El puerto de Barcelona, repleto de superyates por la Copa del América de vela: atracarán 300
La regata atrae a embarcaciones de lujo, de hasta 120 metros de largo, veleros clásicos y probablemente el buque escuela Juan Sebastián Elcano
El Puerto de Barcelona ha colgado el cartel de “completo” en sus tres marinas para los yates y superyates que atracarán en la ciudad con motivo de la Copa del América. Por ahora hay casi 200 reservas confirmadas y pagadas de barcos de entre 15 y 100 metros de eslora, con una media de 47 metros por embarcación (a partir de 40 metros se considera superyate), confirma la agencia del sector BWA Yachting, socia en el programa para superyates de la organización de la regata y que lleva dos años trabajando en la cita. El puerto busca espacio para que atraquen otros 100. Son barcos propiedad de particulares de países de los equipos que participarán en la regata o de sus patrocinadores y empresas vinculadas. Llevan tripulaciones de hasta 30 personas y comenzarán a llegar en agosto, con una estancia media de más de un mes. La Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) y BWA Yachting aseguran que no pueden revelar nombres de estos clientes ni el coste de los amarres, por cuestiones de confidencialidad. Alguno de los propietarios aparece en la lista Forbes, desvelan otras fuentes próximas al evento.
Además de estos barcos de lujo, es muy probable que durante la regata escale también en Barcelona el buque escuela de la armada española, el Juan Sebastián Elcano. Y habrá también decenas de veleros, algunos clásicos que hace décadas participaron en la llamada Fórmula 1 del mar y que protagonizarán regatas organizadas por el Real Club Náutico de Barcelona. La demanda de amarres es de tales dimensiones que se ha extendido a puertos vecinos, como el de Badalona o el de Vilanova i la Geltrú. “Necesitaríamos tres puertos”, resume gráficamente una profesional de estas instalaciones, mientras la agencia socia de la Copa del América asegura que la competición atrae a embarcaciones en “instalaciones de toda la costa catalana e incluso Baleares”.
Fuentes del Puerto de Barcelona reconocen que han buscado “espacio por todos lados”. “Hemos colgado el cartel de completo”, asegura un directivo de la institución, que explica que los barcos comenzarán a llegar en agosto. El plazo mínimo de alquiler de un amarre es de un mes y el momento de lleno total será en octubre, cuando la Copa del América celebra las finales.
En el Port Vell estarán a tope de yates las marinas del propio Port Vell (delante de la Barceloneta), Marina Vela (al lado del rompeolas) y el Moll de la Fusta. Y se habilitará para estos grandes barcos por primera vez el Moll de Llevant (mirando al mar, a la derecha de Colón), actualmente en obras después de que ya no atraquen allí los ferries que viajan a Baleares. Incluso se ha preguntado a los pescadores si estarían dispuestos a cambiar de ubicación para ganar espacio: las barcas de pesca pasarían de estar atracadas mirando al Maremagnum, a la parte interior, a las marinas que reparan embarcaciones. Aparte de todas estas marinas, también habrá grandes embarcaciones o clásicas en el Port Fòrum: tanto en los pantalanes interiores, como en los exteriores.
La directora general de BWA Yachting en España y responsable del proyecto de la Copa del América en Barcelona, Antonella della Pietra, explica que para acomodar toda la demanda, “en coordinación con la Autoridad Portuaria” están “valorando cerrar acuerdos con otras instalaciones”. Con las marinas y los muelles de la Fusta y Llevant hasta la bandera, una opción no confirmada oficialmente podría ser utilizar los muelles de los cruceros, cuya temporada alta no comienza hasta octubre. Los superyates “servirán tanto como alojamiento como para que sus propietarios naveguen y presencien las regatas desde una posición más cercana durante la competición”, apunta Della Pietra. Y siempre respetando las normas que fije “la Autoridad Portuaria para garantizar la seguridad y el desarrollo ordenado de las actividades marítimas”.
Della Pietra asegura que la presencia de estos barcos de lujo “generará una actividad económica significativa” en sectores como la economía azul, hostelería, gastronomía, entretenimiento y turismo local, además de “las empresas locales que aprovisionarán estas embarcaciones”. Y señala que la mera presencia de los barcos dará “visibilidad internacional” a la ciudad, que posicionará como destino de “eventos marítimos y viajes de lujo”. La directiva apunta que aunque “este sector pueda parecer elitista, ayuda a distribuir riqueza” y crea empleo. La agencia, precisa, ha contratado a 50 personas, y en conjunto la estancia de las superembarcaciones requerirá más personal “en los astilleros, empresas de asistencia técnica, pintores o electricistas”. Solo las tripulaciones, pone como ejemplo, incluyen, además del capitán y los marineros, “ingenieros, azafatas, chefs y posiblemente personal especializado adicional como masajistas, entrenadores personales o personal de seguridad, según las preferencias del propietario y el tamaño y propósito del yate”. Preguntada por las tarifas de los amarres asegura que son datos confidenciales y que, según “las directrices de la organización, son extremadamente contenidas” y varían en función de la ubicación en las marinas y si se miden por metros de eslora o metros cuadrados de superficie.
Nuevos espacios en Badalona y demanda en Vilanova
En el puerto de Badalona explican no pueden albergar megayates, pero sí barcos de hasta 40 metros y que están intentando habilitar nuevos espacios para una demanda “muy superior” a la habitual entre agosto y octubre. “Son reservas de, sobre todo, italianos y franceses, cuando en Badalona los clientes suelen ser alemanes, británicos y franceses”, apuntan fuentes de la marina, donde también señalan que las reservas son de particulares y también charters, empresas que buscan espacio para veleros o catamaranes para navegar con clientes. Y sobre Vilanova i la Geltrú, fuentes de Ports de Catalunya apuntan que en la dársena de grandes esloras las reservas son desde finales de agosto hasta finales de octubre para yates de entre 25 y 95 metros de largo, y en general particulares, con estancias de entre un mes y un mes y medio.
Sobre la previsible estancia del Juan Sebastián Elcano, el velero de cuatro mástiles y 113 metros de eslora, fuentes de la Armada informan de que se está buscando una “ventana de oportunidad” para que el buque escuela visite Barcelona en septiembre. Una cuestión que, con motivo del Salón Náutico en octubre, trataron durante una conversación el almirante jefe de la Armada, Antonio Piñeiro, y el alcalde Jaume Collboni.
Fiesta de la náutica, con varias regatas clásicas y la espectacular J Class
Coincidiendo con la Copa del América en Barcelona se celebrarán otras regatas clásicas, organizadas por el Real Club Náutico de Barcelona, algunas con veleros de varios países que hace años que no se reúnen en un mismo puerto. Del 4 al 7 de septiembre tendrá lugar la XVII Puig Vela Clásica, con veleros botados entre 1949 y 1984, además de otros más modernos. La regata también congregará a 25 veleros de la Clase 12, uno de los veleros más elegantes, según los expertos, que entre 1958 y 1987 se batieron en la Copa del América. También competirán una quincena de barcos de la clase Esmeralda 888 (13 al 15 de septiembre) y Maxis (de entre 18 y 30 metros del 24 al 29 de septiembre. La primera semana de octubre se celebrará la SuperYatch regata, de superyates a partir de 30 metros de eslora, que amarrarán en el Port Fòrum; y a Barcelona acudirán embarcaciones de la J Class (5 al 11 de octubre), impresionantes veleros en origen de los años 30, con más de 20 tripulantes, cuyos propietarios han restaurado o construido y que amarrarán en el Real Club Náutico de Barcelona.
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