Los Mossos alertan del incremento de las armas en la delincuencia organizada

Los Mossos d’Esquadra han desarticulado 101 redes criminales de las que formaba parte 801 personas, según el informe de crimen organizado en Cataluña de 2019. El estudio, al que ha tenido acceso este diario, sostiene que la mitad de los grupos se dedicaban algún tipo de blanqueo de capitales, y alertan de un incremento de las armas en la delincuencia organizada. También destacan la marihuana como una de las principales preocupaciones, y el uso de expertos, como electricistas o ingenieros, para “el montaje de instalaciones de cultivo de cannabis”.

De las 101 redes desmanteladas el año pasado, la mayoría (73) cometían delitos patrimoniales, como el robo con fuerza en domicilios, falsificación documental o la receptación. Le siguen las de tráfico de drogas (42), y por último, las dedicadas a delitos contra las personas (19), como son el tráfico de seres humanos, lesiones, amenazas o detenciones ilegales. En un 33% de los casos cuando se trata de patrimonio, y un 24% en drogas, una misma estructura criminal diversificaba su negocio a través de delitos de distinta naturaleza.

El informe advierte también que el 35% de las redes disponían “de armas o instrumentos tipo machete, catanas, táser, entre otros”. Es un porcentaje mayor que el 27% de las 111 desarticuladas en 2018, y que el 16% de las 103 de 2017. Ese aumento de las armas “incrementa el riesgo de que en los próximos años la violencia vaya al alza”, afirma la policía catalana. Aunque por ahora, indica, no se ha producido: un 18% de las organizaciones usan la violencia, una cifra estable en los últimos años.

La policía señala también que ha habido una “serie de incidentes con armas blancas o de fuego y homicidios” que a pesar de que “no se han podido relacionar directamente con la violencia organizada, existe un trasfondo”. Y mencionan 11 homicidios cometidos durante 2019, cuatro de ellos ejecuciones, que están relacionados con el tráfico de drogas u otras actividades delictivas. También se produjeron 20 robos violentos vinculados a las drogas, de los que 14 fueron concretamente por marihuana.

El perfil del delincuente de estas estructuras criminales más sofisticadas es un hombre (86%), entre los 21 y los 40 años. Casi la mitad (43,3%) son detenidos por primera vez, un dato que sorprende a los Mossos, que destacan que la “mayoría de los detenidos tienen menos antecedentes que otros años”. Un 38,2% acumula de 1 a 5 antecedentes; un 8,9%, entre 6 y 9; un 5,3%, de 10 a 20; un 2,7%, de 21 a 30; y un 1,5%, de 21 a 30. La nacionalidad mayoritaria de los arrestados es española (31%).

Entre los indicadores positivos de 2019 se encuentra la poca corrupción, que se ha detectado en solo un 4% de los casos investigados. Los Mossos mencionan explícitamente un grupo de tráfico ilícito de coches que intentó obtener información a través de un contacto policial de una abogada. En 2017, la corrupción o el uso de influencias se detectó en un 20% de las investigaciones, pero en 2018 se redujo a la mitad.

El informe destaca algunas operaciones policiales, como el caso Merlí, en el que se detuvieron a 121 personas acusadas de 70 robos con fuerza en domicilio. Parte de los arrestados fueron expulsados de España. También consta la Operación Alejandría, contra una supuesta red de hurtadores de relojes de alta gama. Se les atribuyen 369 robos a 18 detenidos, “el objetivo final de los cuales era financiar el terrorismo de tipo yihadista”, señalan los Mossos. En el tráfico de drogas, en 2019 se llevó a cabo Suricata, una de las macroperaciones en El Raval contra un clan de narcotraficantes de origen paquistaní.