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El PSC y los comunes acogen con frialdad los guiños de Aragonès en su nuevo Govern

Los socialistas recuerdan a ERC que solo cuenta con 33 escaños y califican de “error” que marquen líneas rojas y los excluyan de negociar las cuentas

Pere Aragones
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Consell Executiu del martes.GOVERN (GOVERN)

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha dado un golpe de timón en su Govern al incorporar a exdirigentes del PSC, Convergència y de Podem tras romperse la mayoría independentista que lo invistió. Pero el fichaje de los tres nuevos consejeros más allá de la órbita secesionista no parece haber seducido suficiente a sus socios potenciales. Socialistas y comunes han acogido con frialdad la llegada de Quim Nadal (ex-PSC), Gemma Ubasart (exlíder de Podem) y Carlos Campuzano (ex-Convergència), y parten de la premisa de que ERC cuenta solo con 33 escaños de 135 y que es inconcebible su disposición, si es necesario, a prorrogar los presupuestos. El PSC ha calificado de “error“ que les tracen líneas rojas, mientras los comunes avisan de que un Ejecutivo sin una mayoría detrás “no sirve de nada”.

La posición de los republicanos sigue siendo de rechazo a cualquier apoyo socialista y, de momento, ubican a sus exsocios de Junts, los comunes y la CUP como las formaciones con las que buscan llegar a acuerdos que sostengan el Govern en solitario. Con todo, los mensajes siguen siendo contradictorios desde que el sábado el jefe de filas, Oriol Junqueras, vetara al PSC al considerar que participa de la “represión al independentismo”, aunque dejó claro que tendrá oportunidades de “demostrar lo contrario”, en referencia al éxito de la mesa de diálogo. La portavoz Marta Vilalta, en una entrevista a SER Catalunya este lunes, había asegurado que era necesario “reconstruir consensos” y que eso implicaba tener la mano extendida “incluso con el PSC”. Posteriormente, en la rueda de prensa semanal, la propia Vilalta ha repetido el veto a los socialistas, al sostener que no comparten “ni objetivo ni rumbo” para dar con una solución al conflicto político en Cataluña. ERC defiende la amnistía y el referéndum de autodeterminación.

La decisión de Esquerra ha dejado estupefactos a los socialistas porque entienden que el actual escenario no tiene nada que ver con el que existía cuando los republicanos gobernaban con Junts. El president ya rechazó entonces de forma sistemática el apoyo del PSC para no ser prisionero después en la negociación con el PSOE en el Congreso y porque no necesitaba sus votos y le bastaban los de los comunes. Salvador Illa, primer secretario del PSC y líder de la oposición, ha reunido a su ejecutiva de forma extraordinaria y ha reiterado su estrategia de seguir construyendo su alternativa mientras alcanza acuerdos puntuales y apoya las cuentas.

Tras la reunión, la portavoz socialista, Elia Tortolero, ha calificado de “error” que ERC marque esas líneas rojas. Ese veto evoca al que los independentistas impusieron en la campaña electoral, pero que luego se evaporó con los acuerdos que alcanzaron para renovar cargos institucionales y con la ley del catalán. “Necesitamos un Gobierno y presupuestos. Que nos diga Aragonès cómo, cuándo y con quién quiere hacerlo”, ha expuesto. “Nosotros seguimos tendiendo la mano. Tenemos 3.098 millones y la gente necesita los presupuestos”, ha sostenido, señalando que el Govern es ahora “mucho más débil que el de hace una semana después de que Junts y la CUP le hayan retirado su apoyo y porque, ha dicho, tiene la credibilidad menguada. La portavoz, en la línea de otros socialistas, ha mostrado indiferencia por el fichaje de Quim Nadal, que dejó el PSC en 2016 tras simpatizar con el sector soberanista. “No valoramos a las personas en función de dónde están. Siguen teniendo 33 diputados”.

“Un Gobierno sin mayoría es papel mojado. No sirve para nada”
Joan Mena, portavoz de En Comú Podem

El enfado en las filas de los comunes tampoco es menor después de que Aragonès les trasladara su determinación de no formar una alianza de progreso sólida, además de no renunciar a prorrogar si es necesario los presupuestos. Joan Mena, portavoz de En Comú Podem, ha afirmado que un Govern sin mayoría es, ha dicho, “papel mojado; no sirve para nada”, y ha reclamado al president que inicie una ronda de contactos para sellar esa mayoría de progreso estable. “Esto no va de nombres propios. Va de políticas. Vemos que Aragonès se ha equivocado. Es su responsabilidad”, ha apuntado instándole a abrir una ronda de negociaciones. “Prorrogar las cuentas es un absoluto desastre”, ha corroborado David Cid, portavoz del grupo de izquierdas en el Parlament. “El escenario del lunes es el mismo del viernes: 33 escaños y solo el 21% de apoyo. Prefiere gobernar solo, sin construir escenarios de progreso y sigue tendiendo la mano a Junts”.

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Jéssica Albiach, líder de los comunes, coincidió con Ubasart unos meses en Podem y la felicitó por la red. Cid ha afirmado que tiene buena relación con la nueva consejera de Justicia, pero ha subrayado que esto no va de nombres. El portavoz ha esgrimido que no se trata de la composición del Ejecutivo ―“puede elegir a quien quiera”―, sino que les preocupa la “estabilidad” de Cataluña. Su sensación es que el Govern es tan frágil que no descartan que al final Aragonès tenga que adelantar las elecciones: “Ese escenario no es descartable. Si no tiene voluntad de aprobar los presupuestos es que se está poniendo fecha de caducidad”. Jaume Asens, portavoz de Unidas Podemos, ha vaticinado en Radio Nacional que el Ejecutivo catalán tiene “los días contados” si no alcanza acuerdos con PSC y comunes.

Vilagrà equipara los mensajes de Borràs a los de Vox

La consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha equiparado este lunes los mensajes de Laura Borràs, presidenta de Junts per Catalunya, a los que suele realizar Vox cuando cuestiona la legitimidad del Gobierno de Pere Aragonès. En declaraciones a Rac1, preguntada sobre las palabras de Borràs en las que ha asegurado que el Govern de Pere Aragonès no tiene legitimidad "política ni democrática", Vilagrà ha respondido con contundencia: "Es un lenguaje bastante populista el usar estos términos. De hecho, Vox lo hace servir habitualmente en el Congreso de los Diputados y creo que no es lo que toca".

 

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