Puigdemont irá de ‘número uno’ de Junts, pero no será candidato a la Generalitat
El expresidente asegura que quiere contribuir a que Laura Borràs sea la primera presidenta del Govern
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, huido de la justicia española, encabezará la lista de Junts per Catalunya en Barcelona para las elecciones del próximo 14 de febrero, aunque admite sin reparos que no será candidato a la investidura. En un vídeo difundido este miércoles su partido, Puigdemont explicó que con ese gesto quiere “contribuir” a que Laura Borràs se convierta en la primera presidenta de la Generalitat. Si es escogido diputado en el Parlament tampoco podrá tomar posesión de su escaño si antes no deja de ser europarlamentario.
Borràs fue escogida por la militancia de Junts de manera abrumadora como cabeza de cartel de Junts per Catalunya el 29 de noviembre para las elecciones catalanas con el 75,8% de los votos, frente al 20,5% que cosechó el consejero Damià Calvet. Dos semanas después, se celebró la segunda fase de las primarias y se escogieron a los ocho candidatos que acompañarían a Borràs y el más votado fue Joan Canadell, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona.
La confección definitiva de la lista estaba pendiente de lo que decidiera Puigdemont, que ya ha deshojado la margarita, anunció su deseo de encabezar la lista de Junts y dijo que así lo propondrá a la ejecutiva del partido creado a su medida. Ahora deberá ser ratificado por la militancia en una votación que no dejará de ser un trámite para aclamarlo, en un momento en el que las encuestas pronostican un aumento de las expectativas electorales de Junts, que recorta distancias con Esquerra. El último sondeo del CEO le otorga entre 30 y 32 escaños, frente a los 35 que obtendría el partido de Oriol Junqueras. Hace poco más de un mes la encuesta preveía 36 o 37 parlamentarios para ERC y de 28 a 30 para Junts.
En el vídeo difundido este miércoles Puigdemont no promete que regresará a Cataluña si gana las elecciones, como hizo en la campaña electoral de hace tres años. Ahora asegura que su gesto pretende “contribuir” a la victoria de Borràs y convertirla así en la primera presidenta de la Generalitat de la historia. Con todo, su candidatura sigue teniendo un enorme gancho entre una parte del electorado independentista y Junts no ha querido renunciar a esa baza.
El expresidente esgrime todo el argumentario independentista más recalcitrante y asegura que la “deconstrucción democrática del Estado afecta a nuestras vidas” y que Cataluña sufre una persecución por aspirar a la independencia que se readuce en una “deriva autoritaria y represora”.
El mensaje directo de Puigdemont es que España no tiene arreglo y el mensaje implícito es que Esquerra se equivoca pactando con el Gobierno de coalición. “El Estado español no puede ser reformado porque sus problemas son estructurales, afectan a la monarquía, el poder judicial, el Ejército, los cuerpos policiales y las élites económicas”, asegurar. Frente a eso, la mayor garantía para garantizar los derechos de los catalanes es “la república catalana” y Junts es la única fuerza que gobernará “sin complejos, con la máxima ambición”.
Por eso es necesario que el Govern “hable con sus ciudadanos, no con el Estado”, dijo, para “construir república y soberanía y deconstruir monarquía y dependencia”, en lo que se entiende como otra crítica implícita Esquerra. El expresidente invocó también la necesidad de la “unidad estratégica”, pero no para gobernar en Cataluña, sino para lograr el reconocimiento internacional de Cataluña como república independiente.y que sólo Junts está en condiciones de dar “una solución ambiciosa y determinante”:
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