Pablo La Parra, nuevo director de la Filmoteca de Catalunya: “La cultura cinematográfica es mucho más de lo que se ve en pantalla”

El nuevo director de la Filmoteca de Catalunya, Pablo La Parra (Gandía, 37 años), ha explicado hoy su proyecto para el centro y las líneas maestras de la que será su actuación al frente del mismo. La idea fundamental de La Parra y que da nombre a su proyecto, Filmoteca en transición, con el que ganó el concurso de dirección, es que el centro tiene que adaptarse a un mundo de cambios contínuos y por tanto debe estar presto a irse adaptando sin cesar a esas transformaciones. Entre las novedades que ha explicado La Parra están la activación de un nuevo programa de residencias nacionales e internacionales dirigido a perfiles profesionales muy variados, la potenciación de la “soberanía tecnológica” en conservación de la Filmoteca con un reforzamiento de sistemas aparentemente ya obsoletos (fotoquímica) que permitan preservar patrimonio antiguo (una necesidad de la que alertaba el anterior director, Esteve Riambau), la ampliación de la memoria cinematográfica del país con una perspectiva inclusiva, la creación de un programa de historia oral con registros sonoros (ha mencionado su interés por recoger testimonios de “voces infrarrepresentadas” como las de mujeres mayores nacidas en los años cincuenta para las que el cine ha sido un espacio vital fundamental), la promoción de “experiencias artísticas híbridas” y la realización de exposiciones “que refuercen nuestra voz”. El nuevo director apuesta por profundizar en las colaboraciones en calidad y no en cantidad, y en cuanto al barrio, en que se ubica el edificio insignia de la institución ha recalcado que “la Filmoteca está orgullosamente situada en el Raval”.

En una presentación realizada en La Monroe, el bar de la Filmoteca, en el que ha estado arropado por la consejera de Cultura en funciones de la Generalitat, Natàlia Garriga (a la sazón con una chaqueta rosa que parecía un homenaje a la anfitriona Marilyn), La Parra ha destacado con énfasis que “la cultura cinematográfica es mucho más que las proyecciones”. Garriga ha destacado que la llegada del director, al que conoció, ha dicho, en la despedida de Riambau, y del que ha destacado su currículo, abre una nueva etapa tras 14 años en los que “han pasado muchas cosas y al principio de los cuales no teníamos ni el edificio”. La Parra ha sido escogido en un concurso público al que se presentaron 27 candidaturas. “En la de Pablo destacaba una formación muy sólida y su conocimiento sobre protección y preservación del patrimonio cinematográfico que es una de las grandes tareas de la Filmoteca, así como su experiencia en investigación”, ha apuntado Garriga, que ha recalcado también la “mucha sensibilidad” del nuevo director hacia el patrimonio cinematográfico catalán y su “pasión por el cine”. La consejera en funciones ha recordado que la Filmoteca está en el umbral de la aprobación de la nueva ley que le dará al centro emancipación e independencia, con autonomía jurídica y operativa, y confirmará el cine como uno de los ejes culturales del país.

La Parra ha profundizado en la idea del cambio como estado permanente en la historia del cine. “Hemos de aprender a vivir en un mundo cambiante y adaptarnos a él con flexibilidad”, ha dicho, “con conciencia de los retos de cualquier equipamiento cultural en un momento de crisis sistémica, social, cultural, climática e incluso democrática”. Su diagnóstico es que la Filmoteca llega a estos retos en una posición “inmejorable de fortaleza, innovación y excelencia”. El centro, ha destacado, “juega en la primera división internacional de equipamientos equivalentes”, y goza de un amplio prestigio.

La Filmoteca, ha dicho reforzará de puertas adentro la coordinación y la cooperación entre todas las unidades del equipamiento, mientras que de puertas afuera abrirá la institución a una diversidad de interlocutores en todos los ámbitos. Ha situado las líneas de actuación en cuatro ejes: adaptación al mundo digital, sostenibilidad, énfasis en el cine, la lengua y la cultura catalanes, y protección y promoción de la diversidad, con especial acento en la igualdad de género.

La Filmoteca acometerá un programa de mejora y optimización de sus instalaciones, actualizará su presencia en el entono digital (web y comunicación) y activará el mencionado programa de residencias. La Parra ha destacado su propósito de consolidar y visibilizar el Centro de Conservación y Restauración de Terrassa (2CR), la otra pata de la Filmoteca, como un centro de referencia internacional. En cuanto la documentación, ha expresado que la colección de la Filmoteca ha de presentarse como un todo interconectado y abierto y que se perfeccionarán las herramientas de consulta y el catálogo, la ventana de entrada y el “mapa del tesoro”. Ha recalcado que el patrimonio no son sólo las películas sino todo un variado material que incluye revistas, carteles “y toda la memoria cinematográfica del país”. Esa memoria se va a ampliar con iniciativas como la del programa piloto para desarrollar “un plan estable de preservación de la historia oral del cine del país”.

La Parra quiere reforzar “la vinculación afectiva con la creación contemporánea”, en la consideración de que el cine catalán “vive un momento histórico” y la Filmoteca ha de acompañarlo. “El cine catalán nos ha de percibir como su casa”, ha reflexionado. En cuanto a las proyecciones, la Filmoteca pasará a un modelo de dos temporadas al año, promoverá la diversificación para dar cabida a formatos que desborden la proyección clásica (seminarios, talleres, conferencias performativas, experimentos híbridos…) y también estimulará los comisariados externos e intercambios de programación con otros centros internacionales. Reforzará una historia permanente del cine catalán y dará acogida a preestrenos de cine y a la creación emergente e independiente.

En cuanto a las exposiciones, la Filmoteca reforzará su identidad —”nuestra voz propia”— e introducirá “nuevos formatos ligeros” que mostrarán nuevas formas de despliegue en la sala del Raval. El área de mediación y educación sustituirá a los servicios educativos para trabajar en colaboración con la entidades y equipamientos culturales del Raval. El nuevo director aspira a tejer mayores “vínculos afectivos” con el barrio, “sin quedarnos en el campo retórico”, y apostando por “la porosidad de la Filmoteca con el entorno”.

En paralelo a esa escala micro, la Filmoteca tiene una macro, ha recordado, que es la del que es “de facto un equipamiento con dimensión de país”. En ese sentido “tiene la responsabilidad de actuar sobre el conjunto del territorio, creando complicidades con otros agentes”.

Preguntado por sus gustos cinematográficos, La Parra ha recordado que hizo su tesis doctoral sobre el cine militante y clandestino durante la dictadura y la transición, y ha llamado a no olvidar la lección que dieron las personas que crearon esas películas, en condiciones muy difíciles. Como valenciano, ha dicho, se siente muy responsable de colaborar con otros territorios de le lengua catalana, “siempre con el respeto y el radio de acción que nos corresponde institucionalmente”. Sobre los festivales ha dicho que se seguirá colaborando pero “no somos una sala que se alquila” sino que se trabajará conjuntamente y se profundizará “en calidad y no en cantidad de colaboraciones”.

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