El Sónar llega al corazón de la Casa Batlló con una experiencia inmersiva de The Chemical Brothers

El Sónar es un festival muy de Barcelona, que siempre ha ido extendiendo sus tentáculos experimentales por rincones insospechados de la ciudad. Esta vez ha llegado directamente al centro, consiguiendo encender un pequeño corazón con forma de cubículo en el subterráneo de uno de los iconos de Gaudí, la Casa Batlló. El festival de referencia de música, innovación y creatividad enciende su 31ª edición con una instalación audiovisual que firman The Chemical Brothers y Smith & Lyall. La experiencia dura 13 minutos y las entradas ya están a la venta a un coste de 15 euros. Más allá de los días oficiales del festival, 14 y 15 de junio, este espectáculo se podrá disfrutar a partir de mañana y hasta el 31 de julio.

La música que The Chemical Brothers ha creado para ‘Music:Response’ suena mucho más chill. No hay que esperar una pequeña transportación de un concierto en el Sónar de noche al centro del edificio modernista. Aquí se viene a fluir, a dejarse llevar por las imágenes y la música, que transportan al espectador de un tema a otro, como si estuviera dentro de un videoclip. Enric Palau, codirector del Sónar, contaba anoche en el preestreno que “está pensado para un público amplio”, tanto festivalero como familiar o intergeneracional.

Llegar hasta The Cube, que es este espacio de la Casa Batlló que recrea un cubo, un espacio 360º situado en el sótano y diseñado para ofrecer experiencias audiovisuales inmersivas, ha sido un proceso largo, cuenta Palau. The Chemical Brothers, indiscutible pareja de baile del Sónar, hacía tiempo que querían salir del escenario grande para ofrecer nuevas experiencias. Aquí consiguen crear un envoltorio más íntimo, para una cuarentena de personas, con el trabajo de Smith & Lyall, los artistas visuales que hace tres décadas que les acompañan en sus giras.

En el preestreno, los dos artistas se mostraron muy agradecidos por poder estrenar este montaje dentro de una obra del arquitecto modernista: “Gaudí ilustra la libertad de expresión a la que aspiramos. Creó mundos de fantasía con sus edificios, con sus propias reglas y su propia lógica. Son entornos inmersivos en los que se tiene la sensación de estar fuera del mundo que conocemos, una evasión de la realidad hacia lo sublime, que comparte The Chemical Brothers”. El dúo británico, formado por Ed Simons y Tom Rowlands, no pudo estar en la presentación, pero el día antes lo dejaron todo listo para el estreno de este viernes.

Esta instalación aporta una nueva dimensión al universo creativo surgido de esta colaboración, situando por primera vez al público en el centro de la experiencia y rodeándolo de los famosos robots y bailarines 3D. Todo ello con nuevos sonidos del dueto electrónico. Es imposible no sacar los móviles mientras las imágenes se van entrecruzando con uno mismo, saliendo de cualquiera de los leds que envuelven al espectador. Pero todo resulta relajado, incluso la música suena a muchos menos vatios a los que Sónar acostumbra. Para subidones a ritmo de ‘Hey Boy, Hey Girl’ habrá que seguir acudiendo al epicentro del festival, en Fira Gran Via 2.

The Cube se queda como nuevo espacio

Después del estreno de Sónar, The Cube seguirá ofreciendo experiencias innovadoras que combinan música y arte visual de la mano de otros artistas. Casa Batlló ha hecho una inversión de 4 millones de euros para adecuar este espacio, construido con píxeles y audio de alta gama, que se nutrirá de creadores e ingenieros de primera línea. Como dijo su director, Gary Gautier, The Cube es “un lienzo en blanco” para colorear un poquito más Barcelona.

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