Dos víctimas mortales por apuñalamiento en la noche de Reyes en Barcelona y L’Hospitalet
Los Mossos d’Esquadra tramitaron casi 1.300 denuncias por tenencia de arma blanca en seis semanas a finales del año pasado
Los Mossos d’Esquadra buscan a los autores de dos apuñalamientos mortales ocurridos en la noche de Reyes en la provincia de Barcelona, uno ocurrido en L’Hospitalet de Llobregat, donde un hombre falleció hacia las 20.30 horas, y otro, horas después, en otra pelea en el distrito de Nou Barris de la capital catalana. La tarde de este viernes la policía autonómica ha informado de la detención de un hombre “relacionado con la muerte violenta” de Barcelona. La misma policía catalana ha informado de la muerte violenta ocurrida en L’Hospitalet, la segunda que se registra en menos de 24 horas en Cataluña, sin que por el momento se haya podido detener al autor o autores de las mismas. Los sucesos con víctimas mortales por armas blancas ocurridos en los últimos meses han llevado a los Mossos d’Esquadra y la Guàrdia Urbana de Barcelona a activar medidas para prevenir estos incidentes.
Solo en Barcelona, en los controles en la calle en zonas donde se activaron dispositivos para prevenir delitos, entre el 12 de noviembre y el 23 de diciembre del año pasado, los Mossos tramitaron 1.296 denuncias por tenencia de armas blancas, un 65% que en el mismo periodo de 2019, el último año sin restricciones anterior a la pandemia. Un incremento vinculado con la actividad policial, señala la policía autonómica: a más controles, más resultados se obtienen. En el caso de las inspecciones en locales de ocio, algunas con la Guardia Urbana, en diez establecimientos se denunciaron a 37 personas por tenencia de armas blancas, se detuvieron otras siete y 530 personas fueron identificadas.
Aparte de la de L’Hospitalet, la otra víctima falleció la pasada noche en el distrito de Nou Barris de Barcelona, en la céntrica y comercial Via Julia, donde hacia las cuatro de la madrugada un hombre resultaba herido de muerte de arma blanca. Tras recibir la alerta del apuñalamiento, varias dotaciones policiales se desplazaron al lugar. La División de Investigación Criminal ha abierto una investigación para aclarar los hechos e identificar a su autor o autores.
Los dos episodios de sucesos con víctimas por arma blanca se suman al menos otros cuatro ocurridos a lo largo del año pasado y que activaron las alarmas en los cuerpos policiales catalanes. El teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, alertó en otoño de lo que llamó “cultura de la navaja”, un fenómeno que considera creciente. Durante las fiestas de La Mercè, en septiembre, falleció un joven en una de las bocas de metro de la plaza de Espanya, al terminar los conciertos del escenario de María Cristina. En octubre hubo dos apuñalamientos más, uno ante la discoteca Brisas de la avenida del Paral.lel; y otro en Gràcia, donde una mujer fue agredida presuntamente por su expareja. En noviembre, en el Raval, hubo otro muerto por arma blanca. Y en Sants-Montjuïc los Mossos detuvieron a un hombre por apuñalar en el cuello a un otro en una agresión homófoba en Barcelona. La víctima había pedido una orden de alejamiento, ya que el autor de las lesiones le había amenazado de muerte.
Desde entonces la Guàrdia Urbana de la ciudad y los Mossos d’Esquadra han aumentado los controles en los accesos a zonas de ocio nocturnas para detectar a personas que lleven navajas, cuchillos u otros objetos punzantes. Fuentes municipales reconocen que los “controles aleatorios con detectores de metales en puntos de concentración” de personas se realizan porque “estas agresiones, aunque aisladas, preocupan. Pocos milímetros pueden separar una herida de la muerte”.
“Reducir la tenencia de armas”
A finales del año pasado, los Mossos d’Esquadra explicaron que desde noviembre han activado en Barcelona medidas para prevenir incidentes con presencia de armas blancas. Las acciones, relataron, se activaron a mediados de noviembre “en marco del Pla Tremall de lucha contra la multireincidencia y comportan la realización de dispositivos, controles de saturación (para limitar aforos) e inspecciones en locales en colaboración con la Guàrdia Urbana. “Las nuevas medidas buscan reducir la tenencia de armas y artefactos similares en espacios públicos y locales de pública concurrencia”, indicaron.
En el caso del barrio del Raval (en el distrito de Ciutat Vella) en octubre, Batlle lanzó un SOS y pidió ayuda a jueces, fiscales y policías para atajar la inseguridad. El concejal reclamó más agentes de los Mossos, reformas legales para acabar con las ocupaciones delictivas (narcopisos, viviendas en las que se vende y/o se consume droga) y el tráfico de drogas.
El Ayuntamiento de Barcelona insiste, con todo, en que la delincuencia en general ha bajado en la ciudad y que, con datos en la mano, lo único que hay es una “percepción” del aumento de la inseguridad. El último barómetro de opinión de Ayuntamiento de Barcelona, publicado a finales de diciembre de 2022, certifica que la inseguridad es el primer problema que perciben los barceloneses y que este ha aumentado respecto a los niveles prepandemia.
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