Anna Simó admite que “el sistema educativo necesita reformas”, pero las fía a los pactos políticos y el presupuesto

Casi una semana después de la publicación de los malos resultado de PISA y tras la polémica sobre la muestra de las pruebas -Educación achacó el fiasco a una sobrerepresentación de alumno inmigrantes, afirmación que rectificó al día siguiente-, la consejera de Educación, Anna Simó, ha comparecido este lunes para explicar las políticas educativas que deberían paliar la situación. Simó ha evitado hacer autocrítica de la gestión de la polémica, pero ha admitido que “el sistema educativo necesita reformas” y entre las medidas anunciadas destacan un aumento de las aulas de acogida, la reforma de la carrera de Magisterio o un plan de extraescolares con valor pedagógico para los alumnos vulnerables. Eso sí, ha asegurado que para llevarlas a cabo es necesario un acuerdo político que garantice la continuidad de las medidas más allá de los cambios de gobierno y, especialmente, presupuesto. “No tenemos que ir dando tumbos y reaccionar a golpe de volante. Tenemos que tomar decisiones en consenso con todos”, ha aseverado Simó.

Los resultados del informe internacional PISA -que evalúa el nivel de matemáticas, lectura y ciencias- de 80 países resultaron un jarrón de agua fría para Cataluña. Es la comunidad que lidera la caída en matemáticas y lectura: en la primera baja 24 puntos respecto a la edición de hace cuatro años y en la segunda el descenso es más pronunciado, con 38 puntos. En ciencia, Cataluña no se sitúa a la cola de regiones, pero aun así pierde 12 puntos.

La consejera Anna Simó asegura que el alto nivel de pobreza infantil y la segregación escolar lastran los resultados, pero ha defendido las medidas puestas en marcha el año pasado (como la formación de cómo los profesores enseñan las matemáticas o un plan piloto para recuperar algunas bibliotecas escolares). “El sistema tiene buenos pilares, pero hay algunos puntos que se tambalean”, ha admitido Simó. En este sentido, Simó ha aseverado que “el sistema necesita reformas”, pero que ello pasa “por un acuerdo de país” y por la disponibilidad presupuestaria.

Simó ha presentado estas reformas en una lista de 10 medidas, entre las que destaca un plan para implantar extraescolares de carácter educativo para los alumnos vulnerables. “Estos alumnos acostumbran a hacer solo clases de repaso, pero la idea es ofrecer clases de robótica, inglés o música y que tengan las mismas oportunidades”, ha justificado Simó, al mismo tiempo que ha descartado recuperar la sexta hora lectiva que la mayor parte de escuelas públicas perdió con los recortes en 2012. No obstante, la consejera ha admitido que Educación no puede asumir este coste y ha pedido la colaboración de otras administraciones. También lo ha solicitado para hacer gratuita toda la etapa de 0 a 3 años.

Asimismo, Simó ha anunciado que si hay recursos se ampliarán las aulas de acogida -donde los alumnos recién llegados aprenden el catalán- y que el plan piloto de Barcelona con aulas de acogida aceleradas para los alumnos de 2º a 4º de ESO se extenderán al resto de Cataluña. También se plantea transformar a partir de 2024 el Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo (que gestiona las pruebas de competencias básicas y otras evaluaciones internacionales como PISA y elabora los informes pertinentes) en una agencia pública de evaluación de todas las políticas educativas “que informe sobre qué medidas funciona y qué políticas de otros países se pueden implantar”, ha apuntado Simó.

El paquete de medidas incluye también aumentar los recursos de la escuela inclusiva, renovar el plan de estudios de Magisterio para adaptarlo a la realidad de la escuela actual, hacer un seguimiento del plan de refuerzo de matemáticas y lectura, un plan para reducir el abandono escolar con un refuerzo de la orientación, hacer prevención del acoso escolar o un acuerdo político para dar estabilidad a las medidas durante dos legislaturas.

Simó ha asegurado que este martes comparecerá ante el Consejo Escolar de Cataluña, y el lunes en el Parlament, para explicar los resultados en PISA y las medidas a poner en marcha. También ha asegurado que enviará una carta a profesores y familias para “hacer piña” y “apuntalar el sistema educativo”.

La culpa ahora es del Consejo de Evaluación

La consejera no ha querido hacer autocrítica sobre la polémica sobre la muestra de PISA, en que los responsables del Departamento culparon de los malos resultados a un error en la muestra y a una excesiva representación de alumnos inmigrantes. Al día siguiente, Educación corrigió la postura. Simó ha cerrado filas este lunes con los cargos de su departamento, pero en cambio ha apuntado al Consejo Superior de Evaluación, y, por defecto, a su presidente Carlos Vega -ausente durante estos días-, como responsables. “El Consejo avaló la muestra y por eso he hablado de cambios profundos en el Consejo, que veremos a partir de enero”, ha zanjado Simó.

Por su parte, los sindicatos Ustec·Stes, Apepc·Sps, Intersindical, CGT y UGT han pedido este lunes el cese del secretario de Políticas Educativas de la Generalitat, Ignasi Garcia Plata, y del director general de Innovación, Digitalización y Currículum, Joan Cuevas, -los dos cargos del Departamento que comparecieron el martes para explicar el informe PISA- por haber vinculado los malos resultados a los estudiantes inmigrantes, lo que han tachado de “declaraciones racistas”.

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