Cataluña estudia recuperar la figura del maestro especialista en matemáticas y lenguas en primaria

Los decanos de las facultades de Educación de las universidades catalanas se reúnen este jueves con el Departamento que preside Esther Niubó para debatir una de las claves que debe ayudar a remontar los resultados: mejorar la formación que reciben los que se convertirán en futuros profesores. Y una de las propuestas que surgirá es crear las figuras del maestro de primaria especialista en matemáticas y en lenguas -una figura que había existido en los antiguos planes de estudio-, habilitando nuevas menciones en el actual grado de infantil y primaria. Los departamentos de Educación y el de Universidades confirman que “se está trabajando en el tema”, y que “la propuesta está sobre la mesa”, además de indicar que la creación de estos nuevos perfiles “es un punto en común” con los decanos.

La propuesta de recuperar este tipo de especialidades es repetida últimamente por muchos expertos, especialmente tras el desastre de los resultados de los alumnos de los últimos años en el ámbito matemático y el lingüístico, que han puesto en evidencia tanto las evaluaciones que impulsa la Generalitat como estudios internacionales como PISA, PIRLS (especializado en compresión lectora) o TIMSS (específico de matemáticas y ciencias).

De hecho, la petición de crear un perfil profesional de maestro de matemáticas y lenguas forma parte de las propuestas urgentes incluidas en el informe que realizó hace un año el llamado Grupo impulsor de medidas de mejora educativa. El entonces equipo de ERC capitaneado por Anna Simó se comprometió a “revisar en profundidad” y actualizar los perfiles profesionales de los maestros.

Actualmente, existen cuatro especialidades en el ámbito de primaria -lengua extranjera, educación física, música y atención a la diversidad-, que se logra durante la carrera universitaria a través de una mención, que viene a ser como una especialidad, pero con menos créditos y asignaturas. Pero adicionalmente, los maestros pueden acreditar mediante cursillos cuatro perfiles más: competencia digital, biblioteca, inmersión lingüística, plástica o metodología con enfoque globalizado. Estas últimas especialidades las pueden aprovechar las direcciones para reclamar un profesor con un perfil determinado, gracias al conocido como Decreto de plantillas.

Las menciones del grado de infantil y primaria vienen a sustituir de alguna manera lo que hace más de dos décadas (antes del Plan Bolonia) eran las especialidades de Magisterio. En ese momento sí existía el maestro especialista en matemáticas, pero con el nuevo plan de estudios cayó. En cambio, se han mantenido las de educación física, música o inglés.

Con todo, algunas universidades han recurrido a su autonomía para crear la mención en matemáticas, como la Autónoma de Barcelona. Otras, como Lleida o Barcelona, se incluye en una especialidad donde también se tratan otros ámbitos como el científico.

El decano de la facultad de Educación de la Universidad de Lleida, David Aguilar, defiende la necesidad de crear nuevos perfiles. “Necesitamos maestros especialistas en el ámbito científico y matemático”. Aguilar asegura que la mención STEAM de su grado de magisterio “tiene mucha demanda, aunque no está reconocida oficialmente”. “Hemos empezado a ver alumnos del bachillerato científico que llegan a nuestra facultad. Esto antes no pasaba”.

En la reunión de este jueves, los decanos se mostrarán dispuestos a renovar el catálogo de menciones del grado de magisterio, pero necesitan que estos estudios tengan una correspondencia de reconocimiento profesional, así paralelamente pedirán que Educación actualice los llamados perfiles docentes o especialidades de primaria, que después se incluirán en la bolsa de interinos. Los docentes y expertos del Programa MIF, de mejora de la formación inicial de los maestros, elaborarán conjuntamente con la Generalitat una hoja de ruta para actualizar estas menciones, algo que la coordinadora de este programa, Digna Couso, considera necesario para que los docentes “estén preparados para ofrecer una educación de calidad”.

El decano de la Rovira i Virgili, Jordi Tous, cree que antes es urgente que el Gobierno central actualice la normativa estatal, de la que dependen los planes de estudio. “No podemos hacer nuestra parte sin salirnos del marco legal estatal. Así que primero el Gobierno tendría que enviar sus directrices mínimas para que podamos actualizar los planes de estudio, que tenemos preparados desde hace dos años”.

Otras voces creen que las universidades deben tomar la iniciativa. “Las facultades se pueden mover ya porque si esperamos a la regulación del Gobierno, su adaptación en las universidades y que salga la primera promoción, ya habrán pasado seis años”, apunta Berta Barquero, profesora de Didáctica de las matemáticas de la UB y una de las coordinadoras de las pruebas PAP, de acceso a magisterio. Barquero argumenta esta necesidad en el hecho de que actualmente los alumnos que aspiran a convertirse en maestros solo cursan 18 créditos -de un total de 240- sobre cómo enseñar matemáticas en la escuela y admite que la reforma de los planes de estudio de hace dos décadas no ha sido positiva. “Se ha visto que la didáctica de las matemáticas ha quedado muy perjudicada y con los años ha tenido sus consecuencias”.