Los expertos de Aragonès sugieren cinco escenarios de referéndum sin limitar la pregunta a la independencia

Cinco escenarios de referéndum, que podrían ser tanto a nivel catalán como de ámbito nacional, y preguntas que no se limiten a la independencia sino a otras maneras de encaje político en el seno del Estado. Ese es, a grandes rasgos, el centro de la propuesta entregada al Gobierno de Pere Aragonès por parte de los nueve expertos a los que se les había encargado el diseño del llamado acuerdo de claridad, la propuesta de cómo hacer un referéndum pactado y que ERC pretende debatir en la mesa de diálogo.

El documento, elaborado por reconocidos politólogos y juristas de todo el espectro ideológico, llega en un momento de alta tensión política, con las negociaciones de investidura de fondo. Tanto Junts como ERC, cuyos votos son necesarios para que Pedro Sánchez sea elegido jefe del Gobierno, ponen como condición el reconocimiento de la autodeterminación de Cataluña y la publicación de este informe seguramente será un argumento de peso que los republicanos querrán exprimir en el último tramo de la negociación con los socialistas.

Desde el año pasado, Aragonès había dejado claro que pediría al Gobierno que aceptara un acuerdo de claridad sobre el referéndum, es decir, sin fijar calendarios ni preguntas, se avanzara en dejar claras cuáles serían las condiciones para celebrar esa votación. ERC tiene su propuesta, que fija que el Gobierno esté obligado a negociar la independencia si el 55% de los catalanes la apoya en una consulta pactada, pero el president quería que se tratara de una “propuesta de país” aunque fue rechazada por Junts, comunes, PSC y la CUP. El planteamiento del acuerdo de claridad es idéntico con el que hace un par de semanas, los republicanos sacudieron el tablero de las negociaciones para la investidura

En la lista de expertos contactados en abril de este año figuran nombres como Astrid Barrio, Marco Aparicio o Josep Lluís Martí y en su propuesta recoge cinco propuesta de referéndum concretas. La primera, denominada “referéndum de inicio en el territorio subestatal”, que consiste en consultar a la ciudadanía de Cataluña sobre “la conveniencia de que el Parlament iniciara un proceso de reforma constitucional” para contemplar la independencia o un cambio en el encaje territorial.

La segunda, también de ámbito subestatal, sería un “referéndum de ratificación” y consultaría a los catalanes sobre “un acuerdo político previamente cerrado sobre la independencia o una nueva acomodación en el seno del Estado”. Sería este el modelo sobre el que actualmente trabajaba la mesa de diálogo donde se proponía que cualquier acuerdo tuviera una validación democrática y los expertos ponen a guisa de ejemplo que se someta a las urnas un cambio en el Estatuto de Autonomía.

La tercera vía, que los expertos consideran poco recomendable por el “choque de trenes” que implica un resultado diametralmente opuesto, sería un “referéndum de inicio en el conjunto del Estado”. En el, sugieren, se podría preguntar al conjunto de la ciudadanía española si estaría de acuerdo con que, bajo el amparo del articulo 92 de la Constitución, el Gobierno autorizara una consulta a Cataluña, bien sea sobre la independencia o sobre otro tipo de solución al conflicto de soberanía.

Los expertos proponen como cuarta posibilidad la versión nacional de un “referéndum de ratificación”. Es decir, se sometería a las urnas un acuerdo cerrado por los representantes políticos sobre la soberanía. Se trata de una fórmula que, recuerdan, está prevista dentro de los procedimientos de reforma constitucional de la Carta Magna.

La última formula es una combinación de las fórmulas y que implicaría un referéndum a nivel catalán y otro a nivel nacional. Podrían ser consecutivos o simultáneos pero su formulación ha generado debate entre los expertos que, una vez más si creen que podría atizar todavía más “el chocuqe entre mayorías estatales y minorías territoriales”.

Los nueve expertos, además, entran en una cuestión sobre la que ha girado la discusión respecto al referéndum: si es una fórmula que genera división o no entre la ciudadanía. Ese tipo de votación, si son claras, “son el mejor instrumento que permite la función expresiva” de la ciudadanía sobre una cuestión política. Sin embargo, advierten, pueden resultar “excesivamente simplificadoras” porque sintetizan situaciones complejas reduciéndolas a una pregunta concreta y “pueden socavar dinámicas favorables a la construcción del consenso político, como la negociación y la deliberación”.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal