Cae una red de narcotráfico con lazos con Australia que enviaba drogas sintéticas en envases para niños

La detección de un paquete catalogado como Christmas gift for new born baby (Regalo de Navidad para un bebé) hizo saltar las alarmas en el aeropuerto de Barcelona-El Prat el pasado 11 de diciembre. En el interior se encontraron 2,3 kilos de ketamina ocultos en leche en polvo para recién nacidos, acompañados de ropa y juguetes. Los Mossos d’Esquadra, la Guardia Civil y la Policía Federal Australiana han hecho público este jueves el desmantelamiento de una red de narcotráfico internacional de drogas sintéticas que enviaba las sustancias desde Barcelona a Australia.

Con un modus operandi muy marcado, el entramado utilizaba empresas de paquetería con las sustancias estupefacientes ocultas entre la mercancía. Los investigadores han confirmado que los dos métodos más utilizados eran la perforación de libros para introducir la droga en su interior y envases de alimentación infantil.

La organización tenía ramificaciones internacionales en Europa, América, África y Oceanía. Destaca especialmente la vinculación de la red con Marruecos y Chile. La mayor parte del negocio se centraba en drogas sintéticas como cocaína, ketamina, tusi (cocaína rosa) y MDMA. La última, conocida comúnmente como éxtasis, tenían la capacidad para fabricarla con máquinas encapsuladoras.

La investigación empezó en abril de 2024 cuando los Mossos intervinieron de forma casual una red de distribución de pastillas de éxtasis en El Raval de Barcelona. Paralelamente, la Guardia Civil recibió información de la Policía Federal Australiana, que ya había realizado la explotación de la investigación, en la que constaba la detención de varias personas y la intervención de ocho kilos de ketamina que provenían de Barcelona.

Fue entonces cuando se creó un equipo conjunto entre los dos cuerpos policiales a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado (CITCO). El operativo, que contó con la participación de la Policía Federal Australiana coordinada desde Londres junto al Ministerio del Interior, se desplazó a Barcelona para participar en los registros y el análisis de información.

Diversos niveles de jerarquía con claros repartos de funciones pivotaban alrededor de su líder, un hombre de 39 años encargado de ordenar los movimientos de dinero, acordar los precios de venta y establecer contactos internacionales para enviar la droga. Incluso participaba en la elaboración de los paquetes, según los investigadores. En niveles más bajos, había personas dedicadas a la custodia y el almacenamiento de las sustancias, tareas logísticas de transporte y elaboración de paquetes. Fuentes policiales han asegurado que la venta al consumidor final se producía en grandes eventos, como festivales de música, en Ibiza y Barcelona.

La dimensión internacional de la organización se debe, según los investigadores, al alto valor de las sustancias en el país oceánico. Un kilo de cocaína en Cataluña está valorado en 20.000 euros, mientras que en Australia llega a los 150.000. Los Mossos han revelado que el valor de la sustancia intervenida en territorio catalán asciende a 1.500.000 de euros,

La última fase de explotación de la investigación entre la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil en Barcelona (UOPJ) se llevó a cabo el 11 de diciembre. Se realizaron nueve registros: ocho en Barcelona y uno en Ibiza. Hubo ocho detenidos que se sumaron a los otros tres identificados en el global de la investigación, 11 en total. Entre ellos hay un hombre de nacionalidad chilena que actuaba de nexo con el continente americano y distribuía al detalle en Barcelona.

A pesar de que la policía autonómica da por concluido el desmantelamiento de la red de distribución, ha asegurado que sigue con la investigación de los negocios que se han estado financiando en el extranjero.