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Aragonès se reúne con el PSC y con los comunes tras el veto de la CUP a los presupuestos

Junts avisa a ERC que las cuentas deben salir adelante solo con las formaciones independentistas

El líder del PSC, Salvador Illa, este miércoles en el parlamento de Cataluña
El líder del PSC, Salvador Illa, este miércoles en el parlamento de CataluñaEUROPA PRESS (Europa Press)

Nuevo giro en la negociación de los presupuestos de la Generalitat. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha reunido este miércoles con los comunes y con Salvador Illa, líder del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Aragonès ha querido explorar la posibilidad de que los Comunes se sumen a un acuerdo para aprobar las cuentas públicas de 2022. El presidente del Govern ha mantenido con Illa un breve encuentro en el que el dirigente socialista le ha planteado un pacto para los presupuestos. Illa insiste en que el PSC es la mejor alternativa del Ejecutivo para sortear el veto de la CUP al proyecto de las cuentas públicas. Aragonès, sin embargo, ha dejado claro que no tiene intención de contar con los votos del PSC.

La reunión entre Aragonès e Illa ha sido cordial, según fuentes del PSC, pero ha evidenciado las posiciones enfrentadas que mantienen. El encuentro del president con una delegación de En Comú Podem ha molestado a sus socios de Govern, Junts per Catalunya. El partido presidido por Carles Puigdemont es partidario de que los presupuestos sean un proyecto únicamente del arco independentista, es decir, de Junts, Esquerra Republicana (ERC) y la CUP. El principal escollo es que la formación anticapitalista ha formalizado este mediodía una enmienda a la totalidad de los presupuestos.

Aragonès ya había sido claro este miércoles en el pleno del parlamento en su respuesta al intento del PSC de acercarse para negociar las cuentas de 2022. Las calabazas a Illa han sido contundentes: “Ustedes y nosotros no compartimos modelo de país. Estos son los primeros presupuestos e indican el rumbo futuro que es el de la mayoría independentista de la investidura. Y sé que ustedes insisten en el deseo de romper la mayoría independentista”. Illa había pedido a primera hora una reunión de urgencia con Aragonès.

Para Illa, la enmienda a la totalidad que presenta la CUP “es un hecho muy relevante”: “La conclusión política de este hecho es que la mayoría de la investidura se ha roto, o no tiene la solidez necesaria para afrontar los problemas que tiene Cataluña”. Para el dirigente socialista, los partidos que gobiernan Cataluña, Esquerra Republicana (ERC) y Junts, “no están a la altura” en un momento en el que todavía existe la amenaza de la pandemia de la covid-19.

Aragonès ha declinado la oferta de los socialistas porque, además, no cree que en política nada resulte gratis: “Alargar la mano —en el acercamiento que plantea el PSC— puede suponer la renuncia de algunas posiciones que defiendo”, ha querido subrayar en su respuesta a Illa cuando ha insistido en “reunirse al término de la sesión de control”. En un intento de suavizar la negativa, el president ha afirmado que la puerta de su despacho está “abierta para todos”.

El ofrecimiento del PSC a dar apoyo a las cuentas de la Generalitat ha sido recurrente en las últimas semanas. ERC y Junts han replicado que quieren tirar adelante los presupuestos con su socio desde la oposición, la CUP. La formación anticapitalista se opone al proyecto que ha realizado el consejero de Economía, Jaume Giró, porque los consideran continuistas con un modelo económico que choca con sus tesis socialistas. La presentación formal de la enmienda se ha producido esta mañana en el registro del Parlament, según han confirmado fuentes cupaires, que insistieron que, pese a ello, seguirán negociando.

Aragonès, en el Parlament, ha insistido en trabajar para llegar a un acuerdo con la CUP con unos presupuestos “transformadores y fieles al compromiso de la investidura”. Una mayoría independentista a la que le gustaría sumar a los comunes: “Hablemos y miremos de ampliar la mayoría de la investidura en los presupuestos. Les propongo que nos sentemos y hablemos”. El president ha contestado así a la crítica de Jessica Albiach de enfocar las cuentas siguiendo la componente de la mayoría independentista, de sentirse excluidos —”todavía esperamos que nos llamen”, ha espetado Albiach— y de deficiencias como “destinar más dinero a carreteras que a trenes, necesitamos dentistas y psicólogos públicos”, además de pasar por alto que fue el apoyo de los comunes lo que salvó las últimas cuentas de Quim Torra. Un ofrecimiento que ha parecido sorprender a Albert Batet, presidente del grupo parlamentario de Junts, que, en su turno de pregunta, le ha recordado a Aragonès la “necesidad” de preservar la mayoría independentista del 52% del resultado de las elecciones autonómicas.

La sesión de control ha evidenciado que la voluntad del Govern es, por encima de todo, llegar a un acuerdo con la CUP que hoy ha evitado referirse a la cuestión al preguntar a Aragonès por sus impresiones de la cumbre del clima. Esto es, revalidar los 76 diputados (33 de ERC, 32 de Junts y 9 de la CUP) -la mayoría absoluta son 68 diputados- de la investidura del president.

Reunión con la CUP

Por la mañana se produjo la reunión, tras la sesión del Parlament, entre Aragonès, el consejero de Economía, Jaume Giró, y los negociadores de la CUP del presupuesto, entre ellos la líder de la formación en el Parlament, Dolors Sabater, la portavoz Eulàlia Reguant y los diputados Carles Riera y Montserrat Vinyets. En el encuentro, los cupaires han concretado las demandas que plantean al Govern para retirar la enmienda a la totalidad.

Las cuestiones que plantea la CUP para retirar la enmienda a la totalidad son descartar la ampliación del aeropuerto de El Prat y el proyecto del Hard Rock, no presentar la candidatura de los JJOO de invierno y no renovar el contrato con el circuito de Fórmula 1. En vivienda, los cupaires piden incrementar la inversión a 1.000 millones, también plantean la modificación, al alza, del impuesto a las rentas altas y un gravamen por cambio climático. En el plano más estrictamente político, la CUP insiste en la demanda al president y al Govern de que genere las condiciones para celebrar un referéndum de autodeterminación durante esta legislatura —la moción que presentó en el Parlament en ese sentido el mes pasado no prosperó por falta de apoyos— y combatir la represión policial.













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