El Consorcio iniciará este año los planes de uso de la dársena tras la Copa del América

El futuro espacio urbano de la dársena interior del puerto de Valencia, ocupado hasta 2007 por las instalaciones de la Copa del América, empezará a planificarse a partir de julio. Así lo anunció ayer el director general del Consorcio Valencia 2007, Fernando Huet, quien recordó que la explotación de la dársena por parte del organismo, integrado por las tres administraciones, aportará recursos para pagar las obras de las regatas. Un plan urbanístico definirá los usos. La dársena y la zona portuaria ocupada por las regatas no albergarán viviendas, destacó Huet. El plan original de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, incluía edificios bajos. Huet recordó que posiblemente se realice un concurso de ideas para la marina urbana, que prevé un hotel junto al nuevo canal de salida al mar.

Huet señaló que el Consorcio trabaja "bajo presión" para cumplir los plazos exigidos por America's Cup Management (ACM), propietaria de los derechos de la competición. Estos últimos meses -Huet lleva cuatro en el cargo- su labor se ha centrado "en el lanzamiento de las infraestructuras" para las regatas y "al establecimiento de una relación fluida con ACM", presidida, según sus palabras, "por la lealtad y la colaboración". Huet no quiso opinar sobre la primera etapa del Consorcio y resaltó que todos los implicados trabajan "en la misma dirección". Entre este mes y mayo, el Consorcio preparará un plan de promoción para dar a conocer la Copa del América, y cerrará las relaciones de trabajo con las distintas administraciones.

Para las prerregatas de junio, el Consorcio pretende tener listas las bases de cinco equipos, mientras espera conocer los proyectos de otros participantes. Huet también comentó que el edificio de invitados de ACM no se desmantelará tras las regatas, por lo que el Consorcio espera un diseño "paradigmático". El parque de ocio ocupará 60.000 metros cuadrados, y las 11 bases de equipos se repartirán 20.800 metros cuadrados. En 2006 se adelantará el plan para reordenar el tráfico en la dársena, de modo que los camiones alcancen el muelle de Levante tras cruzar el puente levadizo, que se cerrará una vez abierto el nuevo canal. Para dos de los aparcamientos del evento se buscarán alternativas por problemas constructivos junto a la entrada del puerto.

Mientras, Barberá ha acordado con los vecinos nuevas obras por 14 millones de euros ante la posibilidad de que el Gobierno suba en 10 millones el endeudamiento extraordinario de 50 ya concedido.