Conmovedor homenaje a Agustí Villaronga en la Filmoteca de Cataluña: “Pensamos en él y el alma se nos ensancha”
Familiares, amigos y compañeros de profesión han recordado la noche del jueves al cineasta desaparecido en un acto muy emotivo que ha incluido la proyección de su película ‘El testament de la Rosa’
Lo ha expresado de la manera más hermosa y más clara posible, abriendo un surco en la carne de la noche, la actriz Marina Gatell, a la que dirigió en Pà negre y Després de la pluja: “Pensamos en Agustí y el alma se nos ensancha”. Ha sido la emotiva intervención de la intérprete, desde un “atril abierto” al que podía acceder quien quisiera, una de las que han tenido lugar durante el conmovedor homenaje al cineasta Agustí Villaronga (1953-2023) celebrado el jueves por la noche en la Filmoteca de Cataluña, en Barcelona. La Sala Chomón se ha llenado para el acto que ha incluido la proyección de una de las películas de Villaronga, nada menos que el documental El testament de la Rosa (2015), que rodó con la actriz Rosa Novell, ya enferma de un cáncer que la dejó ciega y del que moriría poco después.
El homenaje, al que han asistido familiares del director, amigos y compañeros de profesión y que ha contado con la presencia de la consejera de Cultura, Natàlia Garriga, ha arrancado con unas palabras del director de la Filmoteca, Esteve Riambau, que ha recordado que el viernes se estrena en salas Loli Tormenta, la última película rodada por Villaronga (queda un guion suyo para una serie con Mediapro), paradójicamente su primer largometraje en tono de comedia, aunque no deja de hablar de la enfermedad y la muerte, algo habitual en su filmografía desde Tras el cristal (1987).
En una sala con una gran foto de Agustí Villaronga en la pantalla (la tan icónica de Blai Tomàs que presidió su funeral), Riambau ha explicado que elegir película para la ocasión no era fácil y que podían haber seleccionado Tras el cristal, la única que hizo a partir de un guion propio, pero que el filme está en proceso de digitalización por la propia filmoteca y que se presentará en otra ocasión la nueva copia. El testament de la Rosa, ha considerado, “no es la más reconfortante, pero sí la más adecuada”, dado su carácter de documental sobre “la lucha contra la enfermedad” y la idea que transmite de “morir con las botas puestas” que la hace tener mucho sentido. Y ha concluido: “El testament de la Rosa es también de Agustí”.
A continuación, ha ocupado el atril Paula Villaronga, hermana del cineasta, que ha recordado que se han dicho cosas muy hermosas de Agustí y de su talento, y ha querido leer una carta de su padre -un gran aficionado al cine que trasmitió su amor por las pantallas a su hijo y que falleció justo antes del estreno de Tras el cristal- y que constituye un canto al séptimo arte.
Tras la proyección de la película, en la que aparece el propio Agustí Villaronga hablando con la Novell y que el público siguió con el corazón en un puño (Riambau ha citado después la frase de Cocteau “el cine no es más que atrapar la muerte trabajando”), la consejera Garriga ha expresado el reconocimiento del gobierno de la Generalitat al talento del director fallecido. Ha hablado a continuación Marcus JGR, compositor de bandas sonoras para Villaronga (entre ellas la de El testament de la Rosa), que se ha emocionado expresando su sensación de que el director “no se ha marchado y en cualquier momento me llamará para otro proyecto”. Ha subrayado la pasión por el cine de Villaronga y cómo “el mismo día que lo iban a dormir hablaba en la cama como si estuviera rodando”.
Judith Colell, presidenta de la Academia del Cine Catalán, ha recalcado el lado familiar, amistoso y tierno del director, ha destacado que todo el mundo lo apreciaba y ha hecho sonreír subrayando que “era muy guapo siempre pero de joven era guapísimo”, y relatando al respecto la anécdota de que ella tuvo un accidente con el coche de su padre al ver la foto de Villaronga en el chaflán del cine Capsa donde se proyectaba Tras el cristal y quedar tan fascinada que chocó con el automóvil de delante.
La cineasta Rosa Vergès ha leído fragmentos de la correspondencia que intercambiaba con Villaronga, mientras que Marina Gatell lo ha calificado de “ser realmente inusual, sencillo y potente”, capaz de “normalizar lo fascinante”. El director de fotografía Josep Maria Civit ha explicado el proceso de filmación de El testament de la Rosa (que se hizo al no poder Rosa Novell interpretar El testamento de María, de Colm Tóibin, montaje teatral de Agustí Villaronga que finalmente protagonizó Blanca Portillo). “Agustí sabía sacar humor en situaciones tensas”, ha dicho del documental con Novell ciega, un “unplugged en blanco y negro que es una lección de teatro, de cine y de vida, una joya”. El también director de fotografía Jaume Peracaula ha recordado como “con Agustí empezamos en el cine a la vez y de manera desastrosa porque al principio no nos tragábamos, luego nos hicimos los mejores amigos y reíamos como animales; cuando íbamos a localizar, ahí salía el Agustí más humano que he conocido”.
Han cerrado el acto remontándose hasta los tiempos de estudiante de cine en 1978 de Villaronga dos de sus compañeros entonces, Eulalia Goma y Cesc Mulet, que hicieron con él el pionero ciclo de CIPLA (Curso de iniciación para el lenguaje audiovisual) en el Institut del Teatre de la calle Elizabets de Barcelona, con Joan Enric Lahosa de maestro “y cámaras del año del catapum”. Allí, Villaronga “destacó rápidamente”, han dicho, para acabar con un “sin Agustí no podemos vivir” que ha compartido toda la sala.
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