunión convocada este lunes del consejo del consorcio por el que se ha disuelto el ente, se ha acordado el nombramiento de tres liquidadores, uno por cada administración pública, y la solicitud de auditorías e inventario de bienes. De momento, quedan por devolver unos 30 millones de euros. El Ayuntamiento deberá hacerse cargo de cinco millones y el Gobierno y la Generalitat pondrán 12 cada uno.
La comunidad autónoma está dispuesta a negociar con el Ayuntamiento un nuevo consorcio para la gestión integral de la Marina de Valencia y el Consistorio, también. “La voluntad del Ayuntamiento de continuar trabajando en la Marina es clara”, ha dicho el alcalde de la capital, Joan Ribó, quien se ha referido a este espacio como “el polo de innovación más importante y estratégico” de la capital.
Para que el futuro consorcio, sociedad o ente que suceda al que ahora está disuelto, tenga una gestión integral de la Marina será preciso que la Generalitat pida al Gobierno, concretamente al Ministerio de Transportes, la segregación de la lámina de agua de la dársena, pues el gobierno local no tiene competencia para ello. Por su parte, Ribó se pondrá en contacto con la Autoridad Portuaria de Valencia con el propósito de avanzar en el traspaso a la ciudad de la Marina sur.
“Iniciamos un proceso de liquidación, con la voluntad de que la actividad se mantenga en todo momento en esta zona, una voluntad que mira al futuro, pensando en la situación de los trabajadores, en el desempeño de las empresas que operan en este ámbito, y en los millones de visitantes que acuden cada año”, ha subrayado Ribó a la salida.
La Consejera de Transportes, Rebeca Torró, ha reiterado la vocación de la Generalitat de “montar un nuevo consorcio para poder gestionar de forma integral la Marina. “Comenzamos hoy el proceso de liquidación y trabajaremos conjuntamente con el Ayuntamiento”.
La millonaria deuda acumulada por la celebración de la Copa, la pandemia después y la falta de sintonía de los socios en el gobierno local ha lastrado en los últimos años el desarrollo de uno de los espacios con más posibilidades de la capital.
El Estado saldó en 2020 la millonaria deuda que arrastraba el consorcio después de años de reivindicaciones y el Gobierno central dejó claro que no seguiría vinculado a la entidad. Solo quedaba que los otros dos socios públicos —Generalitat y Ayuntamiento— se pusiesen de acuerdo para gestionarla conjuntamente.
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