Frenesí de obras en el litoral de Barcelona a cuatro meses de las regatas de la Copa del América

A saber cuánta gente hay trabajando, pero son centenares. Desde el Puerto Olímpico hasta el rompeolas, pasando por la Barceloneta, el muelle de Pescadores, el de Drassanes, el Maremagnum, el tramo final de la Rambla o las plazas al final de Via Laietana. Grupos de decenas de operarios ultiman obras de mejora en calles, plazas, carriles bici o miradores de la fachada marítima a cuatro meses de la celebración de la Copa del América en Barcelona. Algunas deben terminar en julio, otras en agosto. Unas son del Puerto de Barcelona (120 millones de inversión en total), otras del Ayuntamiento, y alguna privada, como la del Club Natació Barcelona. Comparten que llegan justas, de ahí el frenesí. Recuerda a los años de elecciones municipales en primavera, aunque esta vez es para recibir con la mejor cara a los visitantes de la regata más famosa del mundo. Las que siguen son las principales obras en marcha en un litoral, cuyas playas han vuelto a perder arena, lo que trae de cabeza al consistorio y a los chiringuitos, porque pone en riesgo su actividad.

Lavado de cara al Puerto Olímpico. El puerto, herencia de los Juegos de 1992, está en plena transformación y el consistorio asegura que las obras “finalizarán de forma casi simultánea y estarán listas” para las regatas. La antigua rampa de acceso ya no existe y ahora se entra por un túnel creado a la altura de la torre Mapfre. Ojo ciclistas si las barreras de acceso están levantadas. Ya dentro, se constata que los nuevos locales comerciales en el Muelle de Mestral, que buscan atraer a economía azul, vinculada al mar, están acabados. Una oferta que reemplazará a los locales de ocio nocturno donde en los últimos años los incidentes eran frecuentes. Y habrá un acceso directo desde el puerto a la playa de la Nova Icària. En el Muelle de Gregal, va a toda mecha la construcción de los nuevos restaurantes y pérgolas, y al final, se reforma completamente el Centro Municipal de Vela. Al fondo, en el Dique de Abrigo, también hay nuevos locales y un nuevo paseo mirador. El dique, por cierto, ha sido reforzado en su parte exterior.

Nuevo carril bici en Joan de Borbó. Los trabajos en esta arteria de entrada a la Barceloneta están avanzados y buscan crear un eje para bicis para enlazar con el paseo de Picasso o la Via Laietana sin molestar en las aceras. Va en calzada, pegado al lado del Port Vell y es bidireccional. La previsión es terminar en junio.

Tramo final de la Rambla. La esperada y retrasada reforma de La Rambla comenzó en octubre de 2022 a la altura del Museo de Cera. Unos trabajos que tras unos meses a ritmo pausado, cogieron brío y ahora mantienen patas arriba todo el tramo final (de Santa Mónica para abajo, incluyendo las aceras de la esquina de las Drassanes que mira a Colón). “Aquí cambiamos hasta la última farola”, señora, explicaba el martes un trabajador admitiendo que van apurados para llegar a julio. El follón de tráfico en torno a Colón durante las obras es considerable.

Plazas de Correos e Idrissa Diallo. La segunda fase de las obras de reforma de la Via Laietana (la otra arteria que cruza Ciutat Vella, que está en obras como la Rambla), incluye la reurbanización de las plazas de Correos e Idrissa Diallo (antiguamente Antonio López). Los dos espacios se conectarán con un paso de peatones más ancho y central. En origen la idea era sacar la peana de la escultura de Antonio López y “aumentar la vegetación con más arbustos y árboles, además de generar nuevos espacios de estancia, con bancos”, informó en su día el Ayuntamiento. Pero los vecinos del Gòtic están que trinan ante un cambio de proyecto no acordado que prevé mantener la peana y reducir el verde.

El edificio histórico del Puerto, en obras. El imponente edificio, que primero fue estación de pasajeros, luego la Junta de Obras y más tarde la Autoridad Portuaria hasta 2010, tenía pendiente la reforma desde hacía años y cuando comenzó la empresa quebró. Los trabajos se retomaron en octubre del año pasado, con un presupuesto de 17 millones de euros. Pero para la Copa solo estará terminada la fachada. El interior, tendrá que esperar.

El muelle de Drassanes, para uso ciudadano. La antigua terminal (vallada) por donde accedían coches y camiones para tomar los ferries a las Baleares (mirando al mar, a la derecha de Colón), se está adecentando para uso ciudadano. Será otro mirador de las regatas, con sombras y bancos.

Bus náutico, de Colón al muelle de Llevant. Una vieja idea que no acababa de materializarse y lo hará un mes antes de la Copa del América, en julio. Un pequeño transporte marítimo que costará 1,9 euros de ida y tres ida y vuelta.

Muelle de Pescadores. Es otra intervención de calado que encara la recta final. Se construye una nueva lonja, que se pondrá en marcha en breve para comprobar su funcionamiento, antes de derribar la antigua, característica por sus volúmenes hexagonales. Luego se pavimentará todo el muelle, se habilitará un aparcamiento y se abrirá todo el espacio al público, con una pasarela que permitirá ver el interior de la lonja.

Nueva madera en el puente del Maremagnum. En el centro comercial también ha habido movimiento en vistas a la celebración de la Copa del América. El edificio del IMAX se ha convertido en el edificio central de la competición. El Cinesa ha sido demolido y el Acuarium será reformado. También se ha instalado el equipo Inneos Britania y el Alinghi Red Bull. Actualmente, el Puerto interviene en el puente, repicando las estructuras metálicas oxidadas y reponiendo las maderas.

Antiguos tinglados. Han sido completamente rehabilitados (con espectaculares acabados como estructuras de madera) y acogerán el servicio de hospitality: esto es, será una herramienta comercial al servicio del Puerto para invitar a clientes (navieras, cargadores de mercancía) a disfrutar de las regatas.

Mirador del rompeolas y edificio para restauración. Está en la zona de la nueva bocana y el mirador, espectacular, se abrió hace pocos meses. El edificio del extremo, en forma de U invertida, que tendría que albergar cuatro ofertas de bares y restaurantes, finalmente no abrirá a tiempo antes de la Copa. Aunque se abrirá su azotea al público, gratis. También se habilitará la explanada de la nueva bocana, el espacio donde se habría ubicado el fallido museo Hermitage.

Club Natació Barcelona. Una ambiciosa rehabilitación integral y reforma de las piscinas y fachadas del veterano y renombrado club, que invierte 30 millones de euros e incluye nuevos sistemas energéticos más sostenibles. El espacio más llamativo de una instalación que en total tiene 300 metros de fachada en primera línea de mar, será el Beach Club, abierto a no socios. Piscina redonda, suelo de madera y hamacas con servicio de bar a pie de playa, pero sin arena.

La teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona Laia Bonet apunta que “las actuaciones que están transformando la fachada litoral la conectarán mejor con los vecinos y la prepararán ante los nuevos retos sociales, económicos y ambientales”. En este sentido, precisa que las reformas de la Rambla y la Via Laietana “consolidarán una Barcelona más adaptada al cambio climático y con mayor calidad urbana”, y la del Port Olímpic “abrirá un nuevo espacio de uso ciudadano que acogerá un evento de gran impacto como es la Copa del América”.

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