Juan Manuel Sevillano: “El Thyssen ayudará a aumentar el número de visitantes del resto de museos de Barcelona”
El responsable de cultura del fondo Stoneweg lamenta que la “crítica rápida” acabara con el proyecto del Hermitage en Barcelona y defiende el papel del sector privado en los futuros equipamientos de la ciudad
Juan Manuel Sevillano (Barcelona, 1963) es la persona que ha orquestado y hará posible el nuevo Museo Camen Thyssen en el antiguo cine Comedia de Barcelona. El fondo de inversión Stoneweg fichó a Sevillano el año pasado como nuevo managing director de la división de la compañía dedicada a la cultura, la educación y el entretenimiento. Desde entonces, este barcelonés se marcó como uno de sus objetivos que la baronesa consiguiera, al fin, su museo en la capital catalana. Con una trayectoria de más de 25 años al frente de la gerencia de la Fundación Gala-Salvador Dalí, Sevillano tiene una amplia experiencia en consultoría de gestión cultural y filantropía. La sección que dirige este barcelonés –la Stoneweg, Places & Experiences- también ha sido la encargada de desarrollar el centro oficial de difusión de la 37ª Copa América de Vela, el Palau Martorell o el futuro hub de cultura en la fábrica Godó i Trias de L’Hospitalet. Ahora llega el turno del que podría ser su proyecto estrella: el Thyssen de Barcelona.
Pregunta: ¿Barcelona necesitaba un nuevo proyecto cultural?
Respuesta: Necesitamos un proyecto que ilusione. Tenemos que sentarnos, aprovechar que habrá un nuevo museo como el Thyssen y ampliar la base de visitantes. Es una oportunidad para que venga gente adicional a la ciudad y haya interés por vivir el arte y el coleccionismo.
P: ¿El Thyssen robará visitantes a otros museos?
R: No. Seremos un complemento.
P: La baronesa cedió al MNAC y otros centros de Cataluña obras. ¿Estas piezas pasarán a formar parte de la colección del futuro museo?
R: La dueña es la baronesa y tendrá la última palabra. Nuestra voluntad es sumar, ampliar y generar el máximo de complicidades y colaboraciones. Primero con la red de museos Thyssen y luego con todas las instituciones culturales de Barcelona. Esto no es la Pepsi y la Coca Cola. En cultura no hay competencia.
P: ¿No competirá con el MNAC?
R: Si lo hacemos bien, el Museo Thyssen ayudará a aumentar el número de visitantes del resto de museos. Queremos jugar nuestro papel y que los barceloneses quieran volver a disfrutar, redescubrir, reenamorarse de su ciudad.
P: Dicen que abrirá en 2027.
R: Es muy justo pero lo haremos lo más rápido posible sin renunciar a la calidad.
P: ¿Quién lo dirigirá?
R: El órgano de gobierno es la Fundación Arte y Legado Barcelona que decidirá si habrá director o directora o colegio de directores.
P: ¿Qué va a pasar con los comercios que están abiertos y pertenecen al edificio?
R: Tienen un contrato en vigor y seguirán operando.
P: Sabemos a qué despacho de arquitectos se encargará la reforma, quién será el chef futuro restaurante…
R: Todo será compatible con lo ambicioso del proyecto.
P: ¿Qué impacto tendrá el nuevo museo en la ciudad?
R: Solo por donde estará situado y lo que enseñaremos dentro tendrá muchísimo impacto. Los equipamientos culturales del paseo de Gràcia, como la Casa Batlló, tiene cifras de visitantes muy importantes. El Thyssen será un museo de éxito. Pronto sobrepasaremos el medio millón de visitantes y, de ahí, hacia arriba.
P: ¿Habrá colaboraciones internacionales?
R: Hasta que no tenga proyecto, edificio y cuadros para intercambiar no puedo anunciarlos.
P: ¿La baronesa tendrá algún papel en el museo?
R: El que quiera. Esperamos que sea intenso y abundante. El nuestro, es el museo que la baronesa quería para Barcelona. Es un reflejo de su compromiso personal, su historia y su visión del mecenazgo y la filantropía.
P: ¿Por cuantos años se ha firmado el contrato con la colección Thyssen?
R: Por varios años.
P: Ustedes son un fondo privado. Entiendo que la operación es rentable.
R: Barcelona olvida su raíz mercantil. El proyecto debe ser atractivo para que venga gente y poder devolver el capital privado a los inversores junto con una rentabilidad adecuada. No venimos a forrarnos, venimos a invertir con una rentabilidad. No prostituimos el arte, hay que eliminar ese estigma de que al entrar el sector privado en el mundo cultural se vende el alma. Nosotros somos un complemento y un refuerzo para que Barcelona pegue por encima de su peso. Hay que reforzar la oferta cultural de la ciudad sin manías y sin un excesivo dirigismo.
P: ¿Las infraestructuras culturales funcionarían mejor en manos privadas?
R: Las grandes, como el MNAC, no necesariamente. Hay misiones que son difíciles de cumplir desde el sector privado. La gestión del Museo Picasso difícilmente podría hacerse mejor desde el sector privado. No juzgo, venimos a sumar.
P: Entre el proyecto del Thyssen y el proyecto fallido del Hermitage, ¿Cuál es más rentable?
R: El Hermitage es un capitulo cerrado. Stoneweg ha aprendido mucho de ese proceso. Se opinó mucho sin información y se criticó muy rápido y precipitadamente condenando, sin razones objetivas, el proyecto. La administración era otra.
P: Ustedes diseñaron el centro de difusión de la Copa América en el antiguo Imax. ¿Valió la pena celebrar la regata en Barcelona?
R: Seguiremos con el centro de divulgación de la Copa América mientas no se decida cual será la próxima sede. La regata ha sido un éxito, ha promocionado la ciudad y Barcelona ha tenido un impacto extraordinario e incuestionable. Se ha posicionado la ciudad en un deporte y en un segmento que nos interesaba.
P: Lance un mensaje para los barceloneses que desconfían del futuro museo Thyssen.
R: Es bueno que personas como la baronesa, gente que ha conquistado el mundo, quiera volver a casa. Esta ciudad es un epicentro de genio creativo increíble. Debemos volver a confiar en Barcelona como un lugar donde la magia puede ocurrir.
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