El Gobierno catalán defiende mantener las escuelas abiertas ante la petición de cierre de un grupo de expertos

El vicepresidente del Gobierno catalán con funciones de presidente, el republicano Pere Aragonès, ha asegurado que el ejecutivo catalán no se plantea el cierre de los centros educativos con los datos actuales de COVID-19: “Las escuelas tienen que ser el último servicio público en cerrar”, ha sentenciado.

En declaraciones a Efe, Aragonès ha abogado por mantener la actividad docente presencial siempre que no haya “un caso extremo de confinamiento domiciliario”. Estas palabras del vicepresidente catalán llegan cuando falta menos de una semana para que los alumnos vuelvan a las aulas, y después de que un grupo de expertos pidiera ayer martes al Govern que retrase la apertura de los centros para frenar el actual ritmo de contagios. “Nadie entendería que hayan espacios de ocio abiertos, pero que los niños se tengan que quedar en casa”, ha sostenido.

El candidato de ERC a las elecciones previstas para el 14 de febrero ha destacado que la escuela cumple una función social que es esencial, ya que contribuye al bienestar emocional de los menores y también reduce las desigualdades entre quienes tienen más o menos recursos. “El cierre de las escuelas en Cataluña provocaría unos efectos devastadores desde el punto de vista social para algunos sectores de la sociedad que también han sido los más afectados por la pandemia. Por eso es tan importante mantenerlas abiertas”, ha insistido. Aragonès ha defendido la gestión hecha en los últimos meses desde la Generalitat en el ámbito de la educación -cartera en manos de ERC- y ha definido el inicio del curso escolar como “el gran éxito” de Cataluña durante la segunda ola.