La Audiencia de Barcelona avala las escuchas telefónicas del ‘caso Voloh’

La Audiencia de Barcelona ha avalado las escuchas telefónicas ordenadas en el ‘caso Voloh’, una investigación sobre presuntos delitos de corrupción cometidos por dirigentes del entorno independentista. Los magistrados validan el auto judicial que ordenó los pinchazos al exdirigente de Convergència David Madí y al exdirigente de Esquerra Republicana Xavier Vendrell -ahora empresarios- porque considera que había “sospechas fundadas” de delito. Las intervenciones eran necesarias para hacer “progresar la investigación” judicial.

El caso Voloh es una macrocausa con muchas líneas de investigación: el presunto desvío de dinero público de la Generalitat; el supuesto enriquecimiento personal de Madí y Vendrell con conexiones políticas; e incluso la existencia de una trama rusa para apoyar la secesión de Cataluña. Una parte sustancial de los indicios son las intervenciones telefónicas a esos dos exdirigentes independentistas, que formaron parte del llamado Estado Major del procés durante el otoño catalán de 2017.

Conscientes de la importancia de esas conversaciones, las defensas de los investigados han tratado de tumbarlas. Tenían una baza a su favor: la Fiscalía Anticorrupción se opuso inicialmente a esas escuchas al no apreciar indicios suficientes de delito. La Audiencia de Barcelona, sin embargo, ha cerrado ahora la puerta de la nulidad de las intervenciones al considerar que el auto de intervención de las comunicaciones se ajusta a derecho porque había sospechas fundadas de delito.

En el caso Voloh permanecen investigadas más de una veintena de personas por diversos delitos de corrupción (malversación, tráfico de influencias, prevaricación, blanqueo) que denuncian la existencia de una “causa general” basada en hipótesis sin contrastar. El origen de la investigación está en dos archivos sonoros hallados en el teléfono móvil de Víctor Terradellas, dirigente histórico de Convergència y hombre muy próximo al expresidente Carles Puigdemont, huido a Bélgica de la justicia española. En esos dos archivos había conversaciones de Terradellas con Madí y con Vendrell sobre la supuesta trama rusa de apoyo a la independencia.

Fue ese material el que motivó la intervención telefónica a los dos exdirigentes, lo que a su vez permitió constatar nuevos posibles delitos. El titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, ordenó no solo intervenir sus teléfonos sino que también ordenó instalar micrófonos ocultos en sus vehículos.