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Albiol, el último hurra del PP en Cataluña

El alcalde de Badalona puede perder el cargo en un nuevo giro inesperado de una trayectoria siempre polémica

Xavier García Albiol, Sciammarella
Xavier García Albiol, Sciammarella

Xavier Garcia Albiol (Badalona, 53 años), alcalde de Badalona, es la última carta ganadora que ha jugado el Partido Popular de Cataluña. Es verdad que su éxito se ha ceñido al ámbito municipal: cuando fue candidato a la presidencia de la Generalitat, en las elecciones autonómicas de 2015 y en las de 2017, heredó un grupo parlamentario de 19 diputados y lo abandonó con cuatro escaños. Su fuerza solo ha sido local, pero en la cuarta ciudad más poblada de Cataluña (más de 215.000 habitantes). Y esto, para un partido que en esta región ha contado sus victorias con los dedos de una mano, es excepcional.

La buena estrella de Albiol puede apagarse el 8 de noviembre, fecha en la que se enfrentará a una moción de censura tras aparecer su nombre en los Papeles de Pandora. Para entender su tirón popular en Badalona es útil haber paseado con él por sus distritos más desfavorecidos, por ejemplo, en el recorrido urbano que organizó en las elecciones autonómicas de 2012 con la candidata del PP Alicia Sánchez-Camacho. Albiol llevaba un año como alcalde. El propósito de aquella visita al barrio de La Salut era inspeccionar las planchas de metal que el Ayuntamiento estaba instalando en las puertas de pisos vacíos para evitar que fueran ocupados ilegalmente. Era el momento en el que la crisis económica golpeaba con más severidad a la sociedad española. No andaba 20 metros Albiol por La Salut sin que se acercaran ciudadanos para felicitarle por sus palabras contra la inmigración ilegal, a quien señalaba como supuesta causante de una criminalidad galopante. Antes de la irrupción de Vox, Albiol fue el alumno más aventajado en España del populismo con tintes xenófobos que en la vecina Francia calaba gracias al Frente Nacional.

”Estamos limpiando Badalona, y queda mucho por hacer”, era el mantra que repetía aquel 2012 Albiol y por el que era aplaudido. En las municipales de 2015, “Limpiando Badalona” fue su lema electoral, desatando una polémica que todavía hoy resuena. Albiol jugó con fuego. En las elecciones autonómicas de 2015 acudió al barrio de Ca n’Anglada de Terrassa, lugar en el que en 1999 se produjeron graves disturbios racistas. “Necesitamos que alguien limpie Ca n’Anglada”, fue uno de los vítores que escuchó Albiol en aquella visita, tal y como recogió EL PAÍS. “Yo siempre visito los barrios más caldeados”, espetó el candidato a los vecinos.

En aquel paseo electoral de 2012, dos secretarias que acompañaban a Albiol tomaban nota de cada reclamación que un vecino le hacía llegar. El alcalde les seducía con su cercanía y con una figura de padrone protector que le confieren sus más de dos metros de altura. Albiol es uno de ellos, y así lo transmitía. Él también nació en un hogar humilde de Badalona, hijo de una peluquera y de un inmigrante de Almería que fue conductor de camiones cisterna de Campsa y luego empleado del servicio de limpieza del Ayuntamiento. Lleva dos décadas casado con Vanessa Carcasona, con quien tiene dos hijos mellizos de 14 años.

Creció lejos de las calles más antiguas de Badalona, las de mayor bienestar y también las más catalanistas, pero era tan badalonés como el que más, por eso jugó en las categorías inferiores del Joventut, el club de baloncesto emblema de la ciudad, su gran pasión junto al Real Club Deportivo Espanyol y navegar en el mar.

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Albiol volvió a ganar los comicios municipales en 2015 pero una entente entre las fuerzas de izquierda le apeó del poder. Lo relevó Dolors Sabater, actual jefa de filas de los anticapitalistas de la CUP en el Parlamento catalán. Albiol venció de nuevo en las elecciones de 2019, con el mismo resultado: la coalición de izquierdas bloqueó su retorno a la alcaldía. Pero la alianza solo duró un año, hasta que el alcalde, el socialista Àlex Pastor, dimitió en abril de 2020 tras ser detenido durante el Estado de alarma saltándose el confinamiento mientras conducía bebido. La división facilitó que Albiol fuera otra vez investido como alcalde.

Su regreso a la primera línea fue acompañado de un discurso más moderado, tanto en el campo nacional —el proceso de independencia había quedado atrás— como en el de la inmigración. Parecía lejano el Albiol que en su primer asalto a la alcaldía calificaba a la comunidad gitana rumana de “plaga”. El más relevante de los dos alcaldes del PP en Cataluña —el otro es Josep Tutusaus, edil de Pontons, de 450 habitantes— se reivindicaba con su éxito ante el líder del partido, Pablo Casado, después de que en 2018 dejara la presidencia del PP catalán siguiendo la renovación iniciada después de la era de Mariano Rajoy.

Albiol ha protagonizado incidentes que han terminado ante la justicia. El último, este 2021, cuando el Juzgado de Instrucción Número 4 de Badalona decidió procesarle por un posible delito de prevaricación y de malversación al permitir que Vodafone y Telefónica instalaran sin licencia antenas de telefonía en la sede de la policía municipal. Al final es un conflicto inesperado lo que puede terminar con su mandato, una moción de censura por haber participado en una sociedad opaca domiciliada en el paraíso fiscal de Belice que hizo que su nombre apareciera en los Papeles de Pandora. Si la moción prospera, su sucesor será el socialista Rubén Guijarro. La experiencia indica que el adiós de Albiol podría ser temporal: Badalona vuelve a tener una cita con las urnas en 2023.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario Avui en Berlín y posteriormente en Pekín. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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