La Copa del América reactiva una disputa de las asociaciones de kitesurf con el Ayuntamiento de Barcelona

Todo empezó con un grupo de WhatsApp, en el que quienes se dedicaban a practicar kitesurf en sus tiempos libres compartían previsiones de viento, información sobre cometas y spots privilegiados en Catalunya. El grupo, según explica su presidente Xavier de Palacio, ahora se ha convertido en una “asociación deportiva reivindicativa” con el nombre de Pirates y milita por un mayor espacio en las playas de Cataluña para poder practicar un deporte que se ha convertido en olímpico desde los juegos de París 2024. Las asociaciones de kiteros, como se conoce a quienes practican este deporte, tendrán que presentar el plan de playas a los distintos ayuntamientos en donde pretenden navegar durante el otoño.

El tira y afloja de las asociaciones de kitesurf de Cataluña con municipios como el de Barcelona, Badalona o Castelldefels ha durado 4 años. Empezó con la llegada de la pandemia. “Los diferentes ayuntamientos han ido adoptando medidas para restringir cada vez más la práctica de nuestro deporte” asegura De Palacio. Con la llegada de la Copa del América a las playas de Barcelona, los kiteros se quejan de un trato desigual por parte del consistorio. “Todo lo que piden desde la organización de la Copa del América, el Ayuntamiento lo otorga, y a nosotros, que solo pedimos un espacio de cincuenta metros en las playas, nos lo niegan todo” afirma De Palacio, quien al mismo tiempo se confiesa un fanático del campeonato de vela que se disputa en Barcelona.

Una cometa de kitesurf cabe en una mochila mediana. Una vez desplegadas, las cometas miden alrededor de 12 o 13 metros. Un tamaño que parece mayor cuando se las infla, pero incomparable con el tamaño de un velero de la Copa América. Los deportistas necesitan por lo general de la ayuda de una persona más para que sostengan la cometa mientras se tiemplan las líneas (los cordeles que atan la cometa a la barra que sujeta el navegante). Durante el lanzamiento de la cometa puede ocurrir que el viento sea demasiado fuerte y propulse al navegante por los aires, o puede hacer caer la cometa contra el suelo, dos escenarios peligrosos en el caso de que una persona se encuentre cerca.

La tensión por la elaboración del plan de uso de playas ya es palpable dentro de las asociaciones. El plan debe ser aprobado por los municipios en donde se pretenda navegar. El procedimiento tiene innumerables etapas: “La solicitud tiene que pasar primero por los ayuntamientos, después por Capitanía y la Generalitat, y finalmente tiene que ser aprobada por todos estos organismos” afirma Pablo de Palacio, abogado de Pirates. “Sin embargo, nunca hemos conseguido pasar del primer paso, que son los ayuntamientos, es muy complicado que lo aprueben”, asegura.

Marc Viadiu, presidente de la asociación windsurf Badalona, una asociación que reúne a aficionados a distintos deportes de vela, asegura que “actualmente solo hay una zona en Cataluña en donde se puede practicar decentemente este deporte, que es en Castelldefels, pero en la zona urbana de Barcelona prácticamente ya no se puede hacer”. En las páginas web de previsiones de viento se pueden consultar las condiciones climatológicas para alrededor de seis lugares diferentes en Cataluña para practicar kitesurf, muchos de ellos en la Costa Brava y Badalona.

Desde el Ayuntamiento de Barcelona aseguran que la práctica de kitesurf está prohibida actualmente en las playas de la capital porque no se puede garantizar un espacio exclusivo para este deporte. Según la normativa vigente de Capitanía marítima, el kitesurf se puede practicar siempre que sea a 200 metros de la línea de la costa y para llegar desde la playa debe haber un acceso de uso exclusivo. “Atendiendo las dimensiones, usos y número de visitantes de las playas de la ciudad, actualmente no se pueden habilitar accesos exclusivos para este propósito”, rematan desde el Consistorio.