La segunda jornada de repetición de las oposiciones en Cataluña se celebra sin incidentes con casi 7.500 aspirantes

Este sábado se ha celebrado la segunda jornada de repetición de las oposiciones de función pública de la Generalitat. Tras el fiasco del pasado 29 de abril —unos exámenes repletos de incidencias como retrasos, uso de teléfonos móviles o falta de vigilancia en las aulas— el Govern decidió declarar nulas las oposiciones celebradas ese día y repetir el proceso en dos días, a la vez que rescindió el contrato con la empresa que tenía el encargo de gestionar los exámenes. El sábado pasado, 1 de julio, se celebró la primera parte de la repetición —con 3.414 candidatos para 477 plazas— en una jornada que coincidió con las oposiciones del profesorado, y que se desarrolló sin incidencias destacables. La operación se ha repetido este sábado, también sin incidentes, y han acudido casi 7.500 aspirantes, el 78% de los 9.585 que estaban admitidos, y que optaban a 1.344 plazas.

La consejera de la Presidencia, Laura Viagrà, ha afirmado que la jornada se ha celebrado con “ejemplaridad” y “sin incidencias” y ha anunciado que a final de año habrá nuevas oposiciones, con el fin de captar “capital humano y nuevos perfiles” en la administración. Las plazas de función pública que estaban este sábado en liza son las de técnicos generales, técnicos especialistas y administrativos de la Generalitat de Cataluña (el sábado pasado se repitieron las de agentes rurales, personal funcionario de ejecución penal y categorías laborales transversales). El proceso es un concurso de oposición de estabilización, y se lleva a cabo con el objetivo de reducir el elevado porcentaje de temporalidad que hay en la administración catalana. De hecho, es un proceso que se está llevando a cabo en toda España tras recibir el Estado un toque de atención por parte de Bruselas, que instó al Gobierno a bajar la tasa de temporalidad, situada por encima del 30%, hasta el 8%.

Pero lo que debía ser un proceso fácil y ordenado se convirtió en un caos en abril, que ha obligado a la Generalitat no solo a repetir estas pruebas, sino a indemnizar con 90 euros a todos los candidatos que sufrieron incidencias ese día. La Generalitat imputará el monto total de las indemnizaciones, 1,2 millones de euros, a la empresa Cegos, que se había adjudicado el contrato de gestión de las pruebas por 1,4 millones de euros. La Generalitat explica que rescindió el contrato y no abonó ninguna factura, y que además de reclamar las indemnizaciones, pedirá una suma no especificada en concepto de daños reputacionales y responsabilidad patrimonial, y cargará a la empresa el coste de la repetición de las pruebas, que asciende a 900.000 euros. Pese a las quejas de los opositores, Vilagrà ha reivindicado que la Generalitat ha organizado en “tiempo récord” la repetición de las pruebas para “reforzar los servicios públicos y tener una administración pública a la vanguardia”.

El caos de las oposiciones de abril se saldó con la destitución de Marta Martorell, directora general de la Función Pública. Vilahgrà tuvo que comparecer en el Parlament donde recibió una lluvia de críticas de la oposición por la magnitud de un caos inaudito en unos exámenes de esas características.

La gestión de la repetición de las pruebas la ha llevado a cabo íntegramente la Generalitat. El sábado pasado 415 personas vigilaron las aulas y este sábado han sido 928 las personas colaboradoras. Se trata de personal funcionario de carrera y personal laboral fijo de la Generalitat, que han recibido formación específica para evitar que haya incidencias. Las pruebas se han llevado a cabo en 294 aulas de 14 edificios repartidos en las cuatro provincias catalanas. Se han preparado 82 modelos de examen y los Mossos d’Esquadra los custodiarán y transportarán en nueve furgonetas.

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