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Las escuelas Viaró y Campjoliu perderán el concierto tras decidir mantener los alumnos separados por sexo

Los colegios vinculados al Opus deben mezclar a niños y niñas en todos los cursos de la ESO si quieren mantener la financiación pública

Entrada de la escuela Viaró, en Sant Cugat del Vallès.
Entrada de la escuela Viaró, en Sant Cugat del Vallès.

Las escuelas Viaró (Sant Cugat del Vallès) y Campjoliu (L’Arboç) pasarán a ser privadas en la etapa de la ESO. El Departamento de Educación ha confirmado que estos dos centros vinculados al Opus Dei perderán el concierto -la financiación pública- porque han optado por mantener un modelo de educación que separa niños y niñas, contradiciendo así la ley estatal, la Lomloe, en vigor desde hace un año, y que impide que este tipo de centros reciba fondos de la Administración.

En los próximos días, Educación tiene previsto publicar el decreto de renovación de los conciertos de secundaria, antes de que se abra la preinscripción en la ESO, el 9 de marzo. Antes de que esto se produzca, las escuelas concertadas deben solicitar dicha financiación e informar cómo la van a hacer. Los titulares de ERC que han capitaneado el Departamento hace tiempo que abogan por dejar de transferir fondos públicos a las escuelas que aplican el llamado modelo diferenciado, y ahora que cuentan con el paraguas normativo de la Lomloe -los intentos anteriores lo habían frenado los tribunales-, están decididos aplicarlo en toda su amplitud. Tanto, que la retirada del concierto no será progresiva, sino en cualquier curso que no cumpla con la normativa. “Nosotros retiraremos el concierto para toda la etapa educativa de la ESO en todos los cursos en que se segregue por sexo”, sentencian desde el Departamento. En la primaria se mantendrá la separación hasta que no se renueven los conciertos en 2026.

Las escuelas afectadas, todas vinculadas al Opus Dei, en la próxima renovación de conciertos en secundaria son: Canigó (Barcelona), Bell-lloc del Pla (Girona), Les Alzines (Girona), Pineda y Xaloc (L’Hospitalet de Llobregat), Campjoliu (L’Arboç, Tarragona), Institució Tarragona (Reus), La Vall (Sabadell), La Farga y Viaró (Sant Cugat del Vallès). “De las 10 escuelas que actualmente separan por sexos, ocho manifestaron que acataban la disposición adicional 25 de la Lomloe y que harían escolarización mixta el curso que viene”, explicó el jueves Ramon Montes, director general de centros concertados. “Dos escuelas no han comunicado nada y se les retirará el concierto. No tenemos ninguna información de ellas ni han presentado la solicitud”, añadió, y especificó que se trata de los colegios Viaró y Campjoliu.

“Viaró continúa, como siempre, con un modelo educativo diferenciado, que da buenos resultados entre los alumnos de los cinco continentes y de todas las condiciones sociales”, se limita a explicar por escrito un portavoz de esta escuela, ubicada en Sant Cugat del Vallès y que en el curso 2020-21 recibió 2,7 millones de euros del concierto, en concepto de gasto de personal y de mantenimiento. Este diario no ha conseguido contactar con la escuela Campjoliu -que percibió 3,6 millones- por festividad del centro.

Pero la mezcla de niñas y niños no se podrá aplicar de forma equitativa en septiembre. La realidad y limitaciones de los centros determina que deberá hacerse de forma progresiva. Así, en Institució Tarragona resultará más fácil porque cuentan con dos edificios próximos, uno para niños y otro para niñas. A partir del próximo septiembre, en uno se ubicarán los alumnos de primaria (donde todavía se mantiene la separación por sexos) y en el otro, los de secundaria, ya completamente mezclados, según explica el centro en un comunicado publicado en su web. Más complicado lo tienen en La Farga (Sant Cugat del Vallès, para niños), que tiene como centro complementario La Vall (Bellaterra, para niñas). En estos dos casos han optado por ofertar las plazas que queden disponibles en todos los niveles para incorporar niñas, en el primer caso, o niños, en el segundo, así que, aunque sea mixta, será poco equilibrado durante unos años. Ambos centros, en un comunicado, admite que será un proceso “progresivo”.

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A parte, hay otros centros vinculados al prelado, como Institució Lleida, Institució Igualada o Airina (Terrassa), que hace ya un par de cursos que empezaron a aplicar el modelo mixto por motivos económicos (con el descenso demográfico corrían el riesgo de perder el concierto si no llenaban las clases).

Aunque en su solicitud ocho escuelas afirmaron que cambiarían el modelo, Educación desconfió y optó por enviarles un requerimiento informando que disponían de 10 días -un plazo que finaliza este viernes- para demostrar que así lo harán, por ejemplo, presentando el comunicado a las familias, el acuerdo en el claustro o el consejo escolar o el nuevo proyecto educativo, entre otros elementos.

La asociación de familias de estos centros, Fapel, critica la decisión de Educación de obligar a aplicar la escolarización mixta de golpe en todos los cursos de la ESO y apuestan por una “extinción gradual” de la segregación. “Las familias que empezaron con el modelo diferenciado tienen unos derechos adquiridos y deben poder acabar la etapa tal y como la empezaron”, defiende su presidente Josep Manel Prats. La entidad no descarta emprender acciones judiciales “para defender los derechos de estas familias”.

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