Paco Solé i Parellada y Xavier Pellicer, Premios Nacionales de Gastronomía de Cataluña
La Academia Catalana ha decidido desdoblar el galardón para seguir valorando la innovación de la cocina de autor pero a la vez preservar el patrimonio culinario tradicional
Paco Solé i Parellada y Xavier Pellicer comparten desde esta noche el Premio Nacional de Cataluña de Gastronomía 2024, que por primera vez se ha desdoblado en dos categorías: el premio a la tradición, que recae en el primero, veterano restaurador del 7Portes; y el de autor, que en este caso se lo lleva el segundo, que tiene el restaurante del mismo nombre, Xavier Pellicer, y lleva años demostrando que se puede ser excelente enfocado en el mundo vegetal y ecológico. Los demás premiados de la noche son Toni Massanés, Fina Navarro, Núria Bonet y Empar Moliner.
La Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición ha dado un paso al frente con los galardones de este año. En un momento de desconexión galopante por la cocina tradicional catalana, tanto en restaurantes como en las cocinas de casa, los académicos quieren poner su granito de arena por el recetario catalán y así lo han demostrado en un acto en el que han participado 650 personas, con la presencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
Carles Vilarrubí, presidente de la institución, ha contado que la Academia es “consciente, observa y valora la riqueza innovadora” en la cocina, pero “quiere continuar alentando la cocina de siempre, la tradicional, para preservar nuestro patrimonio”. Una herencia que se tambalea especialmente en Barcelona, donde las grandes cadenas y el alto porcentaje de visitantes están cambiando las costumbres locales en la mesa.
La manera de poner en valor las dos potencias ha sido crear la categoría de cocina de autor y tradicional, de modo que cada año se pongan de relieve las dos maneras de practicar la cocina en la restauración. Vilarrubí ha destacado que lo conveniente es que las dos cocinas “convivan y tengan la máxima valoración”.
Hasta ahora, algunos años se llevaban el reconocimiento principal y, por tanto, todo el foco cocineros como Jordi Vilà (2021) o Isidre Gironès (2018), que son férreos defensores de la tradición, mientras que otros el protagonismo recaía en mentes creativas como Albert Adrià (2020), Fina Puigdevall (2019) o el trío Oriol Castro, Mateu Casañas y Eduard Xatruch (2016), que desde hace una semana regentan el mejor restaurante del mundo, Disfrutar, según la lista The World’s 50 Best Restaurants.
De hecho, los premios de la Academia nacieron en 2002 con la finalidad de preservar la identidad de la cocina catalana y para ayudar a conocer, estudiar, promover y gozar de la gastronomía propia. Así este año también se han premiado otros profesionales del mundo gastronómico como Toni Massanés, que ha recibido el Premio Especial de la Academia por su dedicación a la investigación y la docencia desde la Fundación Alicia.
Además, Núria Bonet, de Ca la Núria de Bellver de Cerdanya, ha sido galardonada con el Premio Revelación, quien dirige su propio restaurante con producto de proximidad y temporada en su municipio natal, al que volvió después de aprender cocina y trabajar en diferentes restaurantes como el de Nandu Jubany. El Premio Jefe de Sala también ha recaído en una mujer -algo poco habitual si se repasa el listado histórico-, Fina Navarro, por sus treinta años atendiendo en Fonda Gaig, la Torre del Remei y Petit Comitè de Barcelona.
Los premios se han entregado en una gala celebrada en los Jardines del Palacio de Pedralbes de Barcelona, con un ágape servido por el chef Nandu Jubany, que también fue premiado en 2011 y actualmente es de los cocineros catalanes más emprendedores, con multitud de restaurantes y negocios relacionados en marcha. Los comunicadores y humoristas Òscar Andreu y Òscar Dalmau han puesto el picante a una noche fresca de preverano conduciendo la gala.
Durante su parlamento, Vilarrubí también dedicó unas palabras a los payeses: “Sus problemas son ya de supervivencia y no exagero”, lanzó en presencia del presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, y el consejero de Agenda Rural, David Mascort. Y parafraseando a Gabriel Celaya, Toni Massanés zanjó su discurso de agradecimiento asegurando que “la cocina es un arma cargada de futuro”.
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