La militancia de Junts se vuelca masivamente para decidir si rompe con ERC en el Govern

A las 17:00 de este viernes cierra la urna telemática en la que los afiliados de Junts per Catalunya votan si quieren o no mantener la coalición de Govern con Esquerra Republicana y los datos de participación apuntan a una movilización récord. Al mediodía, según ha informado el partido, un 73% de los 6.465 militantes ya habían emitido su voto. Después de informar los resultados, la formación fundada por Carles Puigdemont comenzará una ejecutiva en la que se estudiará cómo aplicar un resultado que se ofrece muy reñido y complicado de gestionar. En las últimas horas, el intercambio de reproches entre los partidarios de las dos opciones ha ido subiendo de tono, evidenciando así la acritud del debate interno. El consejero de Economía, Jaume Giró, ha calificado de “intolerable” que se le acuse a él y a otros consejeros que defienden el permanecer en el Ejecutivo de aferrarse a su cargo institucional.

La consulta a las bases sobre el Ejecutivo con ERC había sido propuesta por la presidenta de la formación, Laura Borràs, y después había sido incluida en julio pasado en la ponencia política del partido. Su celebración, sin embargo, se ha precipitado por la crisis que desató en el Ejecutivo el tono con que Junts pedía a ERC que diera garantías de que se pondría en marcha la coordinación independentista que contenía el acuerdo de Govern. Los socios de los republicanos llegaron a pedirle a Pere Aragonès, en el Debate de Política General, que se sometiera a una cuestión de confianza. El president respondió cesando al vicepresident Jordi Puigneró.

El alto porcentaje de participación muestra que la militancia comparte el sentido de gravedad de la situación, pero todo parece indicar que el resultado será muy apretado. El año pasado, cuando se consultó a los afiliados sobre si se debía entrar o no al Ejecutivo, un 62% de los llamados a las urnas (6528) emitió su voto. Ganó el sí (3.364) mientras que el no recibió 689 votos. La situación ahora es distinta, puesto que, por ejemplo, Borràs se ha posicionado a favor de dejar el Govern, mientras que la mayoría de los consejeros prefieren la opción contraria. Hasta ahora, el proceso con más participación en los dos años de vida de Junts (76%) es la elección del presidenciable, en 2020, cuando la actual líder se impuso al entonces consejero de Territorio, Damià Calvet.

El tono del debate entre los partidarios del sí y del no ha subido mucho y es complicado que una organización política logre hacer una síntesis de una diferencia tan profunda. En declaraciones a TV3, Giró ha reconocido que una de las cosas que más le han “dolido” ha sido que haya voces en la formación que digan que hay consejeros que hacen campaña a favor de seguir en el Govern simplemente porque no quieren perder su sueldo. En caso de que esta ruptura se produjera, Junts podría perder los 250 cargos que actualmente tiene colocados en la Generalitat, lo que comporta 20 millones en sueldos.

“Es bastante intolerable que haya gente que diga estas cosas”, porque es “un concepto caduco, anticuado y de otra época pensar que la política solo la pueden hacer los ricos”., ha defendido Giró. Al titular de Economía del Ejecutivo le parece “muy pobre” que en un debate tan clave para la formación en la que milita desde noviembre se recurra a argumentos así para intentar desacreditar al oponente.

Este viernes a las cinco de la tarde se agota el plazo dado a los 6.465 militantes de Junts para que decidan si procede abandonar la alianza de gobierno que mantienen con Esquerra en la Generalitat. “¿Quieres que Junts siga formando parte del Govern de Cataluña?”, reza la pregunta.

Giró ha invitado a la militancia a “votar con la cabeza” en esta consulta, porque “está en juego la esencia del partido”. “Pese a los agravios y diferencias que podemos tener con ERC, hemos de mirar por Junts, por cómo le irá mejor a Junts: ocupando espacios de poder o estando fuera”.

En este sentido, ha salido al paso de las palabras de ayer jueves del diputado de JxCat en el Parlament Jaume Alonso-Cuevillas, una de las voces partidarias del no a seguir en el Govern, que dijo que el partido tiene que elegir entre ser “el Scottish National Party (SNP) o el PDeCAT 2.0″. Giró ha sostenido que Junts debe considerarse “un partido, no un movimiento”, de la misma forma que el SNP: “Nicola Sturgeon cada semana está en Westminster negociando recursos para Escocia, financiación, infraestructuras, mientras exige un nuevo referéndum”.

Giró es miembro de la ejecutiva del partido y afirma que, pase lo que pase, permanecerá como “militante de base” de Junts, por lo que se sobreentiende que se plantea abandonar la cúpula en el caso de que gane la opción de dejar el Govern. “Las cosas importantes se consiguen siendo un partido político y estando en el poder”, ha recalcado Giró, que tiene la “sensación” de que en la consulta “se impondrá continuar en el Govern”.

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