El barrio de Sant Antoni estrenará los contenedores de residuos orgánicos con identificador de usuario
El 66% de los vehículos de la nueva contrata de limpieza y recogida de basura de Barcelona serán eléctricos y más silenciosos
El barrio de Sant Antoni de Barcelona estrenará los contenedores de basura con identificador de usuario, lo que permitirá a los vecinos obtener descuentos en la tasa de residuos si reciclan bien y con frecuencia. Se empezará con los contenedores de la fracción orgánica, según ha explicado este lunes el concejal de Emergencia Climática del Ayuntamiento, Eloi Badia. Los contenedores con identificador serán una de las novedades de la nueva contrata de basura y limpieza, cuya adjudicación a cuatro empresas (una por zona de la ciudad) llega este viernes al pleno municipal.
Otra de las grandes novedades del futuro servicio es que dos tercios de vehículos de recogida de basura y limpieza serán eléctricos y mucho más silenciosos que los actuales. Solo los camiones más grandes seguirán siendo de gasoil. En total, la flota sumará casi 900 vehículos, desde los carritos de barrendero hasta los grandes camiones pasando por los medianos, que barrerán calles o incluso habrá unos para despejar de basura u hojas los carriles bici.
El futuro servicio de recogida de basura y limpieza suma ya una decena de ruedas o notas de prensa en los últimos años, lo que se explica porque es un contrato que se lleva más del 10% del presupuesto de la ciudad (casi 310 millones al año). Este lunes incluso la alcaldesa, Ada Colau, ha participado en la presentación de los nuevos vehículos, en el parque de limpieza que hay en el subterráneo del parque de Joan Miró, en el Eixample. De este parque depende el servicio en los distritos del Eixample y Ciutat Vella.
Colau ha agradecido su trabajo a los profesionales de una tarea que ha reconocido que es tan “invisibilizada” como “excepcional” para el funcionamiento de la ciudad y la calidad del espacio público y que se ha adaptado a los requerimientos de la pandemia o a las consecuencias de los disturbios, con varios episodios de gravedad desde 2019. “El servicio de limpieza no solo es recoger la basura, lo tenemos que sentir como propio porque el espacio público es la extensión de nuestras casas”, ha dicho la alcaldesa, que ha pedido “civismo para generar los mínimos residuos y ensuciar lo mínimo posible”.
La nueva contrata tiene el reto de desplegar el servicio puerta a puerta en toda la ciudad a partir de 2022. Al núcleo antiguo de Sarrià se le sumará, este verano, el barrio de Sant Andreu, y a continuación, Horta y Sant Antoni, ha revelado el concejal Badia. Para empezar, las bonificaciones de la tasa de residuos no se imputarán a cada vecino que recicle más y mejor, sino al barrio entero. Badia ha reconocido que el sistema puede penalizar a los barrios donde todavía no se haya implantado el puerta a puerta; pero ha señalado que también actualmente, cuando no se bonifica a nadie, resultan penalizados los vecinos que individualmente reciclan más y mejor. Cuando se vayan desplegando los contenedores con identificación, los vecinos sabrán qué día y hora pueden tirar cada fracción y la identificación para abrir los contenedores se hará con el móvil, una tarjeta o un llavero, ha añadido.
El servicio también sumará 400 empleados y espacios a limpiar: los parques. Y habilitará una aplicación de móvil en la que cada vecino podrá conocer cuándo y qué se recoge en su zona, o cuánta basura ha reciclado de cada fracción.
En el capítulo de la limpieza, Badia ha señalado la importancia de que el contrato se adapte a la realidad de cada barrio. Por ejemplo, Ciutat Vella merecerá una dedicación especial, por el intenso uso que se hace de su espacio público. “Nos adaptaremos mejor a cada barrio”, ha dicho, y ha asegurado que se baldeará con mayor frecuencia y los turnos serán más largos para que haya operarios de la limpieza en la calle todo el día. Además, la temporada alta de limpieza se extenderá de mayo a octubre. “Y tendremos más capacidad para dar respuesta rápida cuando haya algún incidente, por ejemplo cuando las tormentas provocan grandes acumulaciones de hojas”.
Respecto a los contenedores, una de las novedades es que habrá un 17% menos de color gris, los de la fracción resto; y en cambio habrá un 25% más de plástico, papel y vidrio. Además, los de color gris se agruparán con los de colores, y los de restos orgánicos estarán solos. Destacable es también que los contenedores serán más bajos en altura, para facilitar la visibilidad de peatones, conductores y ciclistas de la ciudad.
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