Cataluña presiona para no quedarse sola al aplicar grandes restricciones
El toque de queda y la limitación de aforos, medidas pioneras en esta sexta ola, frustran a los sectores económicos
Cataluña es la primera y confía en no ser la última. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, pidió este martes que el toque de queda y las restricciones previstas en la comunidad a partir del viernes se “extiendan” a otros territorios para garantizar el éxito de las medidas y atajar la sexta ola ante la expansión de la variante ómicron de coronavirus. “El resto de comunidades deben tomar medidas que no son fáciles ni populares, pero son valientes para proteger la vida de los ciudadanos”, defendió. “Exigimos al Gobierno que actúe en esta dirección. Para que las medidas sean eficaces deben ser generalizadas”. Cataluña, Navarra, Euskadi, Canarias y Madrid registraron ayer su récord diario de positivos de toda la pandemia.
El Gobierno catalán, en todo caso, es el primero en lanzarse a la piscina y recuperar algunas restricciones duras a pesar de que su incidencia semanal es inferior a la media nacional, según los datos del Ministerio de Sanidad. El Govern pedirá hoy al Tribunal Superior de Justicia catalán aplicar el toque de queda nocturno, de una de la madrugada a seis de la mañana, en aquellos municipios de más de 10.000 habitantes con una incidencia semanal mayor a 250 casos por cada 100.000 habitantes. Barcelona, Girona, Tarragona y Lleida están afectadas. El Ejecutivo también pretende reducir al 50% los aforos de la restauración, y al 70% en los ámbitos deportivos, culturales y comerciales. Los sectores afectados lamentaron ayer la decisión del Govern.
Aragonès aseguró que en los últimos días ha mantenido conversaciones con el lehendakari Íñigo Urkullu, y el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, del País Vasco, “entre otros”, en los que sus homólogos, dijo, “comparten” preocupación por el avance de ómicron.
La prioridad de la Generalitat, en todo caso, es recuperar los fondos covid de cara al 2022, algo que, de momento, el Gobierno central no tiene previsto. Aragonès asistirá este miércoles a la Conferencia de Presidentes Autonómicos y reclamará al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “implicación en las consecuencias económicas y sociales derivadas de la pandemia”. “Los fondos covid son imprescindibles”, insistió. Al menos Andalucía, Aragón, Baleares, Galicia, Castilla y León y Cantabria han manifestado en las últimas semanas un mensaje similar.
Escenario insostenible
Las restricciones eran casi una obligación a ojos del comité asesor del Govern en materia de covid. El equipo entregó el domingo al Departamento de Salud un informe en el que proponía diversas medidas para atajar la sexta ola. La inacción, aseguraba el documento, podía tener como consecuencia llegar a los 25.000 positivos nuevos al día en Cataluña en enero del 2022. El récord, alcanzado ayer, es de 11.500. Los expertos recomendaban cerrar el ocio nocturno y limitar horarios comerciales, entre otras medidas, pero no incluyeron el toque de queda, algo que sí asume el Govern.
La decisión de la Generalitat tranquiliza al grupo de expertos. “Teníamos el temor de que aplicaran las restricciones después de Navidad”, asegura la presidenta del comité, Magda Campins. Los efectos se notarán, confía Campins “en unas tres semanas”. Durante este periodo está previsto que se celebren la cabalgata de Reyes, el 5 de enero, aunque Barcelona se abrió a estudiar su cancelación. Su alcaldesa, Ada Colau, avanzó que los actos de Fin de Año no se celebrarán.
El sindicato Metges de Catalunya, por su parte, acusó ayer al Govern de ir “siempre tarde”, y argumentó que las restricciones son la consecuencia de la “falta de recursos” de control de la pandemia y, sobre todo, del “nulo refuerzo del sistema sanitario”.
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