Cáncer de mama: Una bañera para recuperar la sexualidad
El cortometraje ‘Wash me’ ilustra la readaptación de la intimidad de la mujer tras superar la enfermedad
Hubo un tiempo en el que Rebecca Stewart pensaba que no recuperaría su vida sexual. Tenía 29 años y se encontraba en tratamiento para recuperarse de un cáncer de mama. La quimioterapia le generó los síntomas propios del proceso —pérdida de la libido por la reducción de los estrógenos y sequedad vaginal—, y la actividad íntima de Stewart dejó de ser frecuente. Hasta que pidió ayuda a su compañero para ducharse porque apenas podía mover uno de sus brazos tras la intervención. “Él empezó a lavarme en una bañera”, recuerda ahora como directora del cortometraje Wash Me, basado en su historia real y que pretende concienciar sobre la complejidad de la sexualidad en las pacientes con cáncer de mama. “Disfruté mucho aquellos momentos”, agrega, “porque fueron muy íntimos y especiales, de gran conexión. Descubres otro tipo de sexualidad alejada de lo obvio”. La obra muestra la reconexión sexual de una paciente con su pareja a través de un baño.
La jefa del servicio de Oncología del hospital del Mar de Barcelona, Sònia Servitja, admitió este lunes en la presentación del film en La Filmoteca de Catalunya que existe “un tabú” en este aspecto. “Algunos pacientes rechazan hablar sobre ello, especialmente las personas mayores”, explicó. La experiencia de Stewart, aseguró la doctora, muestra la necesidad del sistema sanitario para incorporar expertas en oncosexualidad. “El abordaje del cáncer de mama no solo debe darse desde los equipos de oncología y cirugía”, defendió Servitja, “sino desde la faceta emocional con especialistas en sexualidad”.
Rosa Mirapeix es una de ellas. Asegura que recuperar el deseo sexual “no es sencillo” porque requiere una “voluntad” explícita, y porque además hay un impacto emocional profundo. “La enfermedad produce unos cambios físicos que pueden generar a las mujeres miedo a no estar a la altura, o una sensación de culpa”, alerta la experta. Por ello, el papel de las parejas de las afectadas es clave. “Muchas personas pueden no entender estos cambios”, avisa. “Es importante reconstruir una nueva sexualidad que abarque otras prácticas, como la masturbación, el sexo oral o la estimulación de zonas desconocidas”.
El cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres de Cataluña, y Servitja calcula que una de cada ocho lo sufrirán a lo largo de su vida. Ahora Wash me busca plantear una reeducación sexual durante su tratamiento, que puede alargarse hasta los cinco años en según qué casos.
La productora del corto, Erika Lust, donará un euro a la Fundació Amics de l’Hospital del Mar cada vez que se comparta el film a las redes sociales desde su plataforma.
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