Junts recorta distancias, aunque Esquerra ganaría las elecciones catalanas

La estimación de los resultados electorales que se producirán en Cataluña tras las elecciones autonómicas previstas para el 14 de febrero permanece inmutable: el independentismo revalidará la mayoría absoluta en los comicios y supera por muy poco -el 50,9%- de los votos que se ha marcado como objetivo.

El Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat ha hecho pública este viernes su encuesta periódica en la que se vuelve a confirmar que Esquerra Republicana ganaría las elecciones y lograría 35 escaños. Sin embargo, Junts per Catalunya le pisa ya los talones y obtendría entre 30 y 32, y la CUP entre ocho y nueve parlamentarios. En el barómetro del pasado mes de noviembre se estimaba que Esquerra podría lograr entre 36 y 37 diputados, a mucha distancia de entre los 28 a 30 del partido de Carles Puigdemont.

La suma de todos ellos rebasa con creces los 68 diputados en que se sitúa la mayoría absoluta en el Parlament. Sin embargo, en estimación de voto las tres formaciones independentistas más el PDeCAT, que no tiene garantizada representación parlamentaria, se sitúan en el 50,9%. El PDeCAT podría lograr un escaño, el de la exconsejera Àngels Chacón.

En la bancada no independentista también se confirma la tendencia de sondeos anteriores. Ciudadanos se desploma y pasaría de los 36 escaños que le dieron la victoria en 2017 a entre 14 y 16. Los socialistas recogen buena parte de ese voto perdido y se harían con 25 diputados (ocho más), mientras que el PP obtendría entre siete y nueve, frente a los cuatro de las anteriores elecciones. La otra tendencia que confirma el CIS catalán es la irrupción de Vox en la Cámara catalana, con entre cuatro y seis escaños. Catalunya en Comú Podem se quedaría más o menos como está y los ocho parlamentarios podían aumentar o reducirse en uno, según el sondeo, a partir de una participación del 68%.

Hace ahora tres años la participación superó el 79%, una cifra muy elevada que solo se explica por el momento de polarización política que se vivía entonces tras la declaración unilateral de independencia de finales de octubre. Ciudadanos fue el gran beneficiado de ese momento de tensión, pero aquel triunfo no sirvió para forjar una alternativa al independentismo a causa de la aritmética parlamentaria, de manera que Inés Arrimadas abandonó la política catalana para acabar liderando el partido en toda España.

De confirmarse estas previsiones, Esquerra podría reeditar el pacto de gobierno y parlamentario que tiene actualmente con Junts, aunque la presidencia de la Generalitat cambiaría de partido, o bien mirar a la izquierda e intentar un acuerdo con el PSC y los comuns, que estaría rozando la mayoría absoluta. Los socialistas catalanes han insistido en los últimos meses en que no investirán a un president independentista. El partido de Oriol Junqueras, por su parte, insiste en que quiere pactar con Junts, pero desde esta formación se insiste en que no será así y se pretende desgastar a Esquerra ante el electorado independentista con el argumento de que reeditarán un nuevo tripartito.