Cataluña paga una factura diaria de 11 millones de euros por la covid
El Govern insiste en la necesidad de que el Gobierno central vuelva a destinar más fondos covid este año
Redujo la intensidad, pero la pandemia continuó dando un fuerte bocado a las finanzas de la Generalitat el pasado año. A un ritmo de 11,5 millones de euros diarios, según ha explicado este miércoles el secretario general del Departamento de Economía y Finanzas, Jordi Cabrafiga, en el Parlament. La consejería calcula que el impacto total fue de 4.220 millones de euros y que el martilleo todavía dejará huella en sus cuentas de 2022. De hecho, el número dos del consejero Jaume Giró ha insistido en la necesidad de que el Gobierno central replique por tercer ejercicio consecutivo la fórmula del fondo covid e incluso concretó los recursos que necesitaría Cataluña, entre los 1.400 y los 1.500 millones de euros (la mitad que en 2020).
La cifra de 4.220 millones supone una reducción del 19% respecto a la de 2020. Esa caída se explica sobre todo porque el impacto en la recaudación de la Generalitat se encogió drásticamente. Las arcas autonómicas pasaron de perder 1.612 millones en 2020, cuando la actividad económica se redujo a niveles similares a los de la Guerra Civil y con ella los ingresos tributarios, a solo 311,8 millones el pasado ejercicio.
En cambio, el gasto asociado a la pandemia fue incluso superior a la del primer año de crisis sanitaria: 3.909 millones de euros (un 8% más). Esa evolución se explica porque la inyección directa de recursos económicos para ayudas a trabajadores y empresas fue un 24% superior a la de un año antes y alcanzó los 1.881 millones de euros. Por contra, los recursos destinados a gasto sanitario y sociosanitario se redujeron a 2.027 millones de euros, un 2,7% menos. Según los datos provisionales con los que trabaja Economía, el refuerzo de personal sanitario absorbió 546 millones de euros.
Buena parte de la factura covid fue absorbida por los recursos transferidos desde el Gobierno central, que alcanzaron los 2.161 millones de euros, lo que representa el 55% del total. La diferencia, ha explicado Cabrafiga, se sufragó a través de nueva deuda canalizada básicamente a través del Fondo de Liquidez Autonómica, la fórmula de rescate a las comunidades autónomas vía préstamos con bajos tipos de interés.
Durante su comparecencia, y en línea con la defensa realizada por el president Pere Aragonès, Cabrafiga ha subrayado que Cataluña se situó “muy por encima de los porcentajes registrados en otras comunidades” en lo que se refiere a ayudas trabajadores autónomos y empresas afectadas por la pandemia. En total se concedieron 841 millones a 38.854 personas y empresas, aunque el secretario de Economía ha asegurado que las alegaciones presentadas por personas a las que se decidió en primera instancia no dar la ayuda porque no cumplían los requisitos podría elevar el gasto total hasta los 900 millones de euros. El Estado transfirió a Cataluña 993 millones, por lo que a comunidad estará obligada a devolver el excedente.
El Govern considera que el 55% de cobertura de los gastos covid con recursos procedentes de Madrid demuestra que se tendrían que haber reforzado esas ayudas. Por ello, ha pedido a todos los grupos que aunasen demandas en la misma línea, al considerar que esa reclamación no sabe de colores políticos. Esa petición ya fue trasladada al Congreso por Junts y ERC en la última tramitación de los Presupuestos Generales a través de sendas enmiendas. De hecho, salió adelante la iniciativa de Junts, aunque el Gobierno hizo caso omiso al considerar que su propuesta no detallaba de qué partida de gastos se tenían que detraer los 9.300 millones que la formación de Carles Puigdemont proponía repartir entre el conjunto de las comunidades autónomas.
Las explicaciones de Cabrafiga llegaron apenas una semana después de que la Sindicatura de Cuentas denunciara que al menos 31,6 millones de euros de gasto se destinaran en 2020 a cuestiones ajenas a la lucha contra la pandemia. El ente fiscalizador del Parlament llegó a esa conclusión tras analizar una serie de contratos entre los que halló siete que incumplían la lucha contra la pandemia con la que el Govern los argumentaba. Entre otros gastos, figuraban ese paquete la compra de licencias de Microsoft, de servicios veterinarios, cámaras para la Policía autonómica o logística informática para recaudar impuestos estrenados durante la pandemia.
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