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La Guardia Civil aborda un barco de Greenpeace que impedía la entrada de un buque de gas en Sagunto

Los ecologistas exigen, en vísperas del COP26, el fin de los combustibles fósiles y denuncian la dependencia de España del gas fósil

Activistas de Greenpeace han bloqueado este martes la entrada de un buque cargado de gas licuado al puerto de Sagunto (Valencia).Foto: PEDRO ARMESTRE | EP
M. Fabra
Valencia -

Tras ocho horas de bloqueo, la Guardia Civil ha tomado este martes el control del barco Esperanza, de Greenpeace, que desde esta mañana impedía que un buque con gas licuado atracara en el puerto de Sagunto. El abordaje ha sido autorizado por un juez de Sagunto después de que los activistas se negaran a permitir la maniobra de atraque en el puerto del barco British Merchant, con una carga de 60.000 toneladas de gas natural licuado, cuyos mandos, que para evitar incidentes, decidieron permanecer en alta mar. La acción de Greenpeace tenía como objetivo exigir el fin de los combustibles fósiles y denunciar la dependencia de España del gas fósil.

El Esperanza ha anclado frente al Puerto de Sagunto poco después de las 11 de la mañana. Pese a los intentos para que desbloquearán la entrada del buque de gas y, tras escuchar a las autoridades, el capitán, Sergiy Demydov, ha reiterado su intención de seguir con la protesta, tal como ha relatado el colectivo a través de redes sociales. Fuentes de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) han asegurado a la agencia Efe que se ha respetado el derecho de protesta de Greenpeace, pero ante la negativa del barco de abandonar el puerto se requirió la actuación de la Guardia Civil para que el Merchant pudieran realizar una “maniobra autorizada”.

Tras conocer la decisión judicial, los ecologistas han cedido de forma pacífica el control del barco a los agentes de la guardia Civil, que alrededor de las 20 horas han iniciado su traslado de la embarcación a otra zona del puerto para facilitar el atraque del buque con gas licuado.

El bloqueo se ha realizado en la entrada del puerto y se han anclado, junto a la planta de regasificación de Enagás. Alrededor de las 17 horas, activistas de 19 nacionalidades, que se encontraban en el Esperanza, han desplegado una pancarta de 30 metros en el costado de estribor en la que se podía leer “El gas no es el futuro”. Además, durante la mañana, zódiacs de la organización se han aproximado al buque Merchant para pintar en su costado el mensaje “NO + GAS”, mientras un escalador se ha encaramado al ancla del barco para ejercer una resistencia pasiva, según ha explicado el colectivo en un comunicado.

Con esta acción de protesta, y a menos de una semana del inicio de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se celebrará en Glasgow (COP26), Greenpeace ha querido denunciar que “el gas no es un combustible ni limpio ni de transición, ya que en realidad es un potente emisor de gases de efecto invernadero compuesto fundamentalmente por metano, un gas con un potencial de calentamiento global a los 20 años, 84 veces superior al del CO2. En su proceso de extracción y transporte hay filtraciones de metano y finalmente durante su quema para los diferentes consumos, también produce CO2″.

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