El jefe de los Mossos: “Las armas de fuego vinculadas al crimen organizado están creciendo”

El jefe de los Mossos d’Esquadra, el comisario Eduard Sallent, ha admitido la preocupación por el aumento de las armas de fuego en Cataluña. “Las armas de fuego vinculadas al crimen organizado están creciendo”, ha indicado en rueda de prensa. E incluso ha manifestado que en alguna ocasión se han planteado un dispositivo específico, cualitativo, con el mismo espíritu del Plan Daga, para intervenir navajas y cuchillos en la calle. A pesar de eso, Sallent ha puntualizado que en la mayoría de homicidios se agrede con un arma blanca (42%), frente a los casos con una pistola involucrada (11%), según ha detallado en rueda de prensa este viernes. El uso de armas de fuego vinculado a la delincuencia ha crecido un 15%, según fuentes policiales consultadas por EL PAÍS, mientras que las intervenciones de armas de manera genérica por parte de los Mossos crecieron un 28% el año pasado.

La polémica de las armas en las calles catalanas ha eclosionado después del doble crimen durante la verbena de Sant Joan en Girona, en la que el autor abrió fuego con un Kaláshnikov, un arma de guerra. El máximo responsable de los Mossos ha defendido la actuación de los agentes en los disturbios posteriores al crimen. “Nuestro objetivo era evitar la escalada [del conflicto], encontrar al autor y que no se produjesen situaciones de extrema gravedad”, ha insistido, a pesar de que la policía catalana no ha encontrado al hombre casi dos semanas después, y la familia de las víctimas han protagonizado incidentes violentos, como la irrupción a la fuerza en las urgencias del hospital Trueta, destrozos de pisos en Font de la Pólvora y en barrios de Figueres, y amenazas de muerte a familiares del supuesto autor que acudieron a recoger objetos de valor a sus casas destrozas. Se actuó con “congruencia, oportunidad y proporcionalidad, entendiendo que la intervención hubiese tenido un resultado peor”, ha argumentado el comisario, que lo ha comparado con las actuaciones policiales ante manifestaciones. Y ha repetido que no habrá “impunidad” y que ya se investiga cada uno de los episodios.

Sallent ha comparecido por primera vez en una rueda de prensa desde hace más de tres meses para explicar el dispositivo especial de seguridad de los Mossos para este verano, en el que se prevé un aumento de la llegada de turistas, y el evento internacional de la Copa del América. Acompañado del también comisario David Boneta, ha descrito un operativo “robusto” en el que los antidisturbios apoyarán a los agentes de seguridad ciudadana en las zonas turísticas más tensionadas, y también ha detallado que habrá más policías (882), y más horas extra, que cada jefe regional podrá adaptar según sus necesidades. La mirada está puesta principalmente en el ocio nocturno, con multitud de fiestas mayores, y conciertos, pero también en municipios de montaña y zonas de interior que han visto crecer la población desde la pandemia. Evitar la delincuencia sexual y la acción de los delincuentes multirreincidentes serán ejes principales en el despliegue.

En su intervención, Sallent también ha sido preguntado sobre la polémica que persigue su ascenso al máximo rango en el cuerpo, el de mayor, que el actual Departamento de Interior de ERC se vio forzado a acelerar de manera precipitada por la convocatoria imprevista de elecciones. Un juzgado ha ordenado la paralización de la oposición de manera cautelar, después de la denuncia de un sindicato, pero el Departamento de Interior no ha suspendido el curso de formación obligatorio previo al ascenso, a la espera de que el juzgado aclare los detalles de su orden. Sallent ha confirmado que ya ha acabado el curso, después del cual se prevé la formalización del ascenso. “Soy un servidor de la ley”, ha dado Sallent por respuesta ante las preguntas de los periodistas, ante la polémica, y ha remitido al Departamento de Interior.

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