La quinta ola de covid-19 pone en jaque la capacidad de resistencia de los CAP en Cataluña
Varias discotecas cierran temporalmente sus puertas al verse incapacitadas para garantizar las medidas contra la covid
La pandemia sigue creciendo descontroladamente entre los colectivos sin vacunar en Cataluña, y muy especialmente en Barcelona. Los contagios se acumulan día tras día y los Centros de Atención Primaria (CAP) se llenan de personas sintomáticas que requieren su atención. El aumento de la demanda derivada por la covid implica que los centros no puedan atender como querrían el resto de patologías no urgentes. El repunte llega a las puertas de las vacaciones de los profesionales, que limitarán aún más la capacidad de respuesta de los centros sanitarios. El Govern prioriza la vacunación por encima de cualquier otra actividad y ya avanzó que “faltan manos” para garantizar al 100% la atención sanitaria, la administración de las dosis y el descanso de los profesionales. Discotecas como la Arena Classic de Barcelona, Cocoa de Mataró y Titus Carpa de Badalona anunciaron ayer que cierran temporalmente sus puertas al verse incapacitadas para garantizar las medidas de seguridad contra la covid, según la patronal del ocio nocturno Fecasarm. Además de estos tres establecimientos de ocio nocturno, también bajarán la persiana La Milonga de Mataró, Safari Disco Club de Barcelona y Quedequé de Montblanc.
Fecasarm recordó, en un comunicado, que ya hace días que advierte de la imposibilidad de controlar que se cumplan las medidas impuestas por la Generalitat para autorizar la reapertura del ocio nocturno, como el uso de mascarilla y la distancia de seguridad. Por otra parte, los Departamentos de Investigación y Universidades y la de Salud acordaron ayer recuperar la presencialidad de las clases universitarias el próximo curso.
El Departamento de Salud se refirió públicamente por primera vez esta semana al actual aumento de los contagios como una nueva ola. Barcelona ha triplicado en 10 días el porcentaje de positivos por test de antígenos (TAR) al pasar del 10% al 32%, el mayor registro desde que la Generalitat recoge estos datos desde noviembre. Los expertos alertan de que es posible que el crecimiento se mantenga y se alcancen registros propios de la primera ola en la velocidad de propagación. Los profesionales sanitarios admiten que la vacuna está sosteniendo una situación que sin inmunidad sería insostenible en lo que se refiere a apertura y movilidad.
El impacto, de momento, se queda en los CAP. “Volvemos a estar desbordados”, lamenta David Oliver, delegado de Primaria del sindicato de enfermería Satse en Cataluña. “Tenemos que volver a priorizar la covid delante de otras enfermedades”, añade.
El problema de los centros es que en las últimas semanas habían empezado a recuperar parte de la actividad paralizada por la pandemia, y esta quinta ola vuelve a limitar los avances. Según las estimaciones del vicesecretario general del sindicato Metges de Catalunya, David Arribas, las visitas relacionadas con la covid se han “duplicado y triplicado” aproximadamente en Barcelona. “Podemos pasar de 20 visitas a 50 por turno, mientras que el resto de patologías se mantienen”, explica. La consecuencia directa es la reducción de las agendas de los centros, como concreta Oliver: “Hace unas semanas poníamos de nuevo en marcha la asistencia de los pacientes crónicos y aumentábamos las visitas presenciales. Ahora tenemos que redistribuirnos”, añade. </CW>
Las limitaciones para visitar a los pacientes crónicos preocupa especialmente a los sanitarios por el riesgo de descompensaciones no detectadas a tiempo. “Si tenemos que estar vacunando y atendiendo cada día a más personas con síntomas covid no podemos hacer el seguimiento necesario de los crónicos”, lamenta Maria Bonich, directora del CAP Sanllehy de Barcelona. “Si un diabético se descompensa puede derivar en un infarto o en un ictus, por ejemplo”, ilustra. “Necesitamos ir viéndolos para reajustar su medicación, si es necesario”.
Sin visitas presenciales
La presencialidad vuelve a estar en jaque por la cantidad de positivos, a pesar de la petición del consejero de Salud, Josep Maria Argimon, y de numerosas entidades para ir recuperando la normalidad. Los profesionales reclaman poder decidir la modalidad de atención a los pacientes. “La calidad de la visita no es la misma si es presencial o no”, admite Arribas. “Pero no podemos hacer 50 visitas presenciales. Necesitamos un filtro de los propios profesionales para seleccionar la mejor forma de visitar a los usuarios”, explica. Actualmente los médicos combinan citas presenciales, con las que se realizan por teléfono o a través de una plataforma cibernética. El vicesecretario general del sindicato Metges de Catalunya, sin embargo, denuncia la falta de personal. “No ha habido un aumento de personal médico, y hemos tenido que sacar fuerzas donde no había para suplir los excesos de actividad”.
El vicepresidente del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), Jaume Sellarès, entiende que la situación actual requiere una redistribución de recursos para contener la ola. “Cuando hay un incendio, tienes que apagar el fuego, después ya veremos si podemos recuperar algo de la casa”, refleja. Sellarès recuerda que a pesar de que un mínimo del 80% de los mayores de 50 años tengan una primera dosis, una gran parte de las personas de entre 60 y 69 años no tiene la pauta completa. “Este colectivo es el que más debe preocuparnos porque es de riesgo”, alerta. El departamento de Salud concreta que una sola dosis protege un 33% de la enfermedad, mientras que la pauta completa incrementa la protección hasta un 80%.
Sellarès avisa que la actual situación era “previsible” por el aumento de la socialización entre los no vacunados y que las actuales medidas dan a entender “que todo está bien”. “Nos encontramos en una situación extraña. El consejero conoce la capacidad de Primaria para decidir si es necesario hacer algún paso atrás”, analiza. En este sentido, algunas discotecas anunciaron que vuelven a cerrar sus puertas por no poder garantizar las medidas anti-covid, según aseguró la patronal Fecasarm, mientras que las universidades recuperarán la presencialidad el próximo curso.
Las próximas semanas se anuncian más complicadas en los CAP si la situación no se controla y los profesionales inician su periodo vacacional. “La gente tiene que hacer vacaciones y el Govern recarga a los compañeros que trabajan y cierra agendas”, se queda Oliver. “Esto aumenta el desgaste físico y mental por la falta de contratación”.
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