El Gobierno catalán se blinda ante los intentos de desestabilización de Borràs
El Ejecutivo de Aragonès encara el curso con el foco en los presupuestos y aislándose de la lluvia de críticas de la presidenta del Parlament suspendida
El Govern de Pere Aragonès, formado por Esquerra y de Junts, quiere blindarse y seguir con el plan de legislatura, aislándose de las críticas de Laura Borràs, suspendida como presidenta del Parlament y que acusa a los republicanos de no avanzar hacia la independencia y de acomodarse en el autonomismo. La también presidenta de Junts ha subido el volumen de sus reproches después de acaparar el protagonismo al ir a saludar a un pequeño grupo de independentistas que interrumpió el minuto de silencio al acabar el homenaje a las víctimas del 17-A. Junts decidió en julio, presionado por los sectores más radicales, celebrar una consulta entre sus bases para evaluar al Govern y plantear, incluso, la posibilidad de abandonarlo. Pero todo ese paisaje contrasta con la maquinaria del Ejecutivo, que ya diseña los presupuestos y otros proyectos de largo alcance al margen de las peleas de los partidos que lo apoyan.
Borràs reaccionó de forma furibunda cuando la mesa del Parlament la suspendió después de se le abriera juicio oral y la fiscalía le pidiera seis años de cárcel y 21 de inhabilitación por favorecer supuestamente a un amigo en la adjudicación de contratos. Ante ese cierre de curso volcánico, el Govern intentó gestionar el día a día con la duda de si Borràs aceleraría sus críticas. Y esta no ha dudado en hacerlo: dice que es víctima de la represión contra el independentismo y ha coqueteado con esa consulta interna que, llevada al extremo, podría provocar la salida de Junts del Govern.
Su actuación en el homenaje del 17-A causó malestar en Junts y una ola de críticas de la oposición. El sábado, Borràs concitó otro alud de reproches en la red cuando, con motivo de la muerte de Josep Espar Ticó, un referente del catalanismo y uno de los fundadores de Convergència, dijo que siempre le había “impresionado”, especialmente su lucidez sobre la Guerra Civil. Y reprodujo una de sus frases: ‘La visión histórica que teníamos estaba deformada completamente; más que civil, fue una guerra contra Cataluña”.
El curso político vendrá marcado este septiembre con tres grandes fechas en rojo: la Diada del 11, el debate de Política General –las sesiones quedarán interrumpidas dos días por el juicio contra la diputada de la CUP Eulàlia Reguant por no haber contestado a Vox en el juicio del procés– y el quinto aniversario del referéndum ilegal del 1 de octubre. La incógnita es el papel que asumirá Borràs estas semanas, aunque es previsible que pueda darse un baño de masas en la Diada por parte de su núcleo de fieles.
“La mejor manera de de evitar esta interinidad provocada por PSC, ERCA y la CUP es revertir la situación”, afirma Turull en respuesta a Aragonès y en alusión a restituir a Borràs
Aragonès ha pedido a Junts que releve a Borràs del cargo pero no lo hará. Jordi Turull, secretario general del partido, ha replicado que a mejor forma de evitar la “interinidad” de la institución es revertir la situación y aceptar la petición de reconsideración de su partido para rebobinar y restituir a Borràs en su cargo. Con todo, buena pate del partido desaprueba las salidas de tono de Borràs de la misma forma que el partido tampoco está por la labor de perder sus posiciones en el Govern: ni más ni menos que la mitad de las consejerías de la Generalitat, entre ellas algunas tan importantes como Economía, Salud y la misma vicepresidencia. Mientras tanto, Borràs sigue prodigándose por toda Cataluña en actos con los que busca proyectar el apoyo de las bases y reivindicándose como presidenta no solo de Junts sino también del Parlament.
Nacido con fórceps y a contrarreloj, el Govern parece haber asimilado la distancia que separa a los dos socios en cuestiones como la mesa de diálogo o en proyectos como la ampliación del aeropuerto de El Prat -Junts está aquí más cerca del PSC que ERC- con la misma naturalidad que no desean romper el ejecutivo. Así lo sostuvo en público el mismo Aragonès que expresó a primeros de agosto el pacto por la lengua, que ha evitado impartir el 25% de clases en castellano (ahora el tema está en el Constitucional) y que ningún consejero le había trasladado ninguna queja o su intención de dejar el Govern . El mismo Josep Maria Argimon, consejero de Salud, independiente por Junts, desechó el jueves, en un acto en la Escola Catalana d’Estiu, una posible ruptura. “Si quisiera salir, yo ya no estaría”, dijo.
Jaume Giró, consejero de Economía, visibiliza sin duda uno de los rostros más pragmáticos de Junts. Tras asumir la dirección del Departamento, se comprometió hace un año a aprobar las cuentas antes de diciembre por primera vez en una década. Y cumplió. No pudo hacerlo con la CUP y alcanzó un pacto con los comunes. Giró activó en junio la elaboración de los presupuestos y el guion, tras la fría reacción de la CUP, parece que volverá a ser similar. Conscientes de que son la única opción, los comunes han elevado su nivel de exigencia para apoyarlos. El PSC también se postula pero ERC rechaza su oferta.
“No se puede hacer de oposición y de gobierno a la vez”Marta Vilalta, portavoz de ERC
Con todo, Marta Vilalta, portavoz de ERC, pidió a Junts acabar con la tensión y sus discrepancias internas y esta reflexión en la emisora Rac1: “No se puede hacer de oposición y de gobierno a la vez”. El Govern encara el curso con dos prioridades: un complicado inicio de curso escolar tras la huelga convocada el día 7 por los sindicatos en contra del avance de las clases y los recortes y las restricciones de agua en el uso agrícola e industrial por la sequía. Vilalta apunta que no es justo que solo se hable de “peleas” cuando el Govern tiene sobre la mesa proyectos transformadores, como la gratuidad del P2 (párvulos de dos años para mejorar en la equidad), la firma del pacto nacional por la industria o el impulso de las energías renovables o en justicia el anteproyecto de memoria democrática para prohibir actos de ensalzamiento del franquismo y de reparación de las víctimas.
La ejecutiva de Junts, que sigue considerando vinculante el resultado del 1-O para formalizar la independencia, decidirá este septiembre cómo encara esa consulta interna de su militancia que, según se mire, puede ser un boomerang porque se juzgará a sus propios consejeros, dice un miembro del partido apuntando esa posible incongruencia. Borràs no parece que esté dispuesta a levantar el pie del acelerador. En sus redes sociales está colgado un vídeo de un atleta estadounidense, Dave Wottle, que ganó el oro en los 800 metros en los Juegos de Múnich en 1972 con una galopada antológica que le llevó a ganar el oro en el último segundo. Y ella señala esta frase, también incrustada en el vídeo: “Quien se rinde ya ha perdido”.
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