Los 12 personajes que marcaron Cataluña este año 2024
Cataluña encara un cambio de rumbo político con el reto de la vivienda mientras los jóvenes marcan el paso en la cultura y el deporte
El año 2024 marca un antes y después en la política catalana de la última década: la llegada a la Generalitat del socialista Salvador Illa ha supuesto un punto y aparte en el procés y ha obligado a los otros partidos a mover ficha, aunque sea para restituir en el mando a sus dirigentes, como ha hecho Esquerra con Oriol Junqueras. Illa apuesta por el despegue económico de Cataluña, disminuida frente a Madrid, una aspiración en la que personajes del mundo empresarial como Ángel Simón, nombrado a principios de año consejero delegado de CriteriaCaixa, tienen mucho que decir. Desalojado el independentismo del altar, la vivienda se ha situado como principal desafío de la sociedad catalana, y así lo ha puesto de relieve la manifestación por el precio de los alquileres abanderada por la joven activista Carme Arcarazo. Porque 2024 ha sido también el año en que los más jóvenes han dado pasos de gigante. En el deporte, el futbolista Lamine Yamal ha sido campeón de Europa con 17 años y la waterpolista Paula Leitón ha dado una lección de vida a los 24. En la cultura, Mushka llena salas de conciertos con 20 años y Berta Prieto revoluciona el panorama creativo con solo 26 en un año que ha elevado aún más a dos grandes: el actor Eduard Fernández, con dos papeles inolvidables, y la periodista Àngels Barceló, que lo ha ganado casi todo.
SALVADOR ILLA
La “revolución de la normalidad”
Tras una travesía en el desierto de 14 años, el PSC conquistó en verano la presidencia de la Generalitat de la mano de Salvador Illa, el exministro que irrumpió en la primera línea de la política catalana en 2021 después de dirigir la lucha contra la covid. Licenciado en filosofía, exalxalde de La Roca del Vallès y primer secretario del PSC, Illa, de 58 años, se impuso por segunda vez en las elecciones autonómicas y, esta vez sí, tomó posesión del cargo en agosto tras una larguísima negociación con los comunes y Esquerra, sus socios de investidura.
Bajo el lema de la “revolución de la normalidad” y la idea de extender el principio de la “solidaridad compartida”, Illa se ha propuesto gobernar con tranquilidad y sin estridencias con la mirada puesta en mejorar los servicios públicos en Cataluña y en ejecutar el modelo de financiación singular pactada con los republicanos. El punto estrella del acuerdo se basa en que la Agencia Tributaria de Catalunya recaude en 2026 el IRPF. Illa gobierna en minoría y el éxito de su mandato se medirá en buena parte en cómo se concreta esa nueva financiación.
Con el objetivo de pasar página del procés, Illa se ha alineado por completo con Pedro Sánchez, ha defendido con ahínco la amnistía y ya no descarta reunirse con el expresident Carles Puigdemont. Su meta es recuperar el liderazgo económico perdido en favor de la comunidad de Madrid. Illa se propone potenciar las infraestructuras hídricas para no depender del cielo, acabar con las deficiencias de Renfe, paliar el déficit en renovables y devolver la excelencia en educación. No ha empezado aún a negociar los presupuestos con ERC pero, tras 14 años sin que el PSC estuviera en el Palau, dice que de momento no le quita el sueño.
ORIOL JUNQUERAS
El restituido
Oriol Junqueras pilotará Esquerra Republicana de Catalunya hasta 2028. Tras una extenuante y abrupta campaña interna, la lista liderada por el exvicepresidente catalán consiguió el pasado 14 de diciembre hacerse de nuevo con las riendas del partido que él mismo había dejado en junio. Junqueras aspira a llevar a la sigla casi centenaria a sus momentos gloriosos previos a 2017. Su plan se enfrenta a tres escollos. Cataluña ya no es la misma. Él tampoco. Y tampoco la forma en que, en las filas de ERC, se valora a su líder.
La restitución de Junqueras es inapelable, pero ha estado lejos de ser el paseo triunfal que en su entorno vendían. La votación en la que obtuvo el 52% de apoyo (frente al 48% de la candidatura rival, que encabezaba Xavier Godàs) muestra la profundidad de la crisis desatada por el fin del tándem que formó con su ex número dos, Marta Rovira, y que ha marcado el año de una formación clave en la gobernabilidad tanto del Ejecutivo central como de la Generalitat.
El cóctel que hizo explotar a ERC, tras los años de estabilidad que había traído el dúo Junqueras–Rovira, lo componen la presión de los malos resultados electorales del último ciclo, la crisis de la mayoría independentista y el escándalo por los ataques de falsa bandera que tuvieron como protagonistas a los hermanos Maragall. La asunción de responsabilidades sobre estos hechos ha sido el arma arrojadiza de todo el congreso extraordinario, que aún tiene pendiente la votación de las ponencias en marzo.
El aura de autoridad moral que envolvía a Junqueras, ganada a pulso por su opción de someterse a la justicia tras el referéndum del 1-O, había servido de pegamento en un partido noqueado tras el procés y que viró de la unilateralidad a la vía de la negociación política con el Estado. ERC es ahora un partido donde la casi mitad de la base la sigue creyendo a rajatabla y la otra ya la cuestiona abiertamente. Y un 20% no opina.
EDUARD FERNÁNDEZ
El actor de las mil caras
Ya sabíamos que Eduard Fernández era un actor extraordinario, pero el tour de force que ha hecho este año es de los que dejan boquiabierto. Dos interpretaciones sensacionales que elevan el listón de su registro a alturas estratosféricas: el Manolo Vital de El 47, de Marcel Barrena, y el Enric Marco de Marco, de Jon Garaño y Aitor Arregi. Dos personajes reales y contemporáneos —siempre mucho más difíciles de encarnar— de los que Fernández (Barcelona, 60 años) hace unas caracterizaciones sencillamente sensacionales. Además, dos individuos moralmente en las antípodas: el solidario conductor de autobús que encabeza con su luminoso acto de rebeldía la lucha vecinal de Torre Baró, y el tenebroso y mezquino impostor de los campos nazis entregado a una vida de mentiras (“Enric, ¿estuviste en Flossenburg?”). Ser capaz de hacer seguidos dos papeles semejantes, ejes absolutos de sendas películas que han marcado (y siguen marcando) la cartelera este año, solo está a la altura de los realmente grandes. Eduard, al que los que tuvimos la oportunidad de verlo en aquel despegue brutal que fue el amoral y poético protagonista de Roberto Zucco (1993) de Pasqual en el Palau de l’Agricultura en ruinas okupado por el Lliure ya sabíamos que no dejaría de escalar hasta el firmamento, tiene un don. Es de esos actores que sin dejar de imprimir su huella en el personaje se funden con él en una simbiosis natural y perfecta, tanto en teatro como en cine. Recuerda en eso, en su capacidad metamórfica, a Gary Oldman. Todo parece fácil en Fernández, dirías que pasa de papel a papel como un ladrón de cuerpos. Pero, por supuesto, detrás lo que hay es un inmenso trabajo interpretativo. Vital y Marco se suman a una galería impresionante en la que figuran desde Hamlet al ladrón Manuel, pasando por Casaldàliga, el corrupto Manchado con mano postiza o ese Paesa al que dio rostro precisamente en El hombre de las mil caras.
ÀNGELS BARCELÓ
Una voz influyente
Tres millones de personas escuchan su voz cada mañana. Así lo indica el último Estudio General de Medios (EGM), que sitúa el programa Hoy por hoy como líder del prime time de la radio en España. Con una única voz de hilo conductor, Barceló encabeza el número de oyentes durante las seis horas y veinte minutos que dura el programa. La periodista catalana lleva cuatro años al mando del programa líder de la Cadena SER, asumiendo tanto el tramo informativo como el de magazine.
Tras más de una década en la dirección de Hora 25, el programa informativo de la noche, en Hoy por hoy lleva cinco años arrancando de cero para poner en marcha la actualidad. La periodista se levanta diario a las 3.59 para oír el boletín de la SER de las cuatro y llegar a tiempo para despertar a sus primeros oyentes: “Buenos días, son las seis de la mañana, las cinco en Canarias”. Desde los micrófonos de la SER, ha relatado este año las elecciones en Estados Unidos, la DANA en Valencia y ha seguido con rigor los conflictos internacionales, como la guerra en Gaza, en Ucrania y la caída de la dictadura en Siria.
Este 2024 ha sido año de galardones para la periodista. Ha recibido la Creu de Sant Jordi, una de las máximas distinciones que otorga la Generalitat de Cataluña, en reconocimiento a sus cuatro décadas de periodismo y su implicación en causas políticas y sociales. También ha sido merecedora del Premio Ondas por su trayectoria profesional, donde aprovechó para agradecer a su equipo de radio actual. “Espero que ellos puedan tener una trayectoria tan larga como la mía. Para eso son indispensables condiciones laborales que les permitan mantener la ilusión en un oficio que es más importante que nunca”.
CARME ARCARAZO
El año de los alquileres
El sábado 23 de noviembre, antes de la manifestación que clamó contra el precio de los alquileres en Barcelona, delante de una nube de cámaras y micrófonos, estaba como un flan. El Sindicato de Inquilinas volvía a jugársela con una convocatoria de protesta por la vivienda que, pese a la incontestable historia de la ciudad movilizándose, nunca había conseguido una gran manifestación por el gran conflicto de los últimos años: la vivienda. Carme Arcarazo lanzó con su habitual desparpajo las cuatro exigencias de una marcha preparada durante meses y suspiró. Salieron a la calle 22.000 personas según la Guardia Urbana, 170.000 según la organización, en lo que se ha llamado “la revuelta de las llaves”. Horas después, el núcleo de los organizadores lo celebraría tomando algo en La Base, el ateneo del Poblesec.
“La mani fue un punto de inflexión” en la historia del Sindicato de Inquilinas, nacido en 2017, admite Arcarazo. Pero enumera otros hitos: el decreto 11/2020, que supuso regular en Cataluña el precio de los alquileres durante 18 meses hasta que lo tumbó el Tribunal Constitucional en respuesta a un recurso del Gobierno. La demanda contra InmoCriteria por “cláusulas abusivas” en los contratos de alquileres en origen público; las “victorias inquilinas” de vecinos que se pueden quedar en casa después de ser presionados por fondos de inversión; o las huelgas parciales anunciadas recientemente.
Con 28 años, Arcarazo se ha convertido en una de las caras de la vivienda en Cataluña: en la calle, pero también en los espacios de incidencia política. Trabaja en el Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA). “Hay muy poca gente levantando datos de vivienda, hacemos estudios porque no lo hace nadie”, responde sobre la vinculación entre el centro y el sindicato. Antes trabajó en el Laboratorio para la ciudad, en Ciudad de México. Estudió en la Universidad de Ámsterdam una licenciatura que incluye políticas, psicología, derecho y economía.
LAMINE YAMAL
El billete de lotería
El pasado, si se puede llamar pasado a la vida de un chaval de 17 años, reporta que Lamine Yamal fue campeón de la Eurocopa en 2024, además de adueñarse de 25 récords, todos, por supuesto, de precocidad, entre los que destacan el de coronarse como el goleador más joven de la Liga, de la historia de los clásicos y de la Eurocopa, al que se le suma el de convertirse en el más pipiolo en levantar un trofeo con su selección. Le robó marcas a leyendas como Pelé y Maradona, conquistas que entusiasman al mundo del fútbol —siempre al acecho de encontrar nuevos héroes— que lo visualiza como el heredero de Lionel Messi. “¿Qué hacía Leo a la edad de Lamine?”, se preguntaba con ingenuo orgullo Mounir Nasraoui, el padre Lamine, en una charla informal con EL PAÍS.
Explica un amigo del canterano del Barcelona que, en una tarde de esas aburridas, de las que disfrutan en abundancia los futbolistas profesionales, le preguntó cuándo se había dado cuenta de que tenía un talento extraordinario. Después de pensarlo unos segundos, contestó: “Cuando miraba vídeos en Youtube de Neymar y luego bajaba al parque a intentar imitarlo. Me salía siempre muy rápido”.
El dilema no reside en el pasado de Lamine Yamal, tampoco en un presente que ya lo contempla como el líder del Barcelona de Hansi Flick y pieza clave en la selección española de Luis de la Fuente, sino en su futuro. Ganador del Golden Boy, octavo en el Balón de Oro, Lamine Yamal parece llamado a tomar el trono del fútbol más pronto que tarde. Ese trono que solo pertenece a una estirpe de futbolistas que son poseedores de un talento fuera de lo común, similar, si se quiere, al de contar con un billete ganador de la lotería. Lamine sabe que lo tiene.
En 2025, a Lamine Yamal le espera una suculenta renovación de su contrato. Para negociar tiene a uno de los mejores agentes: Jorge Mendes, que ya lideró la carrera de Cristiano Ronaldo. Cerca de cobrar el boleto de lotería para solucionar su economía y la de su familia, ¿tendrá ganas Lamine Yamal de lidiar con todos los sacrificios que conlleva el premio de convertirse en un futbolista de época?
ÁNGEL SIMÓN
El revulsivo industrial
En el plano económico, el año empezó el 25 de enero con el nombramiento de Ángel Simón como consejero delegado de CriteriaCaixa, en sustitución de Marcelino Armenter. Lo que podría parecer un simple cambio en la cúpula del brazo inversor de la Fundación Bancària La Caixa se ha convertido en un gran giro estratégico para el mayor holding industrial de España. Un golpe de timón que Isidro Fainé, presidente de la fundación, que es la única accionista de Criteria, decidió dar para que el capital de La Caixa tuviese más protagonismo en las empresas estratégicas españolas. Y cuando Criteria se mueve, todo se mueve.
Con los últimos datos disponibles, del mes de junio, la cartera de inversiones de Criteria tiene un valor bruto de 28.800 millones de euros, y el objetivo del nuevo plan estratégico es que incremente hasta los 40.000 millones en 2030, con mayor peso en la cartera de diversificación. Las empresas en las que invierte Criteria aportan los dividendos que financian la obra social de La Caixa, y también aportan influencia y poder en los sectores más importantes del plano industrial español. Y ahí Simón casi no esperó a estrenar mandato para empezar a sacar la billetera en una empresa que hacía años que jugaba un papel prudente: desde enero, Criteria ha entrado en el accionariado o ha incrementado su participación en empresas como Telefónica, ACS, Colonial o Puig, se ha aproximado a operaciones de calado en Talgo o Naturgy, y ha vendido Saba y su participación en Cellnex.
Detrás de este trasiego de operaciones está Ángel Simón, un ejecutivo nacido en Manresa hace 67 años, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos que fue gerente del Área Metropolitana de Barcelona seis años hasta 1995, cuando empezó su carrera en Agbar, donde llegó a ser presidente entre 2010 y 2024. Convertido ahora en mano derecha de Fainé, Simón tiene por delante el reto de seguir con lo que ha empezado este año: la expansión de las inversiones y la influencia de la órbita de La Caixa en las empresas estratégicas y con mejor proyección en España.
MUSHKA
La cantante revelación
En 2021, Mushka (Irma Farelo) escribió “Canto des de caseta com si fos la Sala Apolo”. Es febrero de 2024 y la cantante afronta dos plenos en la misma sala: “Llenar el Apolo era algo imposible. Vivo como en otro mundo, no me creo que a tanta gente le guste lo que hago, no me lo creo hasta que salgo al escenario”, admitió en una entrevista a EL PAÍS. Mushka comenzó el año con su segundo EP, Sexy Sensible, y lo cierra quitándose el titulo de promesa y consolidándose como cantante revelación por los Enderrock 2024, y con un disco de oro por SexeSexy, la canción con Bad Gyal que acumula más de 11 millones de reproducciones en Spotify.
El escenario está oscuro y bajo el foco aparece ella: pelo engominado, zapatillas de deporte, bermudas vaqueras o pantalón de chándal y camiseta del Barça. La cantante de Vilassar de Mar ha revolucionado la escena con un estilo que la diferencia del resto de artistas urbanas y de su hermana mayor, la también cantante Bad Gyal. Con la naturalidad propia de quien tiene 20 años y reconoce que está “enamorada dе la shorty, però més del ron”, Mushka se ha erigido como referente lésbico y de la música en catalán, que mezcla con castellano y portugués.
“Es la envidia de Barcelona, y es normal”, porque este 2024, Mushka ha alcanzado los 667.740 oyentes mensuales en Spotify, ha dado el salto internacional y ha colaborado con grandes nombres del panorama como Soto Asa, Flashy Ice Cream, Cruz Cafuné, Raul Clyde o Delgao. Después de un año de éxito, la cantante no se da un respiro: 2025 será el año de su nuevo álbum, de su soñada colaboración con Albany y de numerosos festivales en cuyos carteles su nombre aparece cada vez más grande. Mushka, con su “flow Balotelli” se ha pasado el juego: si en 2021 llenar Apolo era inimaginable, qué pensaría de arrancar su gira en el Palau Sant Jordi el próximo 21 de marzo.
BERTA PRIETO
La revuelta cultural
Desde que se convirtió en una fábrica de titulares provocadores para el gran público en la promoción de Autodefensa, la serie que cocreó y protagonizó con Belén Barenys sobre deseo femenino bajo la dirección de Miguel Ángel Blanca en 2022, este 2024 ha probado que a Berta Prieto siempre hay que tenerla en el radar por su particular lectura social (que no generacional) de los tiempos que corren. En las antípodas de la indiferencia, las emociones que despierta cada obra, texto o artefacto producido por esta barcelonesa son siempre de intensidad alta.
Más allá de sus comentadas columnas en Quadern , Prieto ha vuelto a ser disruptiva con su última obra como dramaturga, Del fandom al troleig. Una sàtira del bla bla bla, una producción en la Beckett sobre la ambición artística que convocó como público a toda esa Barcelona que se monitorea desde Instagram (hasta Rosalía y su hermana no se la quisieron perder). En esa producción con Barenys, Roser Dresaire, Judit Martín, Irene Moray y Laura Roig sobre el escenario no solo se visibilizaron las costuras de lo estúpido del éxito contemporáneo y se parodió a la prensa cultural (con razón), también se evidenció la exigencia de estar siempre a la altura y lo que se performa para que el resto nos lea como artistas.
Lo interesante de la carrera de Prieto es ver cómo crece una artista que, con solo 26 años, lleva casi una década sacudiendo los pilares de la creación cultural sin ansiar la validación del sistema. Pasó cuando se estrenó como directora junto con Lola Rosales con El Chinabum, de donde nació su compañía Las chatis de Montalbán y salen obras como FUCK YOU MODERN FAMILY (o todo sobre mi abuela) o Derecho a pataleta (2023). Y lo que le queda.
PAULA LEITÓN
Waterpolo y amor propio
De ser campeona olímpica y una de las mejores boyas del planeta a ser víctima de comentarios gordofóbicos. Paula Leitón (Terrassa, Barcelona, 24 años) es campeona olímpica de waterpolo en una de las posiciones sobre la piscina no apta para todos: es la jugadora más corpulenta, pero también debe ser una de las más inteligentes y potentes con su tiro. Paula fue juzgada por el primer aspecto. Este verano, tras colgarse la medalla con el equipo femenino español de waterpolo en los Juegos Olímpicos de París, fue el foco de las críticas por su aspecto físico. Pero la jovencísima waterpolista pasó de ser una referente dentro de la piscina a convertirse, también, en líder en valores sociales y amor propio.
“Tengo muy grande la espalda para que me resbale”, aseguró en prime time en La Revuelta en referencia a los comentarios gordofóbicos que recibió en redes sociales durante los Juegos. Su físico es imponente: 1,90 metros con un peso cerca de 90 kilos. Junto a su talento, su éxito fue precoz. Dio sus primeros pasos en el Club Natació Terrassa antes de que, con 16 años, la fichase uno de los referentes en las piscinas, el Club Natació Sabadell. Desde entonces los éxitos no dejaron de llegar. Debutó con la selección española absoluta un año antes en el Campeonato Mundial de Kazán en 2015, y en 2016 fue la deportista más joven de la delegación española de Río. Desde entonces se ha erigido como una nadadora fundamental para el equipo nacional: en Tokio 2020 ganó la plata, y este verano, en París 2024, volvió con la presea dorada además de un gol en la semifinal y final. Leitón es un ejemplo de éxito en el waterpolo español, de mayor visibilidad al deporte, y también de la aceptación y amor propio.
XAVIER PLA
Escritor del año
Lo dicen los veinticinco críticos y colaboradores de Quadern que han votado la anual encuesta de los 30 mejores libros en catalán: Xavier Pla es el hombre del año. Este 2024 ha publicado el fruto de más de diez años de trabajo, Un cor furtiu (Destino), la biografía del escritor ampurdanés Josep Pla. El trabajo y el volumen del libro son estratosféricos: más de mil quinientas páginas de documentación y testimonios, algunos de ellos inéditos. Pero toda esta información reunida no es la única gracia del libro.
Profesor de Literatura Catalana Contemporánea de la Universitat de Girona, donde dirige la Cátedra Josep Pla de Literatura i Periodismo, Xavier Pla ha dedicado parte de su investigación a la literatura del yo. Probablemente sea por eso que, más allá de su exhaustividad, la biografía esté tramada de forma que permite al lector acceder a la intimidad y complejidad intelectual de un escritor que a pesar de dedicar su obra a hablar sobre sí mismo, no dejó de escabullirse. A partir de la vida individual de Pla (Josep), Pla (Xavier) muestra todo un siglo de historia sin perder el rigor ni el pulso narrativo, como los grandes biografistas. Xavier Pla es el escritor más destacable del año porque Un cor furtiu es uno de esos libros de fondo, una obra catedralicia a la que habrá que referirse durante décadas.
Si quieren continuar leyendo o las mil quinientas páginas son un propósito demasiado ambicioso, la lista de Quadern continúa con La Gran Substitució de Albert Pijuan, Cremo! de Maria Nicolau, Confeti de Jordi Puntí, Fam als ulls, ciment a la boca de Neus Penalba, Ocàs i fascinació d’Eva Baltasar, Arnau d’Adrià Targa, Cavall, atleta, ocell de Manuel Baixauli…
DANI ALVES
Condenado pero libre
Dani Alves ha conocido este año la derrota en los tribunales y, al mismo tiempo, la recuperación de la libertad. El exfutbolista del FC Barcelona, uno de los más laureados de la historia, fue condenado en febrero a cuatro años y medio de cárcel por violar a una joven de 23 años en los lavabos de un reservado de la discoteca Sutton, en Barcelona. La Audiencia de Barcelona dio credibilidad al relato de la víctima y concluyó que el lateral brasileño usó la “violencia” para penetrarla sin su consentimiento. La sentencia, que no es firme, satisfizo a la víctima solo a medias, ya que se quedó en la franja más baja de las que pueden imponerse por esta clase de delitos. La joven pedía 12 años de cárcel para el futbolista; la Fiscalía, nueve.
La escasa entidad de la pena impuesta a Alves se explica porque los magistrados apreciaron una circunstancia atenuante: la reparación del daño, ya que el futbolista pagó los 150.000 euros de indemnización que solicitaba la acusación por las secuelas psicológicas sufridas. La distancia entre los hechos probados en la sentencia (Alves “cogió bruscamente” a la víctima, “la tiró al suelo” y la violó pese a que ella “decía que no, que se quería ir”) y los años de condena impuestos generaron polémica. La controversia se vio agrandada cuando, apenas un mes después, el jugador obtuvo la libertad provisional.
Desde que fue detenido por los Mossos, Alves permaneció 14 meses en prisión provisional a la espera de juicio. Un mes después de haberle condenado, la Audiencia de Barcelona aceptó dejarle en libertad provisional a la espera de que la sentencia sea firme si abonaba una fianza de un millón de euros. Alves reunió el dinero unos días después. Los magistrados aceptaron los argumentos de la defensa de que el riesgo de fuga de Alves “se ha aminorado”. Desde entonces, el futbolista permanece en libertad y comparece periódicamente ante el tribunal para dar fe de que continúa en España, donde trata de recuperar su vida y pelea para que un tribunal revise la sentencia y le absuelva. El fallo se conocerá, probablemente, a principios de 2025.
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