_
_
_
_
_

La reunión con partidos ultras que enreda al independentismo

Junts y ERC se enzarzan tras un acto con presencia de formaciones xenófobas al que acudió el vicepresidente del Parlament

Camilo S. Baquero
El vicepresidente del Parlament, Josep Costa, en una imagen de archivo
El vicepresidente del Parlament, Josep Costa, en una imagen de archivoEnric Fontcuberta (EFE)

El escarceo de ciertas formaciones minoritarias del secesionismo con tesis xenófobas siempre ha sido una piedra en el zapato para el independentismo catalán, que quiere mostrarse como inclusivo, transversal y democrático. En algunas ocasiones, como sucedió en 2011 con Plataforma per Catalunya, el cordón sanitario dio resultado y se evitó que tocara ámbitos de poder. En otros casos, como este pasado fin de semana, esos acercamientos (con Junts y ERC en el centro de la polémica) terminan en reproches cruzados, peticiones de dimisión, ruptura de coaliciones y, de fondo, la sensación de que se blanquean algunos discursos si van envueltos en la bandera estelada.

El colectivo Donec Perficiam (Hasta Conseguirlo, en latín) fue creado por exmiembros del secretariado de la entidad secesionista Assemblea Nacional Catalana (ANC) que dejaron la organización hace un mes por considerar que era muy tibia en su búsqueda por la independencia. Se definen como “unilateralistas y octubristas”, en referencia al referéndum ilegal de 2017. El grupo convocó, el jueves pasado, a todas las formaciones políticas que defienden la secesión a una reunión por videollamada para buscar algún tipo de unidad con la vista puesta en los comicios de febrero.

La plataforma aclara que no explicó de antemano qué formaciones asistirían, algo que confirman varios participantes. ERC, la CUP y el PDeCAT declinaron asistir. Sí acudió el partido Demòcrates (los democristianos independentistas, donde está la expresidenta del Parlament Núria de Gispert), la Assemblea de Represaliats y Activistes (ARA) y otras formaciones que defienden discursos xenófobos o estrafalarios como el Front Nacional Català (que cree que la inmigración “debilita la lengua y los sentimientos nacionales”) o Directe 68 (su líder dice que ha sido torturado con químicos por ser independentista).

Borràs sabía que Costa estaba en la reunión, aseguran algunos asistentes

A la videollamada también se conectó Josep Costa, vicepresidente del Parlament. Este jurista, que aterrizó en las listas de Junts per Catalunya de 2017 por invitación del expresident huido Carles Puigdemont y obtuvo escaño, no milita en esa formación. Según varios asistentes consultados por este diario, Costa aseguró que la candidata Laura Borràs estaba al tanto de su participación.

Un representante de ARA, explican al menos dos asistentes al encuentro, sí expresó su malestar por la presencia de algunas formaciones, pero nadie se desconectó de la videollamada, que duró dos horas y media. El jefe de filas de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, denunció al día siguiente la asistencia de Costa a esa reunión vía Twitter y pidió, junto con varios diputados, su dimisión como vicepresidente. La CUP también mostró su malestar y pidió a Borràs que diera explicaciones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Una asociación mostró el malestar por la presencia de los grupos xenófobos, pero nadie se desconectó de la videollamada

“Si hubiera sabido quiénes iban, no me habría conectado. Si al principio hubiera escuchado quiénes participaban, me habría desconectado”, se defendió Costa. El diputado pidió disculpas a Borràs por si le había generado algún problema, algo a lo que la candidata respondió vía Twitter: “Nada que disculpar, Pep”. El expresident Quim Torra también defendió al jurista y alabó su compromiso con “el mandato del 1-O”. Junts oficialmente sostiene que no autorizó a nadie a ir en su nombre a la reunión. Santiago Espot, líder de Força Catalunya, otra de las formaciones cuestionadas por sus postulados que abogan por liberar a Cataluña de “la colonización española y francesa”, dice que Costa “dejó la puerta abierta” a integrarse de alguna manera en Junts. Y critica a ERC por “pactar con los GAL”, en referencia al acuerdo presupuestario con el Gobierno de Pedro Sánchez.

En Junts creen que ERC intenta desgastarles a las puertas de las elecciones. Los republicanos pusieron más presión al dar ayer por terminado el acuerdo que tienen con Demòcrates en el Parlament, y le pidieron que devuelva sus dos escaños. Los democristianos replican que la relación ya estaba rota: “Lamentamos que ERC se haya vuelto un instrumento del Estado para desestabilizar al independentismo”, dicen.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_