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Así funciona la planta que salva el agua del Llobregat, el principal río de Barcelona

La estación de regeneración de El Prat reutiliza 190 millones de litros de agua diarios para asegurar diversos usos. Aigües de Barcelona quiere aplicar esta tecnología en el Besòs en dos años mientras que el Govern ha anunciado inversiones centradas en la potabilización

Vídeo reportaje sobre el funcionamiento de la depuradora de El Prat.Vídeo: Gianluca Battista

Dos años antes de la gran sequía de 2008, que obligó a traer agua con barcos a Barcelona, se construyó una infraestructura que entonces era prácticamente experimental y que ahora se ha convertido en imprescindible para el suministro del área metropolitana y para la supervivencia del principal río que riega la capital catalana, el Llobregat. Se trata de la estación de regeneración de agua (ERA) de El Prat, infraestructura del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) que puede aportar hasta 50 hectómetros cúbicos anuales a la región, casi la mitad de capacidad del embalse de la Baells, el más grande del río, y casi lo mismo que la planta desalinizadora construida tras esa crisis por falta de suministro.

Al margen de la actual sequía, la peor desde que existen registros, los estudios científicos del Govern pronostican una reducción de un 18% de las lluvias en 30 años. Ante ese escenario, el agua regenerada se muestra como una de las herramientas más prometedoras para luchar contra un déficit hídrico en ciernes. Se estima que su uso en Cataluña se triplicará en dos décadas: de los actuales 56 hectómetros cúbicos (hm³) a 130. La ERA de El Prat es una de las cuatro que existen en el entorno metropolitano y una de las más modernas de Europa: recicla hasta 190 millones de litros diarios para mantener el caudal ecológico del Llobregat y dar servicio a riegos agrícolas, limpieza urbana y diversos usos industriales. Pero también se incluye el consumo humano: desde finales de 2022 se potabiliza en Sant Joan Despí, tras ser bombeada río arriba.

Del alcantarillado al campo, los jardines o la boca

Las instalaciones de la ERA ocupan una décima parte de las 41 hectáreas de la depuradora de El Prat y un recorrido por la planta muestra la sofisticación del proceso de reciclaje del agua. Claudia Carbonell, jefa de la depuradora, recorre el lugar, inmune al ruido de los aviones y a los olores del agua procedente de la red de alcantarillado de calles, hogares e industrias. En la primera fase de tratamiento, explica, se retiran los residuos sólidos: cada mes sacan entre 30 y 50 toneladas de desechos como toallitas, latas de cerveza o compresas. Antes de recibir los tratamientos más técnicos para su reutilización, estas aguas pasarán por varios niveles de decantación para eliminar las partículas en suspensión y por “el corazón de la depuradora”: un reactor biológico donde turbosoplantes inyectan aire a gran presión en estas aguas con grumos de espuma para eliminar la materia orgánica que alimenta a sus microorganismos.

Tras ese tratamiento estándar en la depuradora, estas aguas pasan por otro, de decantación lastrada. Es una microfiltración y una desinfección con rayos ultravioletas, que busca purificarlas todavía más. Finalmente, esa agua gris y enfangada reaparece con una transparencia como si pudiera fluir por una fuente o un grifo común. Antes de volver a decantarse quedan únicamente algunas algas verdes que son buena señal: “Si no las hubiera, significa que no es apta para la vida”, dice Carbonell. De hecho, se está construyendo otra instalación con varios tubos para que esta agua pase por una nueva etapa, aún más avanzada, de ultrafiltración y osmosis que permita, por ejemplo, ayudar a recuperar acuíferos.

El camino de 15 kilómetros a la potabilización: de El Prat a Sant Joan Despí

Generalitat, Agbar y AMB coordinan un proyecto para dar un nuevo uso al agua regenerada. Desde el pasado diciembre bombean parte del agua reutilizada río arriba hasta Molins de Rei (Barcelona). Una vez se ha mezclado con el caudal, se potabiliza en la planta de Sant Joan Despí. Comenzaron inyectando 200 litros por segundo y ahora esa cifra asciende a 1.200, casi una tercera parte del caudal del río en ese tramo. Fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA) indican que esta medida de potabilización en tres fases solo se activa en escenarios de excepción como el actual, con el nivel de los embalses del área de Barcelona por debajo del 27% de su capacidad. Otras regiones del mundo usan agua regenerada potabilizada, como Namibia desde hace cuatro décadas o California desde hace varios años.

Mapa de usos del agua regenerada en el Área Metropolitana de Barcelona. Entre los riegos agrícolas se incluyen el Parc Agrari del Baix Llobregat y los Canales de la Dreta y la Infanta.
Mapa de usos del agua regenerada en el Área Metropolitana de Barcelona. Entre los riegos agrícolas se incluyen el Parc Agrari del Baix Llobregat y los Canales de la Dreta y la Infanta.

La ERA de El Prat reutiliza 190 millones de litros diarios, la práctica totalidad del caudal tratado actualmente en la depuradora, pero puede crecer otros 110 millones si funcionará al 100% de su capacidad. Tanto Carbonell como su predecesor defienden que se impulse esta tecnología, mucho más barata que las desalinizadoras, que operan desde el verano pasado a máximo rendimiento. “Mientras que la estación de regeneración consume 0,6 kilovatios por metro cúbico, en la desaladora son tres″, dice la jefa de la instalación.

Objetivo 2025: reciclar también las aguas del Besòs con fondos europeos

Aigües de Barcelona pretende replicar estas estructuras de regeneración del Llobregat en la depuradora del Besòs, en la otra punta de la ciudad. La compañía quiere materializarlo en 2025 mediante fondos europeos, pero señala que la Generalitat tiene que resolver los trámites. Este proyecto comprende varias actuaciones con un valor total de 1.300 millones de euros. Aspira a incorporar hasta 180 hectómetros cúbicos anuales a la región metropolitana de Barcelona, la mitad proveniente de agua regenerada.

La apuesta de la suministradora contrasta con la del Govern, que ahora prioriza potenciar la potabilizadora del río. El president Pere Aragonès anunció el pasado miércoles una inversión de 25 millones de euros para cuadruplicar la capacidad de la planta del Besòs antes de acabar el año y que pueda aportar 27 hm³ anuales. La medida se centra en aprovechar “recursos subterráneos” de acuíferos del río, pero también, por primera vez, “aguas superficiales” a través de un tratamiento de ósmosis inversa. El listado de actuaciones de esta entidad para 2022-2027 menciona también la construcción de una ERA en el Besòs.

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