La consejera de Salud quiere reforzar el sistema sanitario catalán con unos 4.000 millones de euros más

La consejera de Salud de la Generalitat, Olga Pané, ha anunciado que quiere aumentar hasta el 7% del Producto Interior Bruto (PIB) la financiación para la salud pública de Cataluña, que actualmente se ubica en el 5,7%, según ha planteado este miércoles en su primera comparecencia en el Parlament de Catalunya. “Nuestro sistema es solvente, pero no lo suficiente para los retos que nos vienen”, ha planteado ante el resto de formaciones políticas.

Cataluña registra actualmente un PIB de unos 292.000 millones y destina unos 16.000 a Salud (5,7%). De aumentar este porcentaje hasta el 7%, como ha reclamado Pané, el gasto destinado a Sanidad alcanzaría los 20.000 millones de euros. Un estudio de la Universitat Pompeu Fabra cifró en abril las necesidades del sistema en unos 3.000 millones más. Para conseguir este incremento, la responsable socialista ha reclamado ponerse de acuerdo con el resto de formaciones.

Durante casi una hora, Pané ha desgranado sus intenciones para tirar adelante el sistema de salud pública catalana, marcado por el envejecimiento de la población (en el año 2070 habrá unos tres millones de personas de más de 65), el cambio climático y la llegada de enfermedades a través de los mosquitos que hasta ahora no se registraban en el territorio.

Pané ha defendido que es necesario repensar el modelo actual para reducir la brecha entre el presupuesto de la consejería (unos 13.00 millones según el Departamento) y el gasto real (unos 16.000 millones de euros). “Esta diferencia tensiona a nuestros proveedores y compromete las finanzas de la Generalitat. Si no nos ponemos de acuerdo en este punto, llegará un momento que comprometerá la respuesta sanitaria”, ha argumentado Pané. Para ello, la consejera socialista ha planteado destinar el 7% del PIB. “No es ningún disparate”. Según Salud, Cataluña (5,7 %) es la segunda comunidad que destina un porcentaje más bajo, solo por delante de la Comunidad de Madrid (4,2 %).

La salud pública y la atención primaria “son los grandes pilares” del sistema de salud de Cataluña, ha indicado la consejera, aunque no se ha comprometido a destinar el 25% del presupuesto del Departamento de Salud a la atención primaria, tal y como han reclamado reiteradamente los profesionales del sector.

Ha anunciado también que una de las primeras medidas que tomará antes de que acabe el año será desplegar prestaciones odontológicas y de salud bucodental para las personas con discapacidad intelectual o física de extremidades superiores, que tienen dificultades para mantener en condiciones sus dientes.

En salud mental, Pané ha asegurado que se centrarán en los niños y jóvenes y ha informado de que cambiarán la orientación de los centros de atención que se ocupan de la salud mental de los menores para que los profesionales ‘salgan’ a las escuelas y centros cívicos.

Estas medidas se incluyen en los 12 ámbitos que ha citado la consejera como prioritarios en esta legislatura, el primero de los cuales es el envejecimiento sano y activo, “un reto, no solo sanitario, sino de toda la sociedad, buscando alianzas a nivel local”.

Fortalecer la atención primaria será otro de estos ámbitos y Pané ha apostado por dar continuidad a los profesionales en sus puestos de trabajo y a los equipos, y ha anunciado que quiere probar la fórmula de los “asistentes clínicos”, que no ha detallado.

Respecto a la espera de una media de cinco días para que un paciente sea atendido por su médico de cabecera actualmente en Cataluña, la consellera de Salud ha considerado que “cuando han pasado 48 horas esta persona ya está en las urgencias del hospital”, por lo que se propone conseguir que el 90 % de los ciudadanos tengan acceso en 48 horas, además de reforzar la atención domiciliaria.

Consolidar las mejoras laborales de los profesionales sanitarios, armonizar las condiciones laborales y disponer de un registro de profesionales del sistema sanitario de Cataluña son otras acciones que ha citado.

Otros países europeos “se han puesto las pilas y, si no cambiamos, las generaciones futuras no tendrán un sistema de salud con las mismas garantías que tenemos”, ha argumentado, a la vez que ha pedido a los diputados poder pactar los cambios necesarios, implicando también al mundo local.

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