Con la innovación valenciana no basta correr, hay que hacerlo más deprisa

Algo se ha movido en el sistema de innovación valenciano desde 2014 hasta ahora. La Comunidad Valenciana se encuentra en el grupo de regiones moderadas por su grado de innovación, situándose en el puesto 104 de un total de 215 regiones europeas, según el Regional Innovation Scoreboard (RIS) publicado en 2021 por la Comisión Europea. Solo en España le sacan ventaja otras comunidades autónomas como el País Vasco, Madrid, Cataluña o Navarra pero de cinco años a esta parte el crecimiento valenciano supera en más de tres puntos la media española, es decir, se crece más rápido aunque se parta de muy atrás.

“Estamos mal pero parece que crecemos bastante y se está actuando”, ha explicado el catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Politécnica de Valencia (UPV) Francisco Mas Verdú, autor junto con otros investigadores de la universidad y la red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (Redit) del estudio sobre la evolución más reciente del sistema innovador que se ha presentado este lunes en la sede de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV).

Entre 2014 y 2019, la Comunidad Valenciana muestra un crecimiento del esfuerzo investigador (en términos de I+D y PIB) superior a la del resto de las regiones: si la tasa de variación positiva del territorio valenciano es del 4%, el resto de regiones se sitúan por debajo del 2%.

Las empresas gastaron más en I+D, concretamente un 45% en cinco años, 15 puntos por encima del total de España. En términos de personal dedicado a la innovación en las empresas, la Comunidad Valenciana se sitúa por debajo de la media española. La enseñanza superior es la que concentra la mayor parte del personal innovador, un 46%, frente al 42,8% que lo hace en las empresas. A pesar de los esfuerzos realizados para impulsar la innovación, esta no se ha trasladado todavía a la productividad.

Las mejoras, según el catedrático, se ha producido por el aumento de programas para empresas gestionados por agencias de la Generalitat como el IVACE o el AVI, “por ellos sería conveniente seguir impulsando mecanismos de interacción” con las empresas y los ciudadanos, y también sería útil reforzar los programas de apoyo a la contratación de perfiles científico-tecnológicos en las empresas para que se incremente la apuesta por la innovación en ellas y se logre mejorar la productividad de las mismas.

“Necesitamos consolidar lo que se está haciendo, de manera estable, a largo plazo y alejada de los ciclos electorales. Hay que perseverar”, ha dicho Mas.

El presidente de la CEV, Salvador Navarro, ha elogiado la colaboración entre instituciones y empresas, mientras que Andrés García Reche, responsable de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), ha asegurado que el ambiente es positivo pero el sistema tiene mucho que mejorar, sobre todo, en productividad. “La ciencia y las empresas viven vidas paralelas y eso no puede ser”, ha asegurado.

García Reche ha recordado que la AVI ha movido más de 170 millones de euros en innoación “y si se mantiene el ritmo dispondremos de 400 millones de euros en unos años”, ha concluido.