Cataluña cierra el año con cerca de 400.000 contagios y 17.000 fallecidos desde el inicio de la pandemia
La Generalitat notifica cerca de 4.000 nuevas infecciones, pero afronta la Nochevieja con una reducción en la velocidad de transmisión del virus
La pandemia de covid-19 ha dejado en Cataluña cerca de 400.000 infectados y 17.000 fallecidos. Según los datos que maneja la Generalitat (que difieren de los del Ministerio de Sanidad por los criterios de inclusión y los retrasos en la notificación), el 2020 se cierra con 397.936 contagios de covid-19 y la amenaza de una tercera ola a la vuelta de la esquina. El contador sigue sumando casos y, aunque la comunidad afronta una Nochevieja con la velocidad de transmisión del virus más contenida, la Generalitat ha notificado este jueves 3.982 nuevos infectados. El coronavirus echa el freno, pero no se para, y Cataluña fía sus cartas a la vacuna contra la covid-19, que empezó a administrarse el pasado domingo: 3.053 personas ya han recibido la primera dosis de la inmunización.
Por primera vez desde principios de mes, la Rt, que mide a cuántas personas contagia de media un positivo, se sitúa por debajo de 1, el umbral que marcan las autoridades sanitarias para poder controlar la pandemia: está en 0,99. Este es el único indicador que da un respiro a la curva epidémica, estancada en niveles muy altos y dibujando oscilaciones en forma de dientes de sierra desde hace días. En la primera parte de las fiestas navideñas, entre el 21 y el 27 de diciembre, se registraron más de 13.000 nuevas infecciones, un 40% más que dos semanas atrás.
En esa semana, además, las pruebas diagnósticas realizadas se redujeron, posiblemente por el efecto de los festivos en medio, y el porcentaje de positividad ha aumentado al 6%. Esto significa que el virus circula cada vez más de lo que se le detecta y hay una bolsa de pacientes, probablemente la mayoría asintomáticos, que no se han diagnosticado. La incidencia acumulada en esos días, última semana con datos consolidados, se sitúa en 341 casos por 100.000 habitantes, muy por encima ya del umbral que el Ministerio de Sanidad consideraba como de riesgo extremo (más de 250 infectados por 100.000).
Las cifras no acompañan y Cataluña encara el nuevo año con una situación compleja en el sistema sanitario, sobre todo en los hospitales. Estos centros sanitarios estaban desescalando de la segunda ola cuando rebotó, de forma abrupta, el virus y poco a poco ha vuelto a tensionar las unidades de hospitalización y cuidados intensivos (UCI): hay 1.791 personas con covid-19 ingresadas, un 20% más que 15 días atrás. En la UCI permanecen 379 enfermos críticos. Los hospitales alertan del riesgo de afrontar una tercera ola con la ocupación basal tan elevada.
Por su parte, la atención primaria arrastra también meses de elevada presión asistencial. Las cargas de trabajo crecen y el número de efectivos es el mismo, lamentan. Además de su agenda habitual, los médicos y enfermeras de familia tienen que asumir la detección y el seguimiento de los casos de covid-19, coordinar la atención sanitaria en las residencias de su área de referencia, participar en la campaña de vacunación y recuperar a todos los enfermos de otras patologías que dejaron de ir a la consulta en los peores días de la pandemia. “Nos preocupa el paciente covid y la tercera ola, pero cada vez estamos más preocupados por los no covid, y no solo los enfermos crónicos, sino también los retrasos diagnósticos en los pacientes oncológicos o la dificultad de acceso a pruebas médicas”, alerta Salvador Tranche, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.
Ancianos fallecidos
La pandemia ha dejado por el camino también un reguero de víctimas mortales: 17.060 desde el inicio de la pandemia, según la Generalitat, que recoge la información sobre los decesos a través de los partes de defunción y suma en su cómputo a los fallecidos con covid-19 confirmado o sospecha clínica de la enfermedad (el Ministerio de Sanidad solo reporta, tanto en el caso de muertes como contagios, los casos confirmados a través de una prueba diagnóstica). Los ancianos que viven en las residencias se han llevado la peor parte: el 45% de los fallecidos por covid-19 en Cataluña son residentes en centros de mayores.
Desde el inicio de la pandemia, cerca de 28.000 mayores que viven en residencias se han infecta do de coronavirus. Precisamente por ser el colectivo más vulnerable en esta pandemia, la vacunación masiva ha empezado por ellos y sus cuidadores.
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