Frente común de movimientos contrarios a la ampliación del aeropuerto de El Prat, el Hard Rock y el Cuarto Cinturón
Una manifestación para el próximo 4 de marzo llama a mostrar en la calle el rechazo a tres infraestructuras que han sido claves para aprobar los Presupuestos de la Generalitat
El pacto presupuestario entre ERC y el PSC se anunció el pasado 1 de febrero pero el eco del acuerdo sigue resonando. Las exigencias de los socialistas para agilizar los proyectos en infraestructuras que Salvador Illa reclamaba supusieron un quebradero de cabeza para Esquerra y ahora dan lugar a una movilización ciudadana de rechazo. Ampliar el aeropuerto de El Prat, activar las obras en la B-40 —autovía del Vallès, conocida también como Cuarto Cinturón— y desencallar la construcción del macrocasino Hard Rock en Tarragona alientan una manifestación de protesta para el próximo 4 de marzo en Barcelona. Este lunes, las asociaciones que están en contra de cada uno de estos proyectos, ZeroPort, Campanya Contra el Quart Cinturó y Aturem Hard Rock, convocaron en rueda de prensa una manifestación unitaria para exigir “un cambio de rumbo” frente a “políticas que agreden al territorio”. La alianza cuenta con el apoyo del “movimiento social y ecologista de todos los Países Catalanes”, según los portavoces de las tres plataformas. Con el lema Defendemos la tierra, construimos el futuro, la concentración arrancará desde la plaza de Catalunya y los organizadores apelan a lograr un potente seguimiento para exhibir el desacuerdo ciudadano con los tres proyectos.
Los presupuestos llegan este martes al Parlament avalados por Esquerra, el PSC y En Comú Podem. Horas antes de poner las cuentas a debate en la Cámara catalana, entidades en defensa del territorio convocaron una rueda de prensa frente a la sede de la patronal catalana Foment del Treball. Daniel Pardo, portavoz de la plataforma en contra de la ampliación del Aeropuerto del Prat Zeroport, señaló que “el Govern se ha limitado a asumir las demandas de la patronal”. El mismo activista calificó de “aberraciones ambientales” los macroproyectos que centraron las negociaciones del acuerdo de presupuestos entre ERC y PSC. Aunque las cuentas no incluyen ninguna partida concreta para las condiciones de Illa, el pacto da luz verde para no bloquear el desarrollo de las tres controvertidas infraestructuras.
Acerca de la demandada ampliación del aeropuerto, Esquerra Republicana rechaza tajantemente el proyecto para construir sobre el mar una nueva pista de 3.400 metros. La idea ha llegado a la mesa del consejero de Territorio, Juli Fernàndez, impulsada por un grupo de ingenieros. Marta Vilalta, portavoz de Esquerra, apuntó este lunes que ciertamente existe el interés por mejorar la operatividad del aeropuerto de Barcelona, pero se descarta la construcción de una pista sobre el mar. “Ni hacia la Ricarda ni hacia el mar”, afirmó Vilalta. Esquerra, que desde el mes de octubre gobierna la Generalitat en solitario, insiste en que tampoco ve con buenos ojos el alargamiento de la tercera pista, como pretende Aena, porque invade el espacio natural de La Ricarda. El partido defiende que existen alternativas para mejorar la capacidad del aeropuerto sin lesionar el entorno natural.
Los debates sobre como aumentar la capacidad del Josep Tarradellas, mejorar la movilidad por el Vallès o impulsar la actividad económica en la zona de Tarragona han centrado el debate político catalán desde antes de las Navidades y el asunto llegó a poner los presupuestos al filo del desfiladero. Pero es la primera vez que las plataformas críticas con las infraestructuras se deciden a sumar esfuerzos para denunciar de un tirón la ampliación aeroportuaria, el complejo turístico Hard Rock y el cinturón orbital en el Vallès. Santi Martí, portavoz de la Campanya Contra el Quart Cinturó, añade al discurso crítico el proyecto para traer al Pirineo los Juegos Olímpicos de Invierno, así como los gasoductos y las macroplantas solares eólicas: “Son diferentes territorios, pero son los mismos ataques y la misma lucha”. Martí reivindicó la movilización popular y las trabas a las tramitaciones ambientales como herramienta para luchar contra “el sistema económico depredador en el que vivimos” y, en concreto, parar proyectos como el de la B-40, que se empezó a proyectar en la década de los 60.
ZeroPort, Campanya Contra el Quart Cinturó y Aturem Hard Rock coinciden en que los proyectos pactados para validar las cuentas de la Generalitat para el 2023 se inspiran en un “modelo caducado”, que favorece a determinadas empresas que se enriquecen “a base de obra pública, especulación e incremento del turismo de masas”.
Con un Govern sustentado en solo 33 diputados sobre 135, después de su ruptura con Junts, el president Aragonès entiende el pacto de presupuestos como una prórroga para su gestión y ve allanado el camino hasta el fin de la legislatura, en el primer trimestre de 2025. Esquerra ha conseguido atar un proyecto que contempla inversiones de más de 3.000 millones de euros, ganando margen de maniobra sin el desgaste de la constante pérdida de votaciones en la Cámara. Las cuentas entrarán en vigor en marzo, si no hay contratiempos.
Tanto el Govern como el PSC insisten en que el acuerdo por los presupuestos no implica un “pacto de lesgislatura”. Salvador Illa afirma que se empleará a fondo en su papel de jefe de la oposición y Esquerra manifiesta que, pese a las fricciones manifiestas, conserva el interés por seguir explorando acuerdos con las fuerzas independentistas. Sin embargo, ni Junts ni la CUP están por la labor de tenderle la mano a Aragonès, toda vez que lo consideran responsable de haber desbaratado la unidad de acción del independentismo.
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