Aragonès se revuelve ante el cerco de la oposición por la falta de mayoría en el Parlament
El ‘president’ se muestra confiado en aprobar los Presupuestos y dice que “no tiene miedo a aportar propuestas” en la Cámara
Desde que Junts per Catalunya abandonó el Ejecutivo catalán, en octubre pasado, el president Pere Aragonès se encuentra en cada sesión de control del Parlament con una oposición que le recuerda que solo tiene 33 votos de un total de 135. El republicano había optado por soportar las críticas estoicamente y defender su estrategia de gobernar “partido a partido”. Este miércoles, sin embargo, la lluvia de reproches -en aumento, por estar en medio de la negociación de los Presupuestos para el próximo año- sí ha hecho algo de mella en Aragonès y ha optado por un tono más agrio en las respuestas. “Este Govern no tiene miedo a llevar propuestas a este Parlament”, le ha espetado al líder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, que en su pregunta le había dicho que su temor a perder votaciones en la Cámara estaba “paralizando Cataluña”.
La crítica del jefe de filas naranja en el Parlament ha venido a cuenta de que en el orden del día del pleno de esta semana no figurara la convalidación de un decreto ley clave. El pasado 26 de octubre, el Ejecutivo catalán aprobó la inyección extra de 376 millones al Departamento de Salud y así evitar impagos. La iniciativa tiene un mes para recibir la luz verde de la Cámara y de momento no parece haber acuerdo ni con Junts ni con el PSC para que salga adelante. ERC necesita de los 33 diputados socialistas y/o de los 32 de su exsocio (más los comunes). Aunque queda un pleno ordinario más donde se podría tratar el tema, Carrizosa ha hurgado en el hecho de que se dilaten los plazos como una muestra de debilidad del Govern.
“Da la impresión de que ustedes lo van a dejar todo debajo de la alfombra por incapacidad para juntar las mayorías parlamentarias”, le ha dicho Carrizosa. “Y no solamente se ha retirado este decreto; es que los presupuestos de la Generalitat del año 2023 tampoco se están atreviendo a presentarlos, señor Aragonès”, ha continuado. Desde la ruptura con Junts, el Govern monocolor se ha tenido que enfrentar con ver como incluso se hundía el Plan Estadístico que sus exsocios habían dejado listo. También tuvo que llevar al límite el plazo para convalidar otro decreto ley sobre funcionarios. Ciudadanos critica que, aunque no sean socios, ni se les haya explicado por cortesía el contenido del proyecto que ultima Economía.
Esa negociación con los supuestos socios tampoco da muchos indicios de estar siendo plácida. Los republicanos (y también los socialistas) están en un circo de tres pistas y la de las cuentas catalanas parece estar siendo la más dura, pese a que para el PP o la CUP todo sea “un teatro”. Aragonès ha asegurado que ha sido la Mesa del Parlament la que no ha incluido en el orden del día la convalidación de la inyección presupuestaria de Salud. “Todavía no entiendo que no se haya convalidado”, ha añadido, para volver a su discurso de hacer recaer la responsabilidad del éxito de las cuentas en la oposición.
“No puede pretender gobernar el país al margen del Parlament y con un Govern débil”, le ha reprochado el presidente del grupo de Junts, Albert Batet. “En sus manos está decidir si, además de abandonar el Govern, abandonará las necesidades de los catalanes que se llevará a votación en este Parlament”, le ha respondido el president. El partido que lidera Laura Borràs también quiere que se haga una cumbre sobre la situación del catalán, que ha perdido uso social en la capital catalana, según un reciente informe.
Y el otro posible socio, el líder del PSC, Salvador Illa, tampoco ha querido dejar pasar la situación de minoría del Ejecutivo. “Usted sabe con quién contará [para aprobar las cuentas]. Con nosotros, así, no”, le ha dicho el jefe de la oposición tras criticar la manera como los republicanos están planteando la supuesta negociación. Los pactos para los Presupuestos en el Congreso y los avances en la mesa de diálogo -el retoque en el Código Penal- no han servido para lubricar una relación muy compleja. Para Aragonès los socios prioritarios son Junts, la CUP (que se autodescarta) y los comunes y el mensaje a Illa es que si tiene propuestas que se las envíe.
El socialista cree que lo más idóneo sería que se le participara de la propuesta hecha por Economía y, con base en ella, hacer sus retoques. Para Illa, las reuniones celebradas hasta ahora entre el Govern y su partido “no pueden ser calificadas de negociación” (los comunes dicen que en su caso si hay una en marcha) y ha criticado la supuesta falta de acceso a varios documentos. Aragonès le ha respondido que no tiene sentido que le exija un nivel de concreción que solo se tiene al final del trámite presupuestario en un momento aún por madurar.
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