Seat aconseja a sus trabajadores no vacunados contra la covid comer aparte
La compañía reserva unas mesas con pantallas de metacrilato en el comedor de su fábrica de Martorell
Seat ha decidido tomar medidas para reducir posibles contagios en el comedor de su fábrica de Martorell. Aprovechando una generalizada retirada de las pantallas de metacrilato de las mesas que utilizan sus empleados para almorzar, decidió que unas cuantas mesas continuaran con ese tipo de protección en el fondo de la cantina y colocó una cartelería en la que aconseja a los trabajadores que no están vacunados que se instalen en esas mesas como medida adicional de seguridad en una zona en la que el uso de la mascarilla es más intermitente.
En todo caso, empleados vacunados y no vacunados comparten espacio y es cada uno quien decide si quiere seguir las recomendaciones de la empresa. “No podemos aplicar el pasaporte covid, por tanto no sabemos quién sí y quién no está vacunado”, señalan fuentes de la compañía sobre la nueva medida, que ha avanzado Catalunya Ràdio.
Seat fue una de las primeras empresas que puso a disposición sus instalaciones como centro de vacunación para su plantilla, de la que más de un 96% han recibido ya la pauta completa, además de obligar a hacer tests serológicos antes de reanudar la producción. No obstante, en las últimas semanas han aparecido tres casos de contagios, que siguen la medida de cuarentena.
“Se está poniendo protección a aquellas personas que no están vacunadas para que no se contagien”, explica el presidente del comité de empresa, Matías Carnero, sobre una medida que se puso en marcha hace tres semanas. El número dos en el comité, Rafael Guerrero, subraya que pese a la cartelería las personas pueden ocupar el espacio que quieran del comedor y que solo se trata de una medida adicional de seguridad.
Ambos sindicalistas defienden que la medida está relacionada con que el comedor, donde se pueden llegar a servir unos 3.500 servicios diarios, es el único lugar de las instalaciones de Seat donde el uso de la mascarilla, como en los bares y restaurantes, es más discrecional. En todo caso, Carnero explica que los agentes covid, que vigilan que se mantengan las medidas de seguridad implementadas desde el inicio de la pandemia, siguen haciendo su trabajo y que la empresa no ha tenido que activar ninguna auditoría por un empeoramiento de la situación.
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