Copa del América de vela: “Nadie conocía a Vilanova i la Geltrú en el mundo. Ahora ya sí”

Vilanova i la Geltrú zarpa al mar y abre el telón de la Copa del América de Barcelona de 2024. La ciudad costera acoge desde este jueves y hasta el domingo la primera de las tres regatas preliminares previstas, donde los seis equipos inscritos en la Copa se enfrentarán por primera vez. El resultado de la prueba de este fin de semana no afecta en la competición del 2024 para conseguir la Jarra de las Cien Guineas (como se conoce el trofeo que determina el campeón de la Copa del América) pero sí puede establecer quién es favorito a un año vista y quién tiene más trabajo pendiente. La regata preliminar se presenta como una “oportunidad” para dar a conocer Vilanova a nivel internacional.

“La regata pone a Vilanova en el mapa internacional”, defiende Eva Pizá, coordinadora del evento. “Este es un municipio conocido a nivel local; más desconocido a nivel estatal; y nada conocido internacionalmente. Esto ahora va a cambiar”, remarca. Tras esta primera regata, los equipos volverán a verse las caras a finales de noviembre en Jeddah (Arabia Saudí) y finalmente en agosto del 2024 en Barcelona, a las puertas de la definitiva Copa del América, que se disputará entre agosto y octubre del mismo año.

Con los equipos establecidos en Barcelona desde hace días, la regata de Vilanova empezará este jueves con una regata oficial de entrenamiento. La ceremonia de inauguración se celebrará a las 19.00 horas de la tarde. La competición constará de tres jornadas y se iniciará el viernes día 15 (a las 15:30 horas) para finalizar el domingo 17. Se disputarán ocho mangas en flota (todos contra todos): tres el viernes, tres el sábado y dos el domingo con la regata final que disputarán los dos primeros equipos de la general en un duelo directo.

La organización confía en que el viento sea protagonista y conceda una primera jornada vistosa. “Lo más importante para Vilanova y la competición es que las condiciones sean las óptimas para tener una disputa atractiva para los espectadores”, insiste Pizá. “Todas las instituciones y administraciones se han volcado con este evento. Lo único que no podemos controlar es el viento”, prosigue la organizadora, que admite que las previsiones climatológicas “no son espectaculares pero los mínimos están garantizados”.

El objetivo de los equipos es mantener su AC40 [un modelo monocasco de 40 pies (12 metros) de eslora] el mayor tiempo posible en vuelo gracias a los foils [las aletas inferiores que levantan el barco utilizando los mismo principios físicos que las alas de un avión cuando cogen velocidad], por lo que la fuerza del viento es crucial. Cuando esto se consigue, únicamente estas hidroaletas mantienen el contacto con el agua y el barco se eleva casi un metro sobre el nivel del mar. Cuatro tripulantes dominan estos barcos: dos timoneles delanteros controlan las funciones de control de vuelo; y dos trimmers se sientan detrás para controlas las velas y optimizar el viento.

En la prueba compiten los mejores regatistas del mundo, reuniendo 14 oros olímpicos, 60 títulos mundiales, diez Copas América ganadas y 36 que han competido ya en ellas. El Team New Zealand /Nueva Zelanda) es el defensor de la Copa del América, y el Ineos Britannia (Gran Bretaña), es el challenger (el equipoi conocido como retador por haber sido el primer club en anunciar que pretende conquistar la corona del actual campeón). También compiten el Luna Rossa Prada Pirelli (Italia), el Alinghi Red Bull Racing (Suiza), el American Magic (Estados Unidos) y el Orient Express (Francia), el último en incorporarse.

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