Macroperación de los Mossos contra una red de tráfico de marihuana y blanqueo a través del ‘fei chien’
Más de 500 agentes se despliegan en la segunda fase de una investigación policial con 30 registros y 22 detenidos
Los Mossos d’Esquadra llevan a cabo desde primera hora de la mañana de este martes una macroperación policial contra el tráfico de marihuana, el blanqueo de capitales y la tenencia de armas. Unos 500 agentes de la policía catalana se han desplegado por la provincia de Barcelona y Tarragona para llevar a cabo 30 registrosn en los que se han detenido a 22 personas. Se trata de una investigación que nació de una operación antidroga anterior, con nexos entre Milán y Barcelona, y que destapó una red de blanqueo a través del sistema de transacción de dinero hawala o fei chien. El caso, que dirige el juzgado de instrucción número 4 de Badalona, se encuentra bajo secreto de las actuaciones.
La Operación Doulu ha empezado poco después de las seis de la mañana, cuando los agentes han irrumpido de manera coordinada en numerosos domicilios de la ciudad de Barcelona, su área metropolitana y la provincia de Tarragona. Liderada por la unidad de delitos económicos, y en coordinación con Europol, la investigación se centra en un entramado financiero que detectaron en un caso previo de una organización radicada en Italia, que se valía de sucursales de origen chino para mover dinero sin necesidad de transferencias. El grupo importó 30 toneladas de hachís y marihuana, y logró unos 26 millones de euros de beneficios al año. En este nuevo caso, los Mossos han detenido a una veintena de personas, la mayoría de origen chino y albanés, según fuentes policiales. Entre otros servicios, se han desplegado los GEI y también la canina, que suele intervenir en los casos en los que se busca dinero en efectivo. La Policía Nacional, conjuntamente con los Mossos, está llevando a cabo registros también en Málaga (dos) y Castellón (tres).
La primera investigación, hace un año, puso al descubierto los secretos del fei chien (traducido: dinero que vuela), una especie de banca paralela que funciona en todo el mundo y que está en manos de ciudadanos chinos. El crimen organizado recurre a menudo a ella por su opacidad. El método permite la compraventa de droga sin tener que hacer transferencias bancarias ni mover grandes cantidades de efectivo, con lo que se reducen los riesgos ante la policía. En el caso investigado, el comprador de droga entregaba el dinero a un hawalador de Milán y el vendedor recibía el efectivo por la mercancía en un establecimiento análogo de un polígono industrial de Badalona. Los banqueros chinos se compensan entre sí las cantidades y reciben, a cambio del servicio, una comisión que oscila entre el 1,5 y el 8%, según han constado los investigadores. Para proporcionar seguridad a la transacción, facilitan un código (el número de serie de un determinado billete de cinco euros) y la dirección del establecimiento.
La nueva operación lanzada con autorización judicial surge a raíz de los indicios recopilados hace un año. Entonces, la policía registró diversas naves industriales dedicadas a la venta de productos al por mayor (en especial, del textil) que servían en algunos casos como tapaderas para la hawala. El juzgado incluyó como investigados a diversos ciudadanos chinos propietarios de esos locales que llevaban un alto tren de vida. Y se incautó de numerosos dispositivos electrónicos que han servido para hacer avanzar y extender la investigación. El operativo se centra ahora precisamente en el aspecto económico de este entramado que va mucho más allá del polígono sur de Badalona y que incluye la financiación de toda clase de grupos criminales, según fuentes de la investigación.
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