La Diputación de Barcelona aprueba su presupuesto con una insólita mayoría que roza la unanimidad

En tiempos de fragmentación política, cuando en las instituciones resulta complejísimo armar mayorías para llegar a cualquier acuerdo, la Diputación de Barcelona ha aprobado este jueves su presupuesto para 2024 con 50 votos a favor de los 51 que tiene el pleno. Solo VOX ha votado en contra. Los síes suman los partidos que gobiernan la Diputación (PSC, ERC, comunes, Junts per Igualada -de diputados del antiguo PdeCat- e Impulsem Penedès), pero también la oposición: los votos de Junts, PP y Tot per Terrassa. La presidenta de la Diputación, Lluïsa Moret, ha agradecido el apoyo que han recibido las cuentas, que ha recalcado que tienen como voluntad ser útil a los municipios y dar respuesta a las necesidades, “por encima de matices y siglas”.

El primer presupuesto de la Diputación de Barcelona en este mandato asciende a 1.243 millones de euros, un 14% más que el aprobado para este año. El Presupuesto mantiene el equilibrio presupuestario entre ingresos y gastos, sin déficit, y sin endeudamiento desde 2019, y son las cuentas más elevadas de la historia de la Diputación debido “la buena evolución de la economía” en 2022, ha explicado la diputada de Servicios Generales y Transición Digital, Pilar Díaz.

El 80% del presupuesto se destinará a los Ayuntamientos, por lo que son “plenamente municipalistas”, ha defendido Díaz, con la intención de priorizar las políticas dirigidas a las personas, y centrarlos en la transición ecológica y la digital, bajo la mirada de la sostenibilidad económica, ambiental y social. Se trata de “la primera piedra” que la Diputación impulsa en este nuevo mandato, junto a la elaboración del Plan de Actuación de Mandato 2023-2027, que la corporación prevé aprobar en febrero.

El diputado de Junts Raül Garcia ha valorado el esfuerzo de apoyar a los gobiernos locales y el compromiso de aplicar más recursos y programas de apoyo, además de dar continuidad a planes que se impulsaron en el anterior mandato. Por parte del PP, el diputado Manu Reyes ha avisado de que no son las cuentas que los populares hubieran elaborado, porque no están de acuerdo con algunas de las partidas, pero ha explicado que las apoyan porque comparten “el espíritu de trabajar conjuntamente” para ayudar a los municipios. Desde Vox, Jordi Albert, el único diputado que no los ha apoyado, ha considerado que son unos presupuestos “generosos” y ha criticado que no se haya tenido en cuenta a su partido durante su tramitación.

Los ingresos de la Diputación proceden de tres fuentes: casi mil millones de euros (982 millones) de la cesión y participación en los tributos del Estado; 220 proceden de ingresos no tributarios (incluyen precios públicos y subvenciones, entre otros), y 41 millones de ingresos tributarios (entre los que se incluye el impuesto sobre actividades económicas y las tasas). El Plan Xarxa de Governs Locals, con 333 millones de euros, continuará siendo una de las principales líneas de apoyo de la Diputación a los gobiernos locales; un programa que se materializa con el Catálogo de Servicios (148 millones), el Programa General de Inversiones (159 millones) y los programas sectoriales o específicos (26 millones). El presupuesto incluirá una partida de 25 millones para que las municipios hagan las inversiones que crean necesarias ante la sequía; 200 millones para actuaciones relacionadas con la sanidad, la educación, la cultura, el deporte y el ocio; y 87 para infraestructuras, entre otras.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal