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La oposición avasalla a Pere Aragonès en el primer pleno del gobierno en minoría de ERC

Los republicanos pierden una primera votación clave, la del plan estadístico, que hace una semana se había tramitado sin problemas

Desde la izquierda, Salvador Illa, secretario del PSC; Albert Batet, presidente de JxCAT; Joan Ignasi Elena, 'conseller' de Interior, y Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, este miércoles en el Parlament.
Desde la izquierda, Salvador Illa, secretario del PSC; Albert Batet, presidente de JxCAT; Joan Ignasi Elena, 'conseller' de Interior, y Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, este miércoles en el Parlament.quique García (EFE)

El nuevo gobierno monocolor de Pere Aragonès ha recibido este miércoles una primera muestra de lo que le puede suponer sobrevivir en el Parlament con el solitario apoyo de 33 de 135 diputados. Los siete grupos de la oposición avasallaron al president culpándole de provocar “incertidumbre” y de actuar con “temeridad”, y acusándole de no querer negociar ni forjar alianzas estables. Aragonès replicó en su defensa que espera emular a Pedro Sànchez, capaz de aprobar los Presupuestos con el apoyo de 11 grupos diferentes. Las cuentas darán la medida de la legislatura pero ERC ha empezado a sentir la soledad al no lograr aprobar la ley del plan estadístico que hasta hace una semana se había tramitado con placidez.

El plan de estadística, promovido por el Ejecutivo, lo había elaborado Jaume Giró, exconsejero de Economía (Junts) y ha recabado a favor los 33 votos de ERC. El PSC y los comunes votaron en contra y Junts y la CUP se abstuvieron. La votación ha sido un retrato de lo que le puede aguardar a los republicanos. En las filas de Junts se insiste que era un texto técnicamente votable pero que carece de visión de Estado y que han perdido la confianza en Aragonès por no querer “culminar el proceso de independencia”. A través de las redes sociales, Carles Puigdemont ha dado muestras de que el plantón de Junts no será anecdótico: “principio de realidad: con 33 diputados no se puede gobernar un país de 7,7 millones de habitantes”. El PSC ha argumentado su voto en contra alegando que la ley tiene deficiencias y que no les habían llamado para negociar. Los comunes alegan que votan en función del contexto.

Esquerra ha encajado esa primera derrota, con cierto aire de castigo, con un enfado monumental. “El proyecto se aprobó [en comisión] hace una semana con el voto a favor de todos y la abstención de Vox. Se ha hecho solo partidismo”, ha lamentado la diputada republicana Raquel Sans. Por otra parte, la Cámara ha rechazado las enmiendas a la totalidad de Vox al proyecto de modificación de la ley audiovisual, propuesta por Junts, que ha desempolvado mientras el Govern tramita otro proyecto.

La soledad del grupo de Pere Aragonès se repetirá posiblemente en varias votaciones. Con todo, las cuentas serán la gran batalla y Aragonès aprovechó este miércoles su comparecencia específica sobre la orientación del nuevo Govern para pedir responsabilidad a los grupos. Se ha puesto como espejo a Pedro Sánchez. “Si esos grandes acuerdos se produjeron en Madrid, también tiene que ser posible en Cataluña”, ha aventurado. El ejemplo, sin embargo, de momento está lejos de cumplirse. El president quiere que Junts vote las cuentas que elaboró Giró, pero el bando posconvergente deja claro que ejercerá de oposición sin ahorrar aspereza. En el primer pleno tras la ruptura, Albert Batet, jefe de filas de Junts, le ha espetado a Aragonès que no ha cumplido los acuerdos y que ERC ejerce el mando en la Generalitat buscando “la hegemonía del partido y no el interés de la ciudadanía”. “Ha elegido estar solo”, ha afirmado Batet. “Ahora se entiende por qué ni usted quería ni nosotros podíamos seguir en este Govern”, ha dicho en alusión a que no mencionó ni una vez el objetivo de lograr la independencia.

El PSC ha insistido en tenderle la mano a ERC para arrancar acuerdos de gobierno pero su líder, Salvador Illa, ha elevado el tono de sus reproches al acusar a Aragonès de “rozar la temeridad” porque rechaza su apoyo para poder sacar adelante los presupuestos. El jefe de la oposición le ha recordado al president que tiene tantos escaños como él y no ha ocultado su estupefacción de que ERC aspire ahora a recabar el apoyo de Junts tras su salida del Govern. Tras instar a Aragonès a “sentarse y dialogar” sino quiere ir a elecciones, Illa ha recordado que entre ERC y PSC suman los suficientes votos (66) para cerrar el pacto presupuestario en dos días. La petición de Illa ha molestado a los comunes, cuya líder, Jéssica Albiach, ha puntualizado que la mayoría en el Parlament está en los 68 diputados y no en 66.


El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (a la izquierda), y el 'conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, tras su comparecencia este miécoles en el pleno del Parlament.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (a la izquierda), y el 'conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, tras su comparecencia este miécoles en el pleno del Parlament.quique García (EFE)

La negociación entre el PSOE y ERC de los Presupuestos Generales del Estado ha sobrevolado toda la sesión del Parlament. Illa ha elevado su tono justo cuando está a punto de expirar el plazo para presentar enmiendas a la totalidad. Los republicanos aún no revelan qué harán e insisten en que haya avances en la “desjudicialización”, como la reforma del delito de sedición. El popular Alejandro Fernández, del PP, ha afirmado que las reticencias de a pactar los presupuestos con el PSC son solo una escenificación y augura un cambio de cromos.

Aragonès ha puesto como principal urgencia de su nuevo Govern la atención a la crisis derivada de la inflación y la guerra en Ucrania, seguido de las cuatro revoluciones pactadas en su día con Junts (verde, feminista, democrática y social) y la “resolución del conflicto político”. “Nadie puede renunciar a aprobar medidas como estas”, ha dicho el president tras desgranar su plan de choque social (por ejemplo, la ayuda para la compra de material escolar de 100 euros por niño) y que depende de la aprobación de los nuevos Presupuestos. El president no ha aclarado cuando piensa presentar las cuentas -”medida a medida, proyecto a proyecto”- y ha acusado a los socialistas de no querer abrir los ojos para resolver el conflicto político (“No se puede hacer ver que la represión ni existe”) y a Junts que se ponga de perfil en la actual situación social y además le responsabilice de la ruptura de la coalición. “La mayoría existe y se expresarán en votaciones si se pone adelante el interés de país y dejamos atrás los intereses de partido”, ha defendido.

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